De oxido y hueso

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Alexander tendía a no quejarse de las cosas, el pensaba que si al final iba a terminar haciéndolo mejor evitarse el momento de la quejadera y pasar a la acción. Max creía que todo que sentía tenia que ser escuchado y si era una queja aun mas. Su hermano para tener nueve años era verdaderamente imposible aveces. Alec había sido citado a su escuela, Max había roto su puesto, estaba jugando con unos amigos y el ángel sepa como había logrado partir las patas de madera de su puesto, pero Max podría lograr lo imposible cuando se lo proponía. Alexander iba tarde ya, lo habían llamado a ultima hora y el aun estaba trabajando, pero la profesora Charlotte exclamo enojada que si no llegaba de inmediato, iba a perder la cabeza. eso no seria bonito o algo que Alec quisiera tener que ver. se sobresalto cuando un hombre grito, por estar pensando había olvidado que había clientes que atender, parpadeo y miro al hombre regordete fulminarlo con la mirada. 

- piensa quedarse ahí todo el jodido día o me va a atender - el hombre gruño mas como una afirmación. 

- Yo ...

- deme una maldita dona - Alec asintió rápidamente mientras iba por el pedido y se lo entregaba rápidamente al señor que murmuro al salir algo sobre " para que contratan personas estúpidas "  

estaba acostumbrado a eso, las personas no eran muy amables, la mayoría del tiempo lo único que podías desear era estar lejos de sus camino y que no te viera y Alec era muy bueno en eso. se arremango la camisa mas arriba de los codos y se dio cuenta que tenia un roto nuevo, bueno, eso eran tres esta semana, la camisa podía imponer moda si lo proponía, pensó sarcástico. 

miro el reloj y aun le faltaba una hora para salir, el lugar estaba solo, sucio y desordenado y parecía mas un basurero que una cafetería, pero el dueño no le importa siempre y cuando vendieran, el tipo lo único que le importaba era gritar, se fastidioso y darle miradas de soslayo a Alec. no gracias, eso simplemente era ... perturbador. 

Y Alec le gustaban sus hombres mas .... limpios para el caso . 

empezó a impacientarse cuando no sabia como salir de ahí, hoy estaba solo no había nadie para que cumpliera su turno y había agotado todos sus permisos, Max sabia como mantenerlo a trote y Izzy ... Bueno, Izzy estaba fuera de la ciudad, había sido llamada para un trabajo y después de que Alec la convenciera que era mejor que no perdiera la mejor oportunidad que había tenido, ella se había ido. iba a volver dentro de una semana, pero sin Izzy era mas complicado, ahora se daba cuenta.

suspiro y movió el pie nervio, pego un salto cuando su jefe entro de improvisto azotando la puerta. Alec lo miro confundido, el hombre no había aparecido por el lugar como en una semana, empezaba a pensar que el tipo había muerto por fin de un paro al corazón o su hígado había reclamado venganza .

tenia los ojos inyectados en sangre y miraba sin ver, se acerco tambaleándose y Alec tubo que retirarse con fuerza cuando el tipo casi lo besa por como se abalanzo. El hombre se rió y su mal aliento lo golpeo y no era lo único que olía mal. pareciera que hubiera tenido un rato con los cerdos o ido a jugar a no bañarse en mucho tiempo .

- son ... ocos muy beshocs - el hombre balbuceo, Alec hizo una mueca, el hombre intentaba alagar sus ojos o era su impresión. Sabia que sus ojos eran atrayentes, una vez un tipo le había dicho que eran mas bonitos que las lamparas, como si las lamparas fueran ... bonitas. pero algunas personas no nacen para flirtear. 

- Señor Fade creo que ...

- por que no venes a...aqui bom... - no podía ni siquiera coordinar sus ojos, que miraba el pecho y mas haya de Alec, como si la barra no existiera y pudiera ver todo de el, era inquietante.

- No lo creo hombre - Alec se rió nervioso, no sabia como manejar gente borracha y drogada y menos si se trataba de su jefe. no sabia manejar gente y punto . EL hombre se paro de repente y lo miro directamente, Alec no tubo tiempo de reaccionar ( ya que no lo esperaba tampoco ) el tipo de había abalanzado a besarlo, justo en la boca, con su asquerosa boca . Alec se retiro horrorizado y casi se golpea con la mesa de atrás y tumba la cafetera - pero que demonios - su voz salio en su jadeo gutural mientras sentía la bilis subir a su garganta .