Internado de ¿Hombres?

3. Nuevos Amigos

N/A: Como veo que casi nunca leen los comentarios al final, comenzaré a ponerlos al principio o tal vez sólo éste xDD Muchas se preguntan "¿Por qué esta mujer no sube capítulos seguidos?" Pues al final del capítulo anterior puse "Subo capítulos todos los VIERNES" entonces subo capítulos los VIERNES (: Esto para hacer capítulos más largos y satisfactorios :33 Perdón por subir tan tarde, pero tuve cosas que hacer ayer. ¡Gracias por leer! No olviden comentar lo que les pareció {Con respeto e_e} y dejar su voto para que me motive a escribir más (: P.D: Comenzaré a hacer dedicatorias, si quieres que te dedique un capítulo comenta tu parte favorita del capítulo y yo eligiré al azar a quién dedicarselo (: P.D2: ¿Alguien hace trailers? Si es así, por favor de mandarme un MP :33

A las 3 p.m me dirigí al comedor dónde me quede de ver con Coury, quien hace unos minutos me había mandado un mensaje diciéndome que ya se encontraba esperándome en el comedor.

Caminé con toda la calma del mundo, observando cada detalle del colegio cuando me percaté de algo de lo cual no había tomado en cuenta; las regaderas eran compartidas.

Todos podían ver a todos, todos podían verme a mí y descubrir al instante que soy una chica, una chica con pechos y esa otra cosa que nos diferencia de los hombres.

Comencé a correr lo más rápido que pude hacía el comedor, pero al llegar a las puertas no pude frenar y el impulso que llevaba, más mi peso, hizo que chocara contra ellas y cayera al suelo unos tres metros lejos, solté un gemido bastante fuerte y extraño, era parecido al de una vaca o algo así. Esas puertas eran de esas típicas que se encuentran en todos los colegios, que con cualquier empujoncito se logran abrir y ésta no iba a ser la excepción, al abrirse todos los presentes -bueno, algunos de los presentes- voltearon hacía la dirección de dónde provenía el ruido y comenzaron a soltar sonoras carcajadas que provocaron que ahora sí todos voltearan hacía mi dirección.

Mi nariz estaba hinchada y mis mejillas eran de un color rojo pasión, -no diré fuego porque el fuego es naranja con azul, no rojo-

Escuché unos pasos que caminaban hacía mí y unas risillas que los acompañaban, reconocería esa risa de burro viejo a miles de kilómetros a la redonda, era sin duda mi mejor amigo, pero no venía solo.

-Ryan, ¿te caíste?- preguntó con la cara roja ya que intentaba controlar la risa.

-No, cómo crees. Sólo vine a saludar a mis amigas las hormigas, tenía mucho tiempo que no las veía- respondí sarcásticamente.

-¿Estará María ahí?- inquirió haciéndose el gracioso un chico alto de cabellos rubios.

-No lo sé, ¿quieres ver por ti mismo?- contraataqué a aquel tipo que se creía muy listo.

Con ayuda de Coury y mucho cuidado me levanté del frío mármol que componía el suelo, la nariz me punzaba y bastante, no digamos de mi pequeño trasero que dolía a horrores, era como si una ballena gigante se hubiera sentado ahí durante horas.

-Debes ir a la enfermería- comentó un chico de cabello castaño y anteojos.

-No lo creo, tengo un chewbaca dentro de mi estómago que exige comida- le dije seriamente.

-Eso es imposible. Los chewbacas no existen, sólo son hombres disfrazados de osos sobrenaturales- volvió a decir mientras se acomodaba los lentes.

-¿Te pregunté sí existían o no?- inquirí cruzada de brazos y con una ceja levantada.

-Emm, no pero dijiste que tenías uno adentro y yo sólo aclaré.

-Cómo sea cerebrito, no pedí tu opinión- dije finalmente para voltear a ver a Coury.