Capítulo ocho.

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8

 

Ashley’s POV (Punto de vista de Ashley)

Iba caminando a la casa de Liam, que como Harry había dicho, estaba cerca del bar. No había ni recorrido ni dos minutos hasta que estuve en frente de la puerta.

La casa de Liam era un pequeño chalet de dos plantas bastante acogedor desde fuera, y las paredes de piedra, un jardín lleno de árboles y variada vegetación se observaba desde aquí.

Llamé a la puerta.

A los pocos segundos me abrió una mujer de estatura media, y con pinta de ser muy agradable.

-Oh, tú debes de ser Ashley, ¿cierto?- asentí.- Yo soy Karen, la madre de Liam, un placer cielo. Liam debe de estar arriba, sube.

-Un placer igualmente. Y muchas gracias Karen, voy a saludar a Liam.

-De acuerdo cariño, yo estaré preparándoos la merienda.

Le agradecí a Karen silenciosamente y subí por las escaleras hacia el cuarto de Liam, del cual no sabía su paradero. Un sonido llegó a mis oídos: American Idiot de Green Day. Seguí el sonido y llegué a la puerta de una habitación, que estaba abierta, y me dejó ver a Liam sentado en la silla de su escritorio cantando al compás de la canción

-Esta canción es de mis favoritas.- sonreí.

-Uh, oh, hola Ashley, no sabía que habías llegado.- dijo Liam aún sobresaltado mientras paraba la música.

-Y yo no sabía que te gustaba ese tipo de música.

-Y yo tampoco sabía que a ti te gustaba.

-A veces llego a sorprender.- me acerqué a él y le di un abrazo, ya que no le había saludado propiamente antes.- Bueno, empezamos con el trabajo o qué, Payne.

-Claro.- se quedó pensando dudoso.- ¿por dónde empezamos? Es decir, ¿es un cambio de imagen o algo así?

-Podemos empezar por donde tú quieras.- dije mientras me sentaba a los pies de su cama.- Creo que deberíamos hacer algo con ese pelo que me traes.

Liam soltó una pequeña carcajada.

-Sé que lo llevo un poco en plan pardillo, pero no se qué hacer con él, ¿qué se te ocurre?

-Date una ducha rápida y quítate esa gomina del pelo, y cuando vuelvas tráeme gomina o espuma, lo que tu veas que vaya bien para dejarte el pelo hacia arriba.

-De acuerdo, ahora vuelvo.

En cuanto Liam desapareció por la puerta, observé la habitación de mi amigo. Era una habitación de tamaño normal, con las cuatro paredes pintadas de un azul celeste, típico de niños pequeños, todo realmente ordenado, una pequeña ventana y una cama bajo ella, una gran estantería repleta de libros, junto a un pequeño escritorio donde un portátil estaba abierto en la página de Youtube y en la barra de búsqueda aquella canción de Green Day que tanto amaba.

Le di al play.

Me quedé sentada en la cama hasta que la canción acabó y un sonriente Liam con el pelo un poco húmedo apareció por la puerta.

-¿Te vale esto?- dijo entregándome el producto para el pelo que le había pedido.

-Por supuesto. Siéntate aquí.- dije atrayendo la silla del escritorio e indicándole que se sentara, cosa que hizo.

Unté el contenido del producto en mis manos, esparciéndolo por ellas, me agache para estar a la misma altura que Liam y empecé a pasar mis manos embadurnadas por su cabello, hasta dejarlo en forma de tupé hacia arriba.

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