Acto XX

34 2 0
                                    

Y desde aquel día deje de derramar  lágrimas de dolor para  así poder comenzar a desbordar mi mente de ideas, aquellas que tu abandono inspiró, me inspiraron no sólo a seguir adelante, si no a demostrar que tengo el corazón más roto de como ellas imaginan y a hacerles entender que como tú no existe ninguna pero de la misma manera tu no eres como ninguna de ellas.

De la vida y para ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora