Acto XII

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Adicto a tus besos, a tus caricias y a tu dulce voz cuando me hablas de algo que te gusta, admira en lo que me has convertido, un saco de huesos enamorado de ti y no de la vida ni de sus principios, enamorado de tu forma de pensar y no de tu cuerpo, enamorado de lo que haces y no de lo que hiciste.

De la vida y para ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora