Acto XVIII

45 2 0
                                    

Un día mientras fumaba un cigarrillo centado en una banca me reprendiste asegurando que te había prometido el haber dejado los vicios, a lo cual yo respondí —los he dejado—, observaste el cigarro en mi mano, hinale una vez más y solo dije, mi más grande vicio eras tú

De la vida y para ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora