Capítulo 3: Entre Tennessee y Colorado hay mucho...

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-¡Harry, no puedes!- grito mi madre.

-Maldita zorra, claro que puedo- dijo mi padre viniendo hacia mi.

Mi padre me miró con furia y me dio una muy fuerte cachetada, tan fuerte que me lanzó al piso. Comencé a llorar, y no me levanté.

Mi madre corrió hacia la cocina y agarró algo.

Luego gritó "Harry, ¿Cómo pudiste?" sentándose a mi lado y sin nada en las manos.

Mi padre se quedó inmóvil, mirando la escena que pronto empeoraría.

Mi madre se puso furiosa y comenzó a llorar y a gritar insultos a mi padre para luego lanzarle una tijera, pero nada le cayó a el. Fue entonces cuando sentí un horroroso dolor en mi hombro izquierdo.

Grité hasta más no poder y vi como se esparcía sangre en el suelo junto a mi.

Mamá me miró y se cubrió la boca con la mano y salió corriendo. Salió de la casa.

-¡Gracie!- gritó mi papá en shock.

El tenía entrenamiento militar... Una lesión lo dejó fuera de la milicia. Sacó la tijera de mi hombro y aplicó presión. Yo no dejé de llorar.

Llamó urgentemente a la ambulancia. Y llegó rápidamente.

En menos de 3 horas ya estábamos en el hospital y me sedaron.

Vi un túnel oscuro y una luz al final, la luz me arrastraba y sólo habían corrientazos que tenían intervalos de 30 segundos que me jalaban lejos de la luz.

Luego desperté en una camilla de hospital.

-Señor Ryback,- dijo una enfermera -ha despertado... Puede pasar-

Mi padre pasó al cuarto y me sonrió con lágrimas en los ojos.

-Gracie...- Dijo -Princesa, estas bien- se acercó a mi y besó mi frente.

-¿Mami? ¿Dónde está?- Pregunté.

-Tu mami nos ha dejado, Grace. Podemos visitarle, pero no saldrá ni estará en casa-

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-Grace...- dice alguien -Grace, Grace... Despierta Grace-

Abrí los ojos de golpe, sobresaltándome.

-Marty...- dije respirando agitada -me asustaste- reí calmándome un poco.

-Tu madre te está esperando...- Puso una sonrisa siniestra y señaló la habitación de visitas.

Me acomodé la ropa y me levanté.

El cuarto era blanco, pero tenía un aire viejo y pesado. Vi a mi madre, sentada. Dos doctores tras ella.

-Princesa...- dijo con voz al igual de pesada que el ambiente.

-Hola mamá.-

-Estás preciosa, cariño- dijo ella -¿quieres darme una sonrisa?-

Fingí una sonrisa solo para que no sintiera mal. No la veo mucho. Sonrió de vuelta y noté el gran moretón que tenía en la frente.

-¿Harry está contigo?-

-Madre...- dije.

-¿Puedo verlo?- Interrumpió ella.

-Madre...-

-Extraño sus ojos azules, como los tuyos...-

-¡Mamá!- grité. Ella se quedó estupefacta.

-... Grace...- Dijo.

-... Papá fue a Tennessee- dije apartando la vista de mi madre -y tal vez no regrese...-

-¿Qué significa eso, princesa?- preguntó asustada.

-Me voy con mi padre, mamá...-

Ella me miró con lágrimas en los ojos. Me daba miedo el como pudiera reaccionar: tal vez se meta en otra pelea, o se maltrate hasta morir... Quien sabe.

-Pero princesa... Tennessee está lejos- dijo.

-Lo sé, vengo a despedirme... me voy dentro de unas semanas- «y lo digo en serio» pensé.

Nada me detendría de salir de este estado y largarme al otro. Ni Marty, ni mi enferma madre, ni nadie... Sólo quiero estar a salvo como lo estuve cuando mi padre no conocía al señor Fabio Castagnino, jefe de la Mafia Italiana que nos persigue.

-Pero, princesa...- dijo.

-Pero nada, madre...- dije -antes de irme vendré a visitarte.

Ella rompió a llorar. Jamás le había visto así.

-Lo siento, Grace. - dijo -Siento lo que te he hecho, y el daño que te he causado...-

-Mamá, no comiences.

-Lo siento, - repetía ella detenidamente -lo siento, lo siento, lo siento...

-¡Mamá! - grité furiosa -¡Ya basta de tus disculpas! No las necesito... Ya he tenido suficiente de ellas y... - Me interrumpieron los enfermeros.

Ellos sacan una aguja y se la clavan a mi madre, quien no para de llorar y gritar desconsoladamente.

-¡Grace! -grita ella fuertemente. Un grito que me rompió el corazón.

Yo camino de espaldas hacia la pared y soy agarrada por dos enfermeros, uno me agarra cada brazo.

Comienzo a llorar y a gritar el nombre de mi madre.

-¡Déjenla! ¡No le hagan daño! -grité yo también - ¡Mamá! ¡No! ¡Mamá!

Los enfermeros me sacan de la sala y me sientan en una silla en la sala de espera. Yo estoy llorando bastante. Siento dolor y no me siento bien.

-¡Grace...! - dijo una voz masculina. El se puso de rodillas, me puso las manos en la mejilla agarrándome de la cabeza y me abrazó.

Sabía quien era... Su aroma lo delataba.

- Shh... -dijo para calmarme - Estás bien ahora... Estoy aquí.

-¿Cómo sabías que estaba aquí? -pregunté separándome de su abrazo.

-Para eso estamos los amigos ¿No?-sonrió ampliamente - Ven, Grace... Vamos a casa.

Él pone sus pulgares en mis mejillas, secando mis lágrimas y me abraza... Caminamos juntos fuera de la Torre 6 Norte.

Me llevó hasta el estacionamiento y nos montamos en su auto.

-Connor... Es en serio ¿Qué haces aquí?

-Pensé que necesitarías apoyo, -dijo -siempre sales afectada de aquí

-Gracias.

-No hay de que. ¿Vamos a algún sitio?

-Llévame al Hotel Colten, allí pasaré la noche...

-Eso es muy caro... - dijo -Mejor vamos a quedarnos con mi tía

Connor y yo somos amigos desde antes de conocer a Noël. Me encanta porque el siempre tiene la razón y tiene una solución para todo. Desde que nos conocimos siento cosas por el y hace 1 año le confesamos lo que sentíamos mutuamente.

-Bien... Vamos con tu tía -arrancó el auto y nos dirigimos a casa de su tía Hillary.

Su tía vive en una villa muy cotizada aquí en Denver, digamos que la familia Mackenzie es... adinerada... pero Connor nunca se dejó llevar por la cantidad de dinero que tiene. En realidad es una de las personas más sinceras y humildes que conozco.

InfiltradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora