La Fiesta de Primavera

578 27 124
                                    

Los fuegos artificiales iluminaron los cielos de las cavernas del este cuando el reloj marcó las doce; dando inicio oficialmente a la festividad más importante de su cultura.

Muchas personas se habían quedado despiertas para mirar el espectáculo de luces que no era visto desde hace 20 años. El festival duraba una semana; una semana completa con músicas, juegos, danzas, comidas y muchas risas. Una semana completa para festejar la vida.

Las luces de los fuegos artificiales iluminaron tenuemente una habitación donde dos jóvenes dormían plácidamente. El muchacho al escuchar las explosiones y los victoreos de la gente a lo lejos, se despertó para incorporarse en la cama. Miró por el balcón desde su sitio, las cortinas estaban abiertas igual que las puertas corredizas de vidrio, permitiendo que una fresca brisa entrara a la habitación; sonrió, volteó a ver a la chica que aun dormía junto a él dándole la espalda y se inclinó sobre ella para besarle la mejilla con suavidad. La chica abrió los ojos con pesadez y se giró a verlo.

-¿Jun?

- Shēngmìng zhī huā (feliz flor de vida)- susurró el asiático en su oído mientras acariciaba el hombro de la albina.

-Shēngmìng zhī huā- repitió ella antes de recibir un tierno beso en los labios- hmm... ¿Qué hora es?

-medianoche- se levantó de la cama buscando sus boxers en el suelo para ponérselo junto a sus pantalones- ven acá, esto te encantará kia.

La mencionada se levantó y se colocó la camisa del kensey que estaba al borde de la cama, después se acercó a él. Caminaron hasta el balcón, la stell se apoyó en el barandal mientras que el campeón del este la abrazaba desde atrás. Miraron los fuegos artificiales en silencio, disfrutando de la compañía del otro y dándose dulces besos de vez en cuando.

-son hermosos- suspiró kia viendo el cielo- jamás había visto algo así ¿Cuánto durará el festival?

-una semana completa, empezando desde ahora- hizo que se girara para besar sus labios de manera deseosa, la albina no tardo en corresponder el beso- y me aseguraré de que nunca olvides este festival- volvió a besarla mientras le quitaba la camisa. Sus besos bajaron a su cuello suavemente.

-ahhh...- jadeó al sentir como la mano del muchacho empezaba a colarse entre sus piernas- ¡jun...!

Suerte que el refugio estaba alejado del pueblo...

Horas más tardes en la caverna serenidad...

Un destello de luz rosa alumbró la caverna unos segundos y dejó caer a un grupo de lanzadores al suelo de manera muy estrepitosa.

-pronto debe recordar no comer nada antes de entrar a un portal- dijo el mareado topoide antes de vaciar su estómago cerca de un hongo.

-¿otra vez la caverna serenidad? Pensé que al encontrar el portal del este saldríamos por ahí- comentó el troll.

-odio los portales- dijo la pelirroja.

-¡oh, vamos chicos! Es divertido ¡como una montaña rusa!- el Shane se acercó a la camarógrafa y la ayudo a ponerse de pie.

-¿montaña rusa?- repitió Kord- ¿es algo de la superficie?

-sí, son muy divertidas- Eli sonrió dirigiéndose a su meca- mi tía Thalía solía llevarnos a mi primo y a mí a los parque de diversiones. Y mi madre lo detestaba y se molestaba con mi padre quien siempre era el cómplice de mi tía.

-tu madre te cuidaba mucho, ¿verdad?- comentó la pelirroja.

-sí, siempre se ponía muy nerviosa cuando me caía o algo- el muchacho hizo una mueca- a veces peleaba con papá por no venir tan seguido, y decía cosas sobre poder ocultarse.

La ExtranjeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora