Capítulo 2: ¿Escena del crimen?

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Yo lo miro, algo extrañada.

-Bien, Jamie- dije estrechando su mano suave y fría -Soy Grace.

-Lo sé- dijo.

-¿Cómo lo sabes?- pregunté.

-Vi tu identificación, linda...-

«Qué atrevido» pensé, pero bueno... el ser lindo compensa lo pasado que es.

-...pero no te preocupes,- dijo -no he robado nada- guiñó un ojo.

Yo reí un poco.

-Y... ¿Cuándo te mudaste a este pueblo de porquería?- pregunté con curiosidad.

-Hace 5 años...- dijo él -... estudiamos juntos en la secundaria, princesa-

No lo recordaba. Puedo asegurar que jamás lo había visto hasta el día de hoy.

¿James?... no, no me suena.

Volviendo al presente; él se quedó mirándome y yo a él. Literalmente me sumergí en esos ojos cafés. Él es, sin duda alguna, hermoso y buena persona.

Despertar de mi trance sería imposible pero tenía que hacer un esfuerzo. Además, necesito saber que ocurrió con mi padre.

-Bueno Jamie...- dije interrumpiendo nuestro silencio -... gracias por tu hospitalidad- me levanté y caminé hacia la puerta principal -Gracias por cuidarme y en serio espero verte otra vez-

Gracias a mi torpeza, choqué con la mesa y solté un pequeño chillido.

-... pero...- dijo él mientras yo abrí la puerta.

-Adiós Jamie...- arrojé la puerta.

Caminé a mi casa para encontrarme con mi padre, pero al llegar me dí cuenta que me encontraría con alguien más o mejor dicho algunas personas más.

Ambulancias, forenses, policías e incluso bomberos salían de mi casa.

Caminé hacia la entrada de mi casa.

-Disculpe señorita- me dijo un oficial de policía "No puede entrar"

-No, pero...- Dije forzando un poco las cosas.

-Señorita, le dije que no podía pasar-

-¡Soy Grace Ryback,- grité enseñándole mi identificación -yo vivo aquí, Oficial, y exijo que me deje entrar!-

El se me quitó de en medio y me dio paso a mi casa. Me daba curiosidad lo que pasaba, así que seguí a una forense a ver cual era el problema.

Vi más forenses y enfermeros ambulatorios sacar lo que parecían ser cadáveres del sótano. Mi sótano. Bajé junto con la forense que siquiera sabía que la estaba siguiendo y me llevó a una bóveda.

«¿Qué es esto?» pensé. No sabía que esto estaba en mi casa.

La puerta de metal estaba abierta y pude olfatear una pestilencia que mezclaba "quemado" con "muerto". Lo siguiente que pude admirar fue una pila de cadáveres y un extenso charco de sangre.

Atajé a un policía agitado y muy buen mozo y le pregunté que había pasado.

-Bueno,- dijo revisando su libreta de notas -el señor Harold Ryback ha sido vinculado con la mafia italiana de Denver-

-¿Está queriendo decir...- miré su placa -... Oficial Smith, que el Sr. Ryback hizo esto?-

-Es lo más probable- dijo, yo me esperaba esa respuesta -hay huellas suyas por todo el lugar-

Subí a mi cuarto.

Me senté en mi escritorio y apoyé mi cabeza sobre mis brazos cruzados sobre la mesa.

«Sólo mátame ¿si?» dije pensando en voz alta.

Comencé a llorar y no sabía que hacer. Agarraba mi cabello y lo jalaba a más no poder. Sabía que esto iba a pasar algún día. Le dije a mi padre que se alejara de esos tipos e incluso mi madre se lo dijo antes de ser internada.

Acaricié mi cicatriz en mi hombro izquierdo, justo arriba de mi corazón y susurré "Mamá" con lágrimas corriendo sobre mis mejillas.

Decidí ir a Denver a visitar a mi mamá.

Salí de mi cuarto de nuevo para despedir a los policías y a los demás servicios públicos que se ofrecieron a venir.

-Disculpe señorita Ryback,- dijo el oficial Moore, quien me recibió de primero al yo llegar -encontramos esto en la escena del crimen-

Me dio un papel, tenía escrito lo que parecía ser un número de teléfono.

-¿Significa algo para usted?- Preguntó el oficial Moore.

Asentí y agradecí como si en serio supiera del significado de dicho papel.

Salí de casa y con un teléfono público llamé a el número misterioso.

-¿Aló?- dije asustada de quien podría ser.

-¡Gracie!- dijo una voz masculina -Cariño, soy papá-

-Oh... hola, padre- dije.

-Gracie... No te preocupes por mi, he escapado al estado de Tennessee,- dijo con voz temblorosa -todo estará bien. Cuando puedas escapas también-

-Pero ¿para dónde, padre?-

-Para donde desees... Mejor si es en otro país, esos tipos jamás te encontraran si estás en Islandia o Alemania... A tus 19 años no deberías tener miedo de estar sola-

-¿Te volveré a ver?- pregunte con miedo a perder a mi padre.

-Si... Regresaré por ti luego. Adi...- se cortó la llamada.

Me quedé sin monedas para el teléfono... Pero me puse en marcha para llegar a Denver a visitar a mi madre.

Algunas horas después llegué a Denver y fuí al hospital.

Las personas en Shimerly Hills suelen venir a la ciudad a conseguir trabajo ya que aquí en el pueblo no hay suficiente trabajo para todos.

En el la Torre 6 Norte (T6N) está la institución mental. Fui hacia allá.

Martha (o Marty como yo la llamo), la secretaria de la T6, era de Shimerly Hills. Nos conocíamos desde siempre pero se mudó para acá abriéndose puertas a todo.

-¡Hola Marty!- dije sonriendo con amplitud.

-Gracie...- me devolvió una sonrisa -... linda, acaban de sedar a tu madre.-

-¿Otra pelea?- pregunté rodando mis ojos.

-No,- dijo Marty. Yo me extrañé -se comenzó a pegar contra la pared-

Dios. Mamá necesita salir urgentemente de este lugar.

-Pero puedes esperar 3 horas, eso es lo que falta- continuó.

Asentí y me senté en una pequeña sala de espera.

Me recargue en la pared y miré al vacío y preguntándome "¿Por qué estoy acá?", allí fue cuando me vino un doloroso recuerdo... Razón de mis pesadillas... El como perdí a mi madre.

InfiltradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora