"Maldición" pensé "nos tienen vigilados"
Bueno... yo no he notado que me siguen y aquí todos nos conocemos, así que...
Subí a mi cuarto y con mi celular llamé a Connor. Le dije que fuera a casa.
Me quedé sola hasta que llegara Connor, pero mientras, lo único que podía hacer era esconderme en un rincón de mi habitación.
Connor sabe que mi padre es un mafioso. Pero no sabe el porque del que nos persigan.
Bueno... mi padre "debe" dinero.
Todo comenzó cuando mi papá estaba en un bar... una noche... se metió en una pelea con unos hombres, mafiosos, sin saber que lo eran.
Ellos lo llevaron con este señor Fabio, quién le dijo que tendría que hacerle un "favor" si no quería amanecer en otra vida. Mi padre accedió... todo para mantenerse con vida.
Fue a entregar un camión con un cargamento desconocido a otro estado. Fabio quedó tan satisfecho con su trabajo y con su eficiencia que le ofreció empleo con una muy buena paga.
Mi padre aprovechó la oferta ya que el estaba desempleado, mi madre encinta con mi hermano (quién murió de una insuficiencia respiratoria a los 3 días de nacido) y estaba yo... lo que equivalía a millones y millones de gastos.
Ganaba 200.000 dólares a la semana.
Todo desde aquella maldita noche... Maldito el momento... Maldito Fabio.
Me quedé estática, recordando todo eso.
Sonó el timbre y yo miré en dirección a la puerta del cuarto. Susurré el nombre de Connor.
Corrí a la puerta principal y la abrí... Lo observé allí parado y me entró un calor al cuerpo. Comencé a sentirme mal al instante.
-Pasa, por favor -dije.
Él cerró la puerta, y yo solo subí a mi habitación y me senté al pie de la cama.
-¿Qué te pasa? -dijo Connor, sentándose a mi lado y poniendo su mano en mi espalda.
-Debes escuchar esto... - dije alcanzando el contestador.
Reproduje el mensaje y repetí con mi boca frase por frase. La cara de Connor fue de "¿Qué hago aquí?" a "Grace, basta por favor".
Vi que él buscaba el botón de parar.
-Grace... -dijo.
-No, Connor.
-... Grace... -dijo alzando un poco el tono de voz.
-Sigue escuchando -dije insistendo.
-¡Grace! -gritó.
Lo miré estupefacta, boquiabierta. Connor no me había gritado así desde la primaria.
-... No quiero seguir escuchando como ese maldito te amenaza -se levantó de la cama -... le partiré la cara cuando lo vea.
-Será para morirte allí mismo.
Yo lo abrazo para calmarlo.
-Connor, basta... -digo -no tienes porque hacer esto.
-¡¿Como que no tengo que hacerlo!? -grito descontroladamente - ¡Te estoy dando una puta ayuda y tu me dices que pare, Grace!
-No necesitas seguir con esto... me lastimas.
Me puse de puntas para abrazarlo de nuevo, para agarrarlo del cuello.
-No me detendre hasta que ese maldito lo haga primero... -dijo.
Lo miré y el casi lloraba. Sus ojos se iluminaron gracias al agua que en ellos se alojaba. Solo queria besarlo... despues pensé en lo que me dijo su tía. La palabra "Prostituta" en aquel tono entre ronco y chillón, simplemente no abandonaba mi cabeza.
Tal vez ella tenía razón. Tal vez soy una prostituta...
-Gracie, debo irme... -dijo Connor, rompiendo el silencio.
Asentí y me relamí los labios.
-Sé donde está la puerta... tranquila -dijo acostándome-tu solo descansa, ¿Sí?
Volví a asentir.
El se acerca a mi, tan cerca estamos el uno del otro que puedo sentir su respiración en mi frente.
Cada vez se acerca más.
Pone su mano en mi justo en la parte inferior de mi mejilla.
Se escucha algo pesado caer. Pienso en el tejado... un ladrillo o algo. Veo que algo cae en el vidrio de la ventana, lo que hace que me separe de Connor.
-¿Qué fue eso? -pregunta Connor...
Me levanté de la cama, admirando a un sorprendido Connor McKenzie.
Subí al ático, que tenía unas escaleras que daban al tejado de la casa (arriba). Corrí y Connor me siguió con un bate en mano.
Veo el resplandor del sol y después veo la escena completa.
-Ayúdenme... por favor -dijo este tipo con la voz entrecortada, quien estaba golpeado y bañado en su propia sangre. Su ropa estaba desgarrada, con algunas marcas en su pecho. Al parecer fue torturado y amarrado de pies y manos... por Fabio, seguramente.
Connor se acerca a el con el bate en alto mientras le grita.
-¿Quien eres? -gritó.
El pobre hombre desató el mecate de sus manos y levantó una de de las mismas, suplicando piedad.
-Por favor... solo necesito ayuda -dijo de nuevo el hombre.
Connor baja el bate con cierta lentitud para asegurarse de dejarle en claro al hombre que no bajará la guardia, que estará alerta a cualquier movimiento.
-Connor... -digo -Ayúdalo.
El se queda estático, como que asimilando lo que le acabo de decir y la situación en sí.
-¡Ayúdalo! -grité algo histérica.
Observo como Connor lo agarra y lo monta en uno de sus hombros. Tambien observo como los músculos de su espalda se tensan a través de su camisa.
Cuando baja al ático, me adelanto y digo que lleve al hombre al comedor.
-Grace, no creo que... -dijo. Lo interrumpí rápidamente.
-Sólo haz lo que digo -demandé.
Arrastró una silla y sentó al tipo. Agarré una silla para mí y la posicioné frente al hombre. Connor lo desató de pies.
He visto esto en la televisión miles de veces, así que creo saber como controlarlo hasta cierto punto.
-¿Cómo te llamas? -dije.
-Soy Tony Fábregas... -dijo con dificultad.
-¿Cómo llegaste a mi tejado? -pregunté.
-Grace, -dijo Connor -no sabes lo que quiere...
-Cállate, Connor... -bufé, regresándome hacia Tony -Responde, por favor.
-¿... Grace Ryback? -preguntó.
-Sí.
Veo que pone sus manos tras su espalda, y saca una pistola.
-¡Grace, al suelo! -grita Connor.
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Infiltrado
HumorGrace es una chica cuya vida no es deseable, que se diga. Su padre le maltrata y su madre es una loca de manicomio literalmente. Grace quiere y debe mudarse de Shimerly Hills para que no la asesinen junto a su padre. Todo cambia cuando conoce a Jami...