Capítulo 23

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MARATON 5/5

La gente comenzó a gritar al ver a los dos conductores sangrando e inconscientes. La policía y la ambulancia tardaron solo unos minutos en llegar. Nami y Nojiko quedaron totalmente aturdidas debido a los disparos que ejecutó Luffy, estaban en completo shock...sin poder evitarlo cerraron los ojos y comenzaron a llorar. Los secuestradores salieron corriendo rápidamente del auto, ambos recibieron las balas pero no en puntos vitales, por lo que trataron de escapar como pudieron aún mal heridos. Luffy abrasó rápidamente a ambas tratando de calmarlas.

–Están bien??? les hicieron algo???!!! –interrogó desesperado.

–N-No...no llegaron a hacer nada –respondió Nojiko cubriéndose con los brazos.

–Luffy! L-Luffy! –exclamó la peli naranja aterrada– sabia q-que ughhh...vendrías –

–Sí, siento haber tardado –murmuró aliviado.

–Ace...donde esta Ace? –interrogó su novia preocupada.

Él estuvo a punto de responder pero en ese momento dos oficiales abrieron las puertas del auto pidiéndoles que salieran. Luffy se sacó el saco y cubrió con él a Nojiko. Nami se mantuvo sujeta al brazo del pelinegro en todo momento, no quería separarse de él. Las chicas tenían pequeños golpes en la cabeza que se provocaron cuando ambos autos chocaron, por su lado cierta cantidad de sangre corría por el rostro del guardaespaldas quien había roto el parabrisas cortándose sin poder evitarlo. Antes de ser interrogados por la policía llegó un paramédico junto a ellos.

–Disculpen! alguien es familiar del joven de unos 20 años que conducía uno de los autos??? lo trasladaremos y solo una persona puede acompañarlo–

–Y-Yo! –exclamó su hermano preocupado. Nojiko lo vio en la camilla mal herido y entró en pánico.

–Por favor! d-deja que...yo valla...p-por favor! –suplicó llorando.

–Eh?...si, v-ve –respondió al verla así– yo los alcanzaré dentro de poco.

Nojiko asintió y corrió a la ambulancia donde tomó asiento al lado de su novio. Ace estaba completamente inconsciente y lleno de sangre. Rápidamente le aplicaron un respirador y comenzaron con los primeros auxilios. Ella no podía creerlo, estaba mal herido e incluso pensó que podría morir, por más que le hablaba él no respondía. Se sentía tan inservible e insignificante que no podía hacer nada más que llorar. Luffy cargó en brazos a Nami y corrió hacia donde se habían quedado Zoro y Vivi. Ellos quedaron sorprendidos pero aliviados de verlos llegar, la peli celeste corrió rápidamente a abrasar a su amiga y agradeció profundamente a su guardaespaldas.

–Zoro, por favor lleva a Nami y Vivi a sus casas...yo necesito ir junto a mi hermano –dijo tratando de respirar con normalidad.

–Sí, yo las cuidaré –asintió serio.

–Luffy! yo voy contigo! –exclamó su novia pero él negó con la cabeza.

–No es necesario, ve con Zoro...quiero que estés a salvo –susurró a su oído abrasándola.

–P-Pero...–balbuceó sin saber qué decir.

–Cuento contigo –finalizó separándose y mirando al peli verde–...estoy confiándote mi vida...–

–Lo sé, ve tranquilo –respondió con una media sonrisa.

Sin decir más el pelinegro se fue corriendo en dirección al hospital. Zoro se fue con las dos jóvenes en un taxi, estaba atento y no dudó en contener a ambas. Vivi lo abrasó tratando de dejar de sentir miedo mientras que Nami simplemente se apoyó en su hombro para tratar de relajarse un poco antes de llegar a casa. Tardaron solo unos minutos hasta llegar a la mansión de Nami. Ella bajó temblando levemente, no había logrado mantener la calma en todo el camino, trató de ocultarlo pero sus amigos lo notaron con claridad.

Mundos distintos (LuNa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora