Tres locos por la Libertad

Capítulo III

Mi primer día de trabajo comenzaba hoy, entraba a las 12:30 y se acababa mi turno a las 4:30.

Al parecer Alin trabajaría en la biblioteca, se levantó muy temprano y fue a pedir trabajo. Lo contrataron y teníamos suerte de que estaba no muy lejos de mi trabajo.

Ya estábamos dos, solo faltaba Velk de encontrar trabajo, quedamos en que cuando nos fuéramos a trabajar él se iría a buscar oportunidades por mientras.

Teníamos que salir todos a la misma hora para no levantar sospechas a La Gran Mamá. Mi turno era dos horas antes del de Alin y todos salimos a las doce en punto. Hacíamos 15 minutos de camino y aún así queríamos llegar puntuales.

Al llegar nos despedimos y Alin se fue con Velk. Había llegado a la hora apenas, Velk no caminaba muy rápido cuando había prisa. Oana me saludó sonriente y comenzó mi trabajo.

Aprendí varias cosas como primer día que no me había dicho el día anterior, ya sabía las recetas, cómo atender siempre sonriendo, dónde debía lavarme, cómo lavar también ya que casi nunca lo había hecho en el orfanato. Y esto me había dado una idea: si La Gran Mamá necesitaba ayuda en la cocina, me interesaría prestarle ayuda, esto nos garantizaría un poquito de tiempo extra en el orfanato.

Mi trabajo de este día no fue muy pesado, Oana parecía que en realidad me necesitaba, dejó que yo me encargara casi de todo. Por mi parte
eso estaba más que perfecto, mientras más hiciera mejor me iba a ir.

Al terminar me fui directamente a la biblioteca, ahí estaba Alin. Acomodaba libros, se notaba que era diestro en este trabajo, la ancianita cansada de siempre estaba leyendo en una cómoda silla y se veía demasiado feliz de tener alguien que la ayudara. Al parecer en nuestros trabajos, a los dos  nos dejaban casi todo el trabajo, pero no me podía quejar.

—¡Alin!

Quise asustarlo mientras caminaba tranquilo a acomodar más libros. Este pegó un brinco y casi grita del susto. Como estaba en una biblioteca no pude escucharlo gritar como me lo esperaba.

Llevaba muy bien su trabajo de bibliotecario: era veloz, silencioso y sabía muy bien dónde iba cada uno con solo el nombre. Aprovechaba además para leer algún libro de vez en cuando.

Como ya eran las 4:45 y faltaban quince minutos para que cerrarán la biblioteca me senté un rato a leer. Me han llamado siempre la atención las historias de aventura, leí mientras acababa su turno unos dos capítulos.

Cuando acabó salimos a buscar a Velk. No iba a estar lejos, nos veríamos en el centro y de ahí nos iríamos a comer.

Estuvimos casi una hora esperando, no había aparecido. Mientras estuvimos platicando sobre los libros más interesantes que leeríamos al día siguiente. Velk no llegaba, Velk no se veía por ningún lado, esto nos comenzaba a preocupar.

Oscureció y aún no habíamos regresado, ya habíamos buscado por varias calles y nos fuimos al orfanato.

Las esperanzas de encontrarnos con él en el camino eran cada vez menos. ¿A dónde se fue? ¿Porque no regresaba? ¿Se fue lejos? ¿Estará bien?

Al llegar, inesperada sorpresa: ahí estaba. Estaba cenando y platicaba con los más chicos. Alin y yo nos sentíamos traicionados, no llegó al lugar y sí estaba cenando sin nosotros.

—¿Velkan?— ya estaba algo molesta, así que llegué y me puse en frente suyo y le llamé.

—Por fin llegan, ya cenamos y les guardé una parte.

—No hagas como que nada pasó, nunca llegaste y te esperamos mucho tiempo, ¡hasta te buscamos!— ya estaba furiosa ahora sí, recordar lo que tardamos en espera y también el hambre que sentía me enfurecía.

—Hubieras esperado por nosotros Velk, así es como quedamos. Nos preocupamos por ti y tú acá — Alin estaba molesto al igual que yo.

—Pero no tomaron en cuenta que yo no saldría a la misma hora, ustedes ya tenían trab...— por poco y nos descubren, que bien que paró ahí. — Trabajoso el día y creen que yo no.

Por como cambió rápido de palabra, los niños lo notaron, si decían algo a la Gran Mamá estábamos perdidos. Hicimos como que aún seguíamos enojados con él y comimos lo que nos guardó.

Cuando acabamos nos fuimos a dormir los pequeños y algo pasó, la Gran Mamá me llamaba y tenía que ir.

¿Sabría algo de nuestros trabajos? ¿Los niños entendieron y le habían contado?

Tenía que ir... No hay un medidor de miedo pero creo que lo hubiera roto por tanto que tenía.

Me armé de valor y dije que no tardaría, los dos me miraron con preocupación.

Fui.

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Holu personitas, quería dejarlos con un fin de capítulo de suspenso. ^•^  Jiji

¿Qué les parece hasta ahora? No tardaré en continuar, por mientras si tienen algún comentario se los agradezcooooow :3

Los leo todos :3
Gracias por leer.

Chiosi ;3