Capítulo 9

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Luego de unas horas de viaje en auto, los jóvenes llegaron a un pequeño puerto donde se vieron obligados a bajar. Al parecer sus vacaciones consistían en pasar unos días en una pequeña isla apartada de la ciudad. El viaje se había hecho eterno para los pelinegros...Luffy no había hecho más que mirar fastidiado el auto que circulaba frente a ellos, donde se encontraba su mimada Nami. Mientras que Ace hacia lo mismo, pero a la vez tenía que soportar la charla de cierta peli rosa, ciertamente no la odiaba, pero gracias a ella, él no había podido pasar a otro nivel con su amada, lo cual provocaba que se molestara con solo oír su voz. Al bajar de los autos todos se sorprendieron al ver que los esperaba un pequeño y lujoso barco, el cual los transportaría hasta su lugar vacacional. Sanji fue el primero en abordar ayudando a las damas a subir, Ace las siguió cargando las maletas...pero Luffy solo los observó de pie aún en el puerto.

–L-Lo siento...no hay otra forma de llegar? –interrogó tratando de sonreír.

–Ah???...tsk es una isla, si quieres nadar hazlo –respondió el rubio.

Luffy se sintió bastante ofendido, pero a la vez se decepcionaba de sí mismo por tener tanto miedo...era un barco, nada le sucedería, pero aún así no lograba moverse de donde se encontraba. Ace lo sabía, pero no se le ocurría alguna manera de solucionarlo. Fue entonces que Nami lo miró fijamente recordando lo que le había dicho la noche anterior, sabía que un trauma no era fácil, por lo que sin pensar tomó un chaleco salvavidas y caminó hacia él extendiendo su mano.

–Con esto estarás a salvo...todo está bien –susurró con dulzura a lo que el pelinegro sonrió.

–Gracias –

Ace no se separó de Luffy en toda la trayectoria, trataba de hablar de temas irrelevantes con tal de que su hermano no pensara en las aguas profundas que los rodeaban. Ciertamente estaba muy asustado, pero mantuvo sus ojos cerrados y concentró su atención en la voz de su hermano mayor. El prometido de Nami no pudo evitar notar eso. El paseo duró unos pocos minutos llegando así a una isla espaciosa y verde. La arena que la rodeaba era suave y limpia, en la lejanía se podía observar una casa vacacional, la cual pertenecía a la familia de Sanji. Frente a dicha casa se encontraba un gran sector para disfrutar de la playa, mientras que en el resto de la isla podían observarse grandes árboles y arbustos, formando así un bosque. Todos bajaron del barco y se encaminaron a la morada, donde los recibieron 2 empleadas domesticas muy ancianas.

–Bienvenidas a mí morada señoritas –dijo caballerosamente Sanji invitándolas a pasar.

–Waaa es muy bonita y espaciosa –balbuceó Nami

–Sí, parece cómoda –adjuntó Nojiko.

–Permítanme guiarlas en el recorrido –se dio media vuelta– y ustedes mocosos trabajen y lleven las maletas a las habitaciones correspondientes.

Ace y Luffy fruncieron el ceño ante ese comentario, demonios! Eran guardaespaldas no maleteros!...ambos ignoraron dichas palabras mirando a sus respectivas jefas, solo ellas tenían derecho a ordenarles. Sin embargo ambas les dirigieron miradas de disculpas y siguieron hacia delante con Sanji. Él las había invitado a una isla para vacacionar y relajarse, no podían ser groseras, lo cual molestó a los jóvenes. Rouse ayudó a cargar algunos bolsos yendo así junto a los pelinegros, claro no perdió oportunidad para hablar con Ace.

–Ace-san cuántos años tienes? –

–21...–

–Ya veo –respondió sonriente–...tienes novia? –

–Si – Ella se sorprendió ante la respuesta, no esperaba que lo admitiera.

–Cuantos años tiene? –

Mundos distintos (LuNa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora