La Extranjera

¿Nos vamos?

7:00 am y en una tranquila habitación de una casa, dos jóvenes se encontraban durmiendo abrazados y en ropa interior, con solo una manta gris cubriendo sus cuerpos semidesnudos. La luz de los cristales se filtró por el dormitorio hasta los ojos de la chica, quien perezosamente intentó acomodarse para volver a dormir, sin embargo, al no conseguirlo se dio la vuelta. Quiso abrir los ojos pero al escuchar y sentir a alguien a su lado, se sobresaltó un poco

Sintió como esa persona la abrazaba con más fuerza por la cintura para acercarla a su cuerpo, ella se acercó palpando lo que parecía ser el pecho bien formado de un chico. Lo acaricio hasta llegar al cuello, donde paso sus manos hasta la nuca del muchacho. Aquella figura transmitía calidez

Escuchó una respiración pausada y tranquila en frente de ella. Enredo las manos en el cabello de esa persona y escucho un suspiro. La muchacha respiro profundo, logrando detectar un aroma bastante agradable: una mezcla de incienso, bambú, carbón y algo que ya no podía identificar

Sonrió más tranquila, aun con los ojos cerrados al saber de quien se trataba. No pudo evitar sentir sus mejillas arder al recordar cada detalle de la noche anterior

Abrió los ojos por fin, encontrándose con el pacifico rostro del asiático que aun dormía

-junjie...- llamó en voz baja- jun... despierta... junjie

-¿hmmm?

-ya es de mañana... tenemos que levantarnos

-5 minutos más...- habló adormilado causando una ligera risa en la albina

-junjie vamos...

-duérmete ki, es temprano todavía- él en un movimiento la hizo quedar sobre su pecho para evitar que escapara

-si mi tía se entera que estoy aquí, nos va a matar- insistió- vamos junjie...-el campeón del este solo la brazo con más fuerza, sin embargo, una pequeña sonrisa traviesa se asomó en sus labios- junjie, en serio, hay que levantarnos... amor...

-¿Qué acabas de decir?- preguntó soltándola y abriendo los ojos

-no he dicho nada, AMOR- dijo con una sonrisa pícara, remarcando la última palabra. Se acercó al rostro del muchacho, dejando que algunos mechones blando cayeran en la su cara mientras se sentaba a ahorcajadas de él- no me parecía justo que yo fuera la única con un apodo, cariño

Junjie la miro por unos instantes: kia sobre él, con solo ropa interior, su cabello suelto y despeinado, con algunas marcas en su cuello y clavícula, llamándolo un apodo y con una sonrisa para nada inocente

-"la tentación es mala junjie, la tentación es mala"- se dijo mentalmente

Intento controlarse pero...

Cambió de posiciones, siendo ahora él quien quedara encima de la chica. La beso con suavidad pero con pasión, logrando sacarle un suspiro a ella

-buenos días, dormilón- dijo separándose de los embriagantes labios del chico

-buenos días, preciosa- correspondió el saludo- ¿descansaste anoche?- kia notó el tono pícaro en sus palabras

-obvio no... estaba contigo- respondió guiñándole un ojo

Volvieron a besarse, los toques y caricias acompañadas por los suspiros jadeos y gemidos de ambos no tardaron en aparecer

El bajo hasta su cuello y clavícula, donde se detuvo un momento para apreciar la marca que había hecho. Siguió bajando hasta sus senos, al llegar a esa zona mordisqueó la piel que el sujetador dejaba a la vista

-¡junjie! Ahhhh... ¡nght!- ella quería quedarse otro rato con el chico en aquella habitación pero ese día tocaba cosechar y ya iba con 3 horas de retraso- jun... jie... mi tía, tengo que... ¡ah! Hmmmm- se le hacía difícil hablar al sentir como el muchacho seguía bajando sus besos hasta su ombligo- nos van a.... mataaaar ¡ahhhhh!- sus besos se transformaron en mordiscos alrededor del vientre de ella- ¡ah! ¡Junjie! ¡Por... favor!- en ese momento no supo si esa suplica era para que se detuviera o siguiera- hmmmmmm- jadeo al sentir como conectaba sus bocas y buscaba su lengua con deseo- ¡HMMMMM! No te... no te detengas jun...