Star vs las fuerzas del mal (High school)

Un Viernes con sueño.

- Estaba mirando hacia el techo observando la nada, me había despertado hace 10 minutos el reloj de mesita de Star marcaba las 3 am, tenía sed pero no había manera de ir por agua ya que ella se encontraba dormida plácidamente sobre mí y abrazada a mi cintura, en verdad que ella adora abrazar y empezaba a entender porque nadie quería eso de ella, ejercía presión mientras su cabeza descansaba en mi pecho, aunque para ser sincero no me molestaba que ella estuviera de esa manera conmigo, traté de moverla porque en verdad necesitaba ese vaso con agua, pero mis esfuerzos fueron inútiles, a cada intento ella apretaba más y se repegaba aún más a mi cuerpo, empezaba a pensar que haberle dicho de dormir juntos era mala idea, si esto continuaba así terminaría o mudándo mis cosas a esta habitación o pasándola a mi recámara, como sea ambos terminaríamos durmiendo juntos y eso no sería fácil de explicarle a mis padres.

- Mientras observaba ese rostro angelical dormir noté que su semblante cambió totalmente, de uno tranquilo con sus labios quietos a uno con tristeza y lágrimas que emanaban de esos zafiros dormidos, no podía despertarla ya que eso la alteraría e incluso haría gritar y ahí si se armaría la grande, recordé haber leído que cuando a los bebés les pasa eso en sueños se les acaricia suavemente la espalda y la nuca para que sientan el calor de su madre y así se relajaban, bien ahora Star no era ninguna bebé y yo no era su madre, pero que podría perder intentando aplicar esa teoría, todo iba bien al principio me dio algo de vergüenza meter mi mano por la parte de abajo de su pijama para poder acariciar su espalda desnuda pero después de un rato funcionó, ella nuevamente sonreía e incluso puedo decir que su agarre se aflojó un poco y pude respirar más aliviado.

- Recosté a Star en su parte de la cama mientras me dirigía a la cocina por ese vaso con agua que bastante falta me estaba haciendo.

- Mientras bebía de aquel vaso recordaba los sucesos que hasta hace pocos días habían pasado, el ataque de Brittney, las miradas y comentarios de las chicas, todo eso solo me hacía querer renunciar a los equipos, pero esa bendita oportunidad de conseguir una beca deportiva se mantenía en mi mente, era algo que mis padres querían, que yo vaya a la universidad y sea un profesional, estaba decidido a convertirme en un gran psicólogo y por Dios que lo sería.

- Dejé esos pensamientos, era demasiado temprano (3:30 am) para agotarme pensando en eso así que subí hasta el primer piso y me debatí si volver con ella a la cama (rayos debía de admitir que sonaba raro decirlo así, "volver a la cama") o ir a la mía, le había hecho una promesa que era despertarla antes que me valla para que no se sintiera sola, y una promesa es una promesa.

- Entré despacio tratando de no hacer ruido, cuando me acosté la atraje nuevamente hacia mi cuerpo, no sé si fue por instinto o qué pero ella automáticamente se volvió a aferrar a mi cintura mientras colocaba su cabeza en mi pecho, con mi mano le retiré el cabello de la cara y cerré mis ojos esperando que en un par de horas y 5 minutos la alarma me dijera "hey ya vamos a trotar"

- Estaba sintiendo aquel calor tan confortante aún cuando el clima era frío, Marco despedía un calor y un olor muy agradable, lo vi dormir debajo mío, sus manos estaban en mi espalda, metidas entre mi espalda y mi blusa acariciándome, me sentía relajada, con él las cosas no era raras, más bien se podía decir que eran normales como si siempre lo hubiésemos hecho.

- Dejé de abrazarlo y llevé mi mano a acariciar su rostro, sus labios, sus mejillas, acariciaba todo lo que podía tratando de no despertarlo, quité sus manos de mi espalda y me acerqué más a él hasta que nuestros rostros quedaron muy cerca el uno del otro, solo sería uno, sí solo uno, un secreto mío con él... no lo razoné más y...