2. Llegando al internado

423K 16.7K 4.6K
                                    

Tardamos aproximadamente 1 hora en llegar al colegio. En el camino veníamos escuchando a las chicas que yo amo con todo mí ser: Little Mix. Coury ya estaba harto de esa música, pero como me adora la dejó. Ventajas de ser su mejor amiga, bueno aparte de Brooke.

Al llegar, me pude ver rodeada de puros hombres, ni una chica, puros chicos. Algunos, la gran mayoría eran guapos. No me culpen soy una adolescente con las hormonas alborotadas, pero por esta vez tendré que controlarme y no arrasar con el sexo opuesto.

-Bien, ahora tenemos que ir al auditorio para la ceremonia de apertura y... ¿Rae, me estás escuchando?- preguntó Coury llamando mi atención.

-¿Eh? ¿Eh? A sí, sí te estoy escuchando.- contesté con una sonrisa. En realidad no tenía ni la menor idea de que estaba diciendo.

-A ver, ¿qué dije?-cuestionó viéndome desafiante, con los brazos cruzados.

-Que tenemos que ir a ver a ese chico rubio de allá.- respondí moviendo las cejas de arriba-abajo con cara pícara.

-¡Compórtate! Recuerda que eres hombre. Si haces eso te tacharan de gay, tonta.- me regañó, dándome un zape a la cabeza.

-¡Auch!- me quejé sobándome la cabeza.

-Eso es para que me pongas atención. Ahora como decía, tenemos que ir al auditorio para la ceremonia de apertura. Vendremos por las maletas después, ¿ok?- preguntó viéndome a los ojos.

-De acuerdo. Sólo te recuerdo que no sé qué haré, tengo 17 años, hormonas alborotadas-comencé a hiperventilarme-.¿Cómo me comportaré en el dormitorio?- inquirí alterada.

-Tranquila, lo más seguro es que te toque compartir habitación conmigo, nada de qué preocuparse.- contestó tranquilizándome.

-Eso espero Coury- admití un poco nerviosa.

Caminamos hacía el auditorio. La escuela era gigante. Estaba conformada por 4 edificios de 15 pisos: en edificio A estaban las aulas, los casilleros, por decir la escuela; el edificio B,C y D eran nada más y nada menos que habitaciones para los estudiantes.

No sé si era mi imaginación o en verdad estaba sucediendo que algunos chicos se me quedaban viendo, de forma extraña.

-Oye Coury ¿es mi imaginación o esos chicos me observan?- pregunté paranoica, volteando rápidamente hacia todos lados.

Coury soltó una sonora carcajada.

-Raechel, digo Ryan, creo que estás alucinando.- respondió golpeando mi hombro suavemente.

-Sí, debe ser eso. Tengo mucha hambre.- dije sobándome el abdomen.

-¿Cuándo no?- preguntó sarcástico el ojiazul.

-Calla y aliméntame.

-Sí claro, su majestad.- dijo sarcástico.

-¡Ya déjame!- protesté como niña pequeña, por lo que unos tipos que estaban cerca se me quedaron viendo.

Me puse roja y comencé otra vez a hablar como hombre.

-Bien como decía, amo el soccer amigo, le voy a los "Vaqueros de Dallas".- comenté con voz gruesa.

-Ryan, los "Vaqueros" es un equipo de fútbol americano no de soccer.- me corrigió sin ocultar su tono obvio.

-Calla y sígueme la corriente.- supliqué en un susurro.

-¿Y quedar en ridículo? No gracias, no apetezco.- contestó mostrando una gran sonrisa blanca.

-¿Qué papel quieres conseguir en el colegio?- pregunté cruzada de brazos.

Internado de ¿Hombres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora