Un día mientras fumaba un cigarrillo centado en una banca me reprendiste asegurando que te había prometido el haber dejado los vicios, a lo cual yo respondí —los he dejado—, observaste el cigarro en mi mano, hinale una vez más y solo dije, mi más grande vicio eras tú
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De la vida y para ella
PoetryEsto es fruto de tiempo a solas, tardes grises y amoríos pasajeros