Vhope

328 17 7
                                    

ADVERTENCIA:
PAREJA: VHOPE (TAEHYUNG + HOSEOK/ V + J HOPE)
LEMON: Ya deberías saberlo (CLARO QUE SI)

Narra: Tae Hyung

Otro día más en el hospital.
Como la rutina, claro está.
Se que yo elegí este trabajo, y en verdad no me quejo, adoro ayudar.
Me encanta poder dar todo de mi para ayudar a mis pacientes, aunque al fin y al cabo, los que se llevan el crédito sean los doctores.
Solo soy un simple enfermero, pero he ganado mucho reconocimiento desde que los pacientes piden por mi cuando algún enfermero que no conocen les brinda servicio.
Es... Agradable para mi, me siento estupendo al solo saber que les agrado y que me prefieren, pero también he gamado algunos enemigos así.
Los mismos enfermeros se enfadan conmigo algunas veces, solo por no ser los "preferidos", y creo que eso... Me duele un poco.
De todas formas, tengo mis amigos aquí. Ellos no se molestan por mis actos, al contrario, intentan imitarlos, y siempre me defienden ante los envidiosos.
De verdad son de mucha ayuda. Me han ayudado hasta cuando yo estaba destrozado por el fin de mi relación.
Pero, uno no puede vivir aferrado a los recuerdos. Hace mal. Y eso, lo veo todos los días.
Si no funciono, no creo que funcione otra vez...
Pero no pude evitar las lágrimas el día en que dejó de insistir en hablar, el día en el que se dio cuenta, que no volvería con él.
Pero él no sabia, que yo si quería regresar.
No sabía lo mucho que lo extrañaba.
- ¡¡Tae!! ¡Necesito ayuda por aquí!
Giré mi cabeza al oir la advertencia de mi amiga, pero el grito del paciente segundos después me hizo reaccionar.
- ¡Voy! ¿Que sucedió?
- Hubo un gran accidente, al parecer. Yo me hago cargo de los que ya están aquí, ¿pero podrías ayudar a los de allí? Solo necesitan cuidados menores, y, ya sabes, alguien con quien charlar y tranquilizarse.
- Si, si claro Jisoo.
Respondí con una sonrisa un poco triste, la cual me fue devuelta del mismo modo por parte de ella.
Al acercarme un poco a los pacientes, me di cuenta de que eran al menos unos 20, y todos tenian cortes y rasguños.
Suturar, limpiar y coser no era un problema para mi, pero eran demasiados como para charlar con cada uno de ellos sin antes poner en riesgo de infección alguna herida de otra persona.
Pero ya sabía que hacer.
Amablemente, suturé, ayudé, y curé a todos los pacientes que me correspondían.
Cuando ya todas las heridas estaban cubiertas, me dediqué a preguntarles si necesitaban algo más, alguna atención o lo que fuera necesario.
Me quedé a charlar con varios de ellos cuando unos doctores me avisaron que tenían todo bajo control, y no era necesario preocuparse por nada más.
Pasaron al menos 4 o 5 horas antes de volver a la sala de descanso.
Me recosté sobre el sillón, muy cansado. Ya llevaba tres días recorridos así, con solo 14 horas de sueño.
- Hey Tae, ¿qué pasa?
Preguntó Jin, un enfermero infantil muy bueno y amable. Uno de mis mejores amigos.
- Nada Jin, estoy muy cansado, solo eso.
- No estarás pensando en él otra vez, ¿cierto?
- Me lo acabas de recordar.
Jin y Hoseok eran amigos también, por lo que se conocían y pasaban tiempo juntos.
No era el único que lo conocía.
De hecho, todos mis amigos en este hospital también eran amigos de él.
- Vamos Tae, sabes que él solo quiere arreglar las cosas. Él nunca quiso dejarte.
- Si, pero se que lo estaba lastimando casi no verme. Fue decisión mía, ¿recuerdas? El no podía soportar casi no verme, casi cae en depresión. Solo le estaba haciendo daño.
- Pero si solo es un mes por año que debes hacer guardia recorrida, ¿estas seguro de que era eso?
- De no serlo, no tengo idea que podría haber sido lo que lo puso así, tan... Estresado.
- Hola! Oh... Tae. ¿Pensando en Hobi otra vez?
- Si Jimin, pero... Creo que ya fue suficiente de eso. Hablemos de otra cosa.
- ¡No! Tu te vas a la habitación especial de suturas. Hay alguien pidiendo por ti.
- ¿No puede ser otra persona? De verdad que no tengo muchas ganas de sonreir ahora...
- Lo siento, pero dice que no vera a nadie mas si no eres tú. Dices que eres especial...
- Ok, ok. Ya voy.
Y con mi mayor sonrisa, me dirigí a la sala de suturas especial.
~
- Buen día... He venido a curar sus heridas...
Y reí levemente mientras cerraba la puerta, ya que estaba haciendo una rima, aun de espaldas.
- ¿Otra vez con las rimas, mi amor?
Esa voz.
Me congelé.
No quería voltear, de verdad no quería hacerlo, pero...
- Ya amor, voltea, no tengo rayos lacers en mis ojos.
- Ho... Hoseok.
Volteé.
Con mi mano tapé mi boca, ahogando asi un grito penoso, que surgió inevitablemente cuándo vi a Hob... Hoseok.
Las lágrimas no dudaron en salir de mi ojos cuando el me abrazó, apoyando mi cabeza en su hombro, permitiendome llenar de lágrimas su campera de cuero.
- ¿¡Que rayos te pasó!?
- Nada, tranquilo. Fue solo una herida. No es tan grave como parece.
- ¿QUE ME QUEDE TRANQUILO?¿ACASO VISTE TU CARA?
- Si, pero me grites!
Respondió, al parecer, divertido.
- ¿De que te ries imbécil? ¿No has visto tu rostro? ¿Te ries de que me preocupe?
Contraataque con mis preguntas, ya rojo de la furia.
- De que amo que te enojes. Solo volé por dentro de un ómnibus, pero choqué contra un asiento roto, por eso los rasguños. El ojo morado el porque un fierro que caía justo pegó en mi carita. Pero no tengo nada más.
- Genial.
Dije ya más tranquilo.
- ¿Entonces para que me llamaste?
- Porque te extrañaba, y como no contestabas mis mensajes, no vi mejor oportunidad para venir a verte! No, no, no te enojes. Solo... Quería decirte que Jin ya me explico lo que creías... Y no es así.
Yo tenía otros problemas, pero ya los solucioné. Ya es tiempo de volver... ¿No crees?
- Yo.... Emm yo... No se... Bueno... Yo...
- Ya. Ya capté.
Suspire aliviado, sabía que entendería que necesitaba cinco minutos.
- Debo mostrarte cuanto me amabas.
Espera... ¿Qué?
- Ok... Asi será.
Se acercó a la puerta, creí que se iría, y estuve a punto de correr para alcanzarlo, pero solo escuche el sonido de la puerta trancarse, con el adentro.
- Asi nadie nos interrumpirá.
¿QUÉ?
- Te extrañe tanto... Se que tu también.
Comenzó a besarme muy despacio, tan despacio que me dieron ganas de cantar la canción de Luis Fonsi.
Pero antes de que pudiera burlarme de su lentitud, o de pedirle explicaciones, enseguida volvió el beso mas intenso.
- No... Hoseok...
Dije entre sus labios.
- Oh si. Claro que sí.
Y retiró bruscamente mi camiseta de uniforme, descalzando mis zapatos y los suyos a la vez.
Sus manos no dudaron en tocar mi pecho, y acariciar mis pezones.
Todas las dudas de si quería esto, se iban esfumando poco a poco.
El beso fue cada vez más fuerte, y sus manos frías tocaban mi espalda con exageración.
Cuando quiso separar nuestras bocas, seguramente para lamerme, aproveché y desprendí los botones de su camisa, rindiendome al tercero y rompiendo los restantes.
Como supuse, se dirigió a lamer mis pezones, mientras los bultos en nuestros pantalones comenzaban a molestar un poco bastante.
- Mmm... Hoseok... Y-yo no creo, que de-debamos...¡Ah!
Apretó mi miembro por debajo de mi pantalón, impidiendo que acabara mi frase de protesta.
- ¿Que decías?
Pregunto desafiante, sin dejar de acariciar mi miembro, sin dejar de lamen mi pecho, sin dejar de tocar mi espaldas.
Sin dejar de hacerme gemir.
Me sentía tan bien, que pensé, "quizás, si sea cierto lo que dice", y me permití tener sexo con el una vez más, temiendo a que fuera la última.
Solo el pensar eso hizo que me estremeciera, pero sus suaves caricias me hicieron olvidar todo, y una vez más, me emborraché con su sensual olor.
Caí ante sus dulces brazos, y dejé a su mágica lengua a cargo de mi boca.
Y algo más.
Caí en la cuenta, de que en verdad lo necesitaba.
- Es mi turno.
Le advertí agitado.
Enseguida lo tome del cuello, uniendo nuestras bocas con desesperación mientras el, disimuladamente, deshacía el nudo de mi pantalón.
- Suficiente.
Abrí los ojos al escuchar esa palabra, pues ya tenía en claro lo que iba suceder.
El quería dominar hoy.
Pero yo lo necesitaba, así que no veía porque no.
- Pues hazme lo que te plazca, como en los viejos tiempos.
- No tan viejos, y próximamente cercanos.
Mencionó riendo con picardía, pero no pude tomarle mucha importancia, ya que estaba cegado por el placer que provocó en mi al tocar mi miembro, justo cuando dijo eso que no pude entender.
Retiró todo mi pantalón muy despacio, solo para provocarme mas, mientras lamía mis piernas descubiertas para subir.
- ¿Cómo lo quieres?
- Qu-quiero... Sentirte... Mmm...
- Entendido.
Dicho esto, se dispuso a juguetear con mi bóxer, dando leves besitos en mi bulto, tocando sensualmente mi trasero, y moviendo su pelvis contra mis piernas.
- Aaahhh Hobi...
- Se que te gusta... Así...
Y posó su cara bajo mi miembro, aún cubierto, subiéndolo de un movimiento un poco brusco, pero lento al final.
No pude evitar que se escapara un gemido de mi boca.
Se sentía tan bien.
- Ya-ya... Ummya... Es... Ya es hora...
- ¿Mi bebe me extrañaba mucho?
Con mucha ternura, añadió un puchero a su pregunta, tocando el botón de su pantalón, a punto de quitárselo.
Asentí con mi cabeza, señalando su mano, pidiéndole que lo desprendiera de una buena vez.
¡Ya me palpitaba el miembro!
Por suerte, capto la indirecta, pero en lugar de quitar su pantalón rápido y volver a mi, lo hozo despacio, otra vez.
Debo admitir que ame lo que vi.
Meneaba sus caderas mientras su pantalón caía, y cuando este llegó al suelo, pegó su trasero a mi, moviéndolo, como si estuviera bailando.
Era un placer indescriptible, pero mi miembro ya dolía demasiado.
- Oh... Ho-hobi... Por favor...
No noté que había tomado unas tijeras, pero con ellas "inocentemente" cortó mi bóxer.
- ¿Quieres esto?
Cuestionó mientras agarraba su miembro.
Otra vez asenti, pero esta vez no me quede sin hacer nada.
Le salté encima, enrollando mis piernas en sus caderas, y una vez que se sentó en una camilla, me las ingenie para quitarle en bóxer con los pies.
Nunca dejo de besarme, ya fuera en jugando con mis pezones, clavículas e incluso el lóbulo de la oreja.
Al creer que me prepararía antes de introducir su monstruoso pene en mi ano, estaba completamente equivocado.
Lo metió sin dudar, de una sola vez, partiendome en dos.
El siempre fue una bestia, pero hoy estaba experimentando algo nuevo.
- ¡HOSEOK! ¡Aaaaahhhh!
- Oh ¡ah! Tae...
- ¡Más! P-por favor.
Una embestida.
Mis ojos cayeron.
Dos embestidas.
Mi mente en el cielo.
Tres embestidas.
Mi cuerpo relajado.
Cuatro embestidas.
¿Cómo se respiraba?
Ya no daba a más, y entonces se le ocurrió acostarme sobre la camilla, estando sobre mí, teniendo el control sobre mi ahora pobre e indefenso cuerpo, que disfrutaba del placer de otro mundo que su ex-novio le aportaba.
- Aahhhhh!
- Eso es... Gime para mí...
Otra embestida. Y ahora, una lamida a mi pecho.
Mi respiración se encontraba con la suya, chocando, y contagiando el calor que producían.
En ningún momento olvido ni un detalle, así que dirigió sus manos a mi ya demasiado necesitado pene, y comenzó a masturbarlo rápidamente, al mismo tiempo que aumentó la rapidez de las embestidas bestiales y placenteras que me daba.
- ¡Ah! Ah, ah, ah, ah, ah, ah, ¡ah!
   ¡Más Hobi más! Mmm ¡si! ¡Ah!
Los gritos salían cada vez más agudos, delatando el nivel de excitación que tenía en ese momento.
Era como un terremoto de 8.9 dentro de mi.
Un destrozo total.
Pero vaya que lo disfrutaba, tanto que mi mente volaba con Barney en el espacio en ese mismo momento.
- Tae! Aahh...
- Ay Hobi!
- Ya... Ya...
- Y yo...
Y nos corrimos, llenando de semen la tela de la camilla sobre la que estábamos.
~
- Bueno...
Ya estábamos vestidos, aun agitados y agotados por el sexo anterior, y las otras tres veces posteriores.
- No puedo creer que hayas venido solo a esto.
Le dije con una sonrisa.
- También a otra cosa.
- ¿A qué?
- A retomar mi pregunta. Por favor, te extraño. Tú me extrañas también, no creas que no estoy al tanto. Yo nunca quise separarme de ti, por favo...
- Shhhhhh.
Tapé su boca con mi dedo.
- Dilo. Vamos, pregúntame.
- ¿Quieres volver a ser mi novio?
- Ya deberías saberlo.
Su sonrisa iluminó la habitación, haciéndome sonreír también.
- Pero... ¿Puedo preguntar algo?
- Lo que sea.
- ¿Qué era lo que te tenía tan estresado si no era mi trabajo?
- Tuve unos problemas con unas compras.
- ¿Qué comprabas?
- Que TE compraba, querrás decir.
- Esta bien... ¿Qué me comprabas?
- Un anillo de compromiso.

Noches De Películas (Lemon BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora