CAPITULO 3

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La policía redujo a ambos oponentes. Sean se resistió, y Félix ya estaba en el patrullero. Tuvieron que esposar a Sean y lo metieron al auto.

Ambos fueron llevados a la comisaría y, siendo menores de edad, llamaron a los padres. Era tarde en la madrugada, y los dos en sus celdas separadas estaban en silencio. El primero en llegar fue el director de su escuela. Quién entró al lugar donde esperaban los menores.

-Esto es inaceptable -hablo, tallando uno de sus ojos con el dorso de la mano. -Tendremos que tomar medidas respecto a lo que sucedió esta noche. Kjellberg, McLoughlin, espero que entiendan las consecuencias de sus actos...

En ese momento, ingresó al lugar la madre de Sean, envuelta en furia y llanto.

-Mamá -dijo Sean. Extrañamente se alegró al verla. Pero ella no se inmutó. En cambio, observó a su hijo, con el ojo morado y una ceja con sangre ya coagulada.

-Señora McLoughlin -el director estrechó la mano de la mujer y, haciendo un gesto, le invitó a que pasarán a la habitación contigua.

-Menuda suerte la tuya, McLoughlin -rio el sueco, mirándolo burlón.

-Estamos en la misma bolsa, hijo de puta. Si uno de los dos se hunde, a los dos nos lleva la corriente -Félix borró la sonrisa de su rostro, y meditó acerca de eso. Sean tenía razón. Los dos estaban metidos en un lío muy grande. Unos minutos después de aquel cruce de palabras llegó el padre de Félix, alterado, y con algunos policías tratando de contenerlo. En vano, pues logro avanzar hasta el lugar donde estaba su hijo, solo separados por unos barrotes de metal.

-Te va a costar caro ésta, malnacido... -antes que prosiguiera, el director irrumpió nuevamente.

-Señor Kjellberg, qué gusto que se nos pueda unir tan temprano. Por favor -señalando la habitación de la que salió. Mirando a su hijo, pasó a la habitación, respirando profundamente.

-Se nota que estas mas jodido que yo -Sean río, cínicamente. Y de nuevo el silencio.

(...)

El director hablo a ambos padres.

-Esta conducta es completamente inaceptable. Señora, aceptamos a su hijo, con la condición de que no causaría problemas a la institución. No puedo hacer nada por usted.

-Según los oficiales, era Sean quien estaba en el suelo. El hijo de éste señor fue quien lo agredió.

-Señora, cállese la boca, que su hijo fue quien inició todo este quilombo.

-Por favor, mantengamos la calma. En casos como éste y dadas las circunstancias y nuestra política como escuela de formar a los jóvenes, me temo que lo más viable es enviarlos a ambos a un reformatorio. Sin pagar fianzas. Solo ante un juez de menores.

Ambos padres se observaron por unos segundos. La mujer habló.

-Necesito consultarlo con el padre de Sean... -salió de la habitación para llamar al pobre hombre, quien aún no tenía ni idea de lo que sucedía.

-¿Cómo que una pelea ilegal? -el tipo se exaspero detrás del auricular del teléfono.

-Lo sé, amor. Debí haberme dado cuenta, estuvo muy extraño desde tu último viaje. Según la policía dice que no es la primera vez que los llaman por estas peleas. Sean debe estar tan angustiado -tallo sus ojos, con cansancio.

-¿Como que no te diste cuenta? Es nuestro hijo, por el amor de Dios-el hombre perdía la compostura cada vez más.

-De acuerdo, me haré cargo yo de la situación. Lamento haberte molestado.

Luego de cortar la llamada volvió a la habitación donde los otros dos hombres esperaban.


Hola! antes que me olvide subo esto. Nos veremos el viernes! Disfruten :3

The Drug in Me is You - Jelix [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora