Caminábamos los tres sin rumbo cuando, de repente, un pensamiento sin nada de seriedad salió de mi boca.
—Tengo tantas ganas de hacer algo que me lleve a un manicomio y luego hagan algo para que logre salir de ahí...
Ese pensamiento no debió salir así, sin cuidado. Eso lo entiendes cuando llevas más de doce años viviendo con un par de desquiciados dispuestos a todo.
—Buena idea Ili, cuenta con nosotros para sacarte de ahí y conmigo especialmente para que entres triunfal al manicomio.— Sabía que no debí pensarlo en voz alta, ahora Velk haría lo posible por volverme lo suficientemente loca y Al lo contrario.
— Si en verdad la vas a ayudar a que haga no sé que desorden, por lo menos déjame ayudarla también, —dijo Alin dejándonos sorprendidos, ese no suele ser el Al de siempre— no te puedes llevar todo el crédito de la aventura.
Ahora sí que había metido la pata, conociéndolos sabía que estaba a menos de dos meses de estar en un cuarto totalmente blanco, dibujando retorcidos retratos de gatos endemoniados, si o si.
—Velkan, Alin, ustedes no sé porqué coinciden esta vez pero no es para que se lo tomen tan en serio, ni yo estaba hablando sinceramente. — me miraron ambos y luego entre ellos, con clara complicidad que me inquietó.— Me sorprendes Al, deberías estar de mi lado, del lado de lo correcto y lo tranquilo.
— Deberías tú dejarnos hacer algo por ti esta vez, ya es hora de hacer algo que nos saque de ese aburrido lugar; aceptémoslo, no estaremos toda la vida ahí, tenemos que independizarnos y eso lo haremos juntos.
Velk tenía razón, por duro que fuese, ya estábamos creciendo y tarde o temprano nos sacarían con excusa de no tener más espacio para los pequeños y necesitados huérfanos. Si de algo estábamos seguros es que primero debíamos encontrar trabajo: sin trabajo igual a sin plata, sin plata igual a dependientes, ¿dependientes? No por mucho.Nos sentíamos obligados a crecer y cambiar por nuestra cuenta y el peso que esto nos hacía cargar, lo repartíamos entre los tres para soportarlo.
Nunca nos habíamos separado desde que nos conocimos, Alin y yo nos conocimos primero y luego se nos unió Velkan.
Llegué yo primero, tenía cuatro años y había sido encontrada vagando sola por una plaza. Mi madre había decidido el no cuidarme más y me había dejado ahí, sola...
Por suerte me encontró Ioan y me llevó a ese lugar, lleno de niños solos como yo y donde no tardé en sentirme querida de nuevo.Cuando llegué no tenía amigos y no me gustaba hablar demasiado con nadie, excepto por el niño rubio tímido que se sentaba a jugar en silencio junto a mi, ese niño era Alin.
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Hola personitas, ¿qué les pareció este prólogo?, ¿les va gustando?
Me animé al fin a publicar y compartirles esta historia que se me ha ocurrido.
Espero y les guste tanto como a mí :3 Bueno pues saludos a todos y gracias por leer y por haberle dado a la estrellita :3Chiosi ;3
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Tres locos por la Libertad
AventuraIlian, Alin y Velkan son tres amigos huérfanos decididos a hacerse independientes y salir del orfanato antes de ser echados por ser mayores de edad. Aunque además de ser libres tienen la loca idea de hacer entrar a su amiga a un manicomio para que...