Internado de ¿Hombres?

4. Un día muy malo

Me levanté muy temprano, demasiado para mi gusto. Volteé a ver mi celular que se encontraba a lado de mi almohada y eran las 5:30 a.m. ¿QUÉ? Es muy temprano, pero yo tengo un problema de que cuando me levanto no puedo volver a dormir.

Me bajé de la litera con cuidado ya que no quería despertar a mis compañeros de habitación quienes todavía dormían placenteramente.

Caminé como zombie hacia el baño, tenía mucho sueño y casi no era consciente de lo que hacía, de un movimiento brusco abrí la puerta y vaya sorpresa que me encontré. Deje soltar un grito muy agudo y mi acompañante de baño igual soltó uno, pero más ronco.

Nervioso comenzó a buscar una toalla, pero para su mala suerte la encontró minutos después y yo estaba en shock como para taparme los ojos, así que yo ya había visto todo y cuando digo todo es ¡TODO!

-L-lo si-si-ento- tartamudee nerviosa y dándome la vuelta.

-N-no te preocupes- dijo de la misma manera.

-En serio lo siento, Archie- me disculpé apenada.

-No fue tu culpa, yo olvidé poner el seguro- el rostro de Archie estaba rojo a más no poder y digamos que su rostro pálido no le ayudaba en lo absoluto.

-Sí, sí lo fue. Bueno, hagamos como que esto nunca paso, ¿vale?- le extendí la mano para cerrar el trato.

-Vale- asintió tomando mi mano.

-Si me disculpas, iré a tomar una ducha- dije tomando una toalla del armario.

-No olvides poner el seguro- su comentario intento ser un chiste pero resultó un intento fallido ya que sonó muy nervioso.

-Cachado- respondí con una sonrisa apenada.

Me devolvió la sonrisa y se dio la vuelta.

Entré al baño y cerré con pestillo, no quería que alguien entrara y viera que en realidad lo que marca mi hombría es un par de calcetines.

Abrí la llave de la regadera y me estremecí al sentir el agua fría caer por mi espalda, pero pasando los segundos las gotas se fueron tornando tibias y como disfrute esa sensación, era bastante agradable bañarme después de no haberlo hecho durante 25 horas. Me estaba bañando tranquilamente cuando recordé que mi uniforme se había quedado en mi cajón y era más que obvio que no iba a salir así.

Al terminar de bañarme salí de la regadera y me sequé con la toalla, me la enrollé en el pecho y abrí unos cuantos centímetros la puerta, lo suficiente como para que cupiera mi cabeza y grité:

-¡Chicos!

-¿Qué sucede, Ryan?- escuché la voz de Finn responderme.

-¿Me podrían pasar mi uniforme?- pedí educadamente.

-¿Por qué te cambias en el baño? Ven y únete a la fiesta de desnudos, Ry- escuché a Derek decir-. ¿Qué te sucede, estúpido? ¿Por qué me golpeas, idiota?- se quejó segundos después den haber dicho esa ridiculez.

-Porque te lo merecías, imbécil. Deja de decir tanta sandez y mejor vete a cambiar que se nos hace tarde- dijo Finn brindándole otro golpe ya que Derek se volvió a quejar.

-Pero Ryan, ¿por qué no sales? No creo que tengas algo que no quieras que veamos o que no hayamos visto ya. Vamos hombre, nosotros también tenemos polla. Sal, no es como que tengas senos y todo eso que tienen las mujeres, aunque no estaría mal que las tuvieras, tengo tanto tiempo de no haber tocado unos pechos - cuando Derek dijo eso me tensé demasiado que quise salir corriendo y arrastrar a Coury a la salida para que escapáramos de ese lugar. Hubo un silencio de miedo-. ¡¿OTRA VEZ, PENDEJO?! ¡QUE DEJES DE GOLPEARME, QUE SI NO TE DARÉ EN LAS BOLAS, PUTO!- me reí para mis adentros y me resigné a que no me traerían la ropa.