— ¿Quería verme?— intenté con todas mis fuerzas parecer relajada. Estaba frente a la Gran Mamá y temía por lo que pudiera decirme a continuación.
— Pasa querida, sí, te he llamado. Siento llamarte ahora que tienes sueño pero es muy importante decirte esto.
Estaba perdida, su seria expresión me hacía casi temblar y sentía que no podría aguantar más la tensión cuando, carraspeando, continuó.
— Ilian, como bien lo sabes, llevas aquí casi trece años y por la edad que tienes ya casi no se nos permitirá tenerlos con nosotros. Tú y los chicos son los únicos de su generación que aún siguen aquí, tal vez no debiste rehusarte a alejarte de ellos varias veces...
Esto estaba comenzando a asustarme, tocó el tema de "no se nos permitirá tenerlos con nosotros" y esto era para preocuparse. Deseaba en este momento tener a los dos a mi lado, pero ella me había llamado a solas, acorralándome y dejando expuesto mi claro nerviosismo.
— Ilian, está bien, estarás cansada y creo que es mejor que te lo diga ahora: hay una visita pendiente que quizá te interese.
— ¿Visita? — eso en verdad no me lo esperaba.
—Ilian, he encontrado una forma de apoyarte, cuando tú salgas de aquí sabes que deberás depender de ti misma al igual que los chicos, para ello creo que tienes entendido que deberás trabajar, ¿no es así?
— Ehh.. bueno, si.
Creí que me llamaba para descubrirme por mi trabajo pero esto estaba dando un giro inesperado que por ningún motivo vi venir.
— Hablé el otro día con una amiga que es directora de la guardería que está por aquí cerca, le conté sobre ti, un poco sobre tu situación y le pregunté si sería posible que alguien como tú encontrara trabajo con ella. Me permití contarle tu experiencia con los más pequeños y la ayuda que nos brindas en ocasiones. Al parecer le agradó la idea y te quiere conocer, mañana es el día, ella vendrá y te observará, además que hablará contigo.
Estaba conmocionada de sobra, ¿qué haría si ella me dijera que debía trabajar a la hora de mi trabajo con Oana? Ella no debía saberlo, temía eso aún y no sabría qué decirle o como despedirme de Oana.
Pareció darse cuenta que tardé mucho pensándolo y añadió:
—Ilian, sabes que es una gran oportunidad, no pensarás que esos dos iban a encargarse de ti, siendo que tú pareces más capaz de sacarlos adelante a ellos y a más. Deberías intentar, yo te ayudaré con lo que necesites antes de irte y creo que con esto hago demasiado como para que no lo aprecies. Te quiero y lo sabes, cada uno de ustedes son muy importantes en mi vida, más ustedes que nunca se han ido y los he visto crecer, desde muy pequeños, hasta lo que ahora son. Mañana vendrá y espero que te des esta oportunidad para aprender a depender de ti misma y de nadie más; en el caso de los chicos, ellos ya tendrán también mi ayuda, por ahora se presentó una oportunidad solo para ti. Vamos, sé buena niña y ve a descansar, mañana será tu entrevista.
Por un momento sentí tristeza y ese momento bastó para nublarme la vista, iba a llorar; por un lado tenía que no sabía cómo decirle de mi trabajo sin que pensara mal de mí y por otro, que estaba sola, ellos no me estaban ayudando a solucionar esto, estaba sola. Y sin quererlo, ella lo notó, se acercó a mi y puso su mano sobre mi hombro.
Yo solo pude decir, con débil voz — no puedo...
— ¿Ilian? ¿Porqué no puedes? ¿Hay algo que quieras contarme? Sabes que cuentas conmigo, al fin y al cabo soy como tu madre...
¿Qué podía hacer ahora? Quería decirle, sabía que esto podría ser traición y que tendríamos problemas pero, ya no podía más con ello. Le dije.
— No sabía si decirle... Yo ya he encontrado un trabajo, en un local de bebidas y... No queríamos que supiera porque nos dejaría fuera para que viviéramos con eso por nuestra cuenta. Alin también trabaja en una biblioteca, le mentimos acerca de las reuniones juveniles, lo siento mucho, creímos que si desde ahora ganábamos dinero a escondidas, sería más fácil cuando nos echaran...
Y ahí estaba, llorando. Era demasiado para mí haber confesado todo y traicionar a mis amigos. Sin embargo ella no se mostró enfadada, me abrazó y me dijo:
— Tranquila Ili, no has hecho nada malo, me alegra saber que ya piensan por ustedes desde ahora. No creas que los echaré por esto, además, si es posible, le diré a mi amiga que ya tienes trabajo o como quieras que le diga, tranquila.
— No es por no querer el trabajo, es solo que me gusta mucho el que tengo y me agrada mi jefa, me preocupaba que fuera en mi horario de trabajo. Pero si puede ser en otro horario, haré el esfuerzo y puedo con los dos cargos. Lo siento por tener miedo y no confiar en usted...
— No lo sientas pequeña, tranquila. Anda, ve a dormir y dile a los chicos que todo está bien. Mañana averiguaremos si puedes tomar un turno que no cruce con tu horario que ya tienes. Si ya cenaste ve a dormir ahora, mañana te quiero con toda la actitud y fuerza posibles.
— Gracias. — Me sequé los ojos que debieron de haber sacado demasiada carga emocional con tanta lágrima.
Ya con los chicos me sentí en el interrogatorio como el que tendría al día siguiente. Todo acerca de lo que pasó ahí dentro tuve que contarles y les agradó la suerte que tenía al conseguir esa buena oportunidad.
Antes de poder dormir, cuando ya estábamos tranquilos y con los ojos cerrados, Velkan dijo:
— Mañana comienzo mi turno a las diez.
?!?!!!!
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Holaaaaaaa personiwis!! :D
Me alegra poder continuar con ustedes y traerles este capítulo por fin. Intento lo más que puedo escribir seguido para no dejarlos en espera. Pero gueeeeeno, esto requiere inspiración ;D y cuando la hay es mejor.
Muchas gracias por seguir leyendo y si les gusta háganmelo saber linduras.
Hasta el próximo capítulo, ¿alguien sabe qué trabajo será del que habla Velkan? Jeje No spoileo.
Chiosi ;3
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Tres locos por la Libertad
AdventureIlian, Alin y Velkan son tres amigos huérfanos decididos a hacerse independientes y salir del orfanato antes de ser echados por ser mayores de edad. Aunque además de ser libres tienen la loca idea de hacer entrar a su amiga a un manicomio para que...