Capítulo tres.

154 14 3
                                    

3

 

Fui deambulando por los pasillos hasta haber perdido de vista a Harry, así que me paré a preguntar a una chica rubia apoyada en una taquilla que por dónde estaba la cafetería. Ella me respondió bordemente, parece que aquí todo el mundo es igual. Es mi primer día y ya tengo ganas de tirarme por la ventana.

Seguí las indicaciones de la chica y vi la cafetería, en la que entré.

-¡Ey! ¡Chica nueva!- me dijo un chico bastante apuesto. Era rubio, e incluso por la distancia se podía ver que tenía unos increíbles ojos azules.

¿Podía la gente dejar de llamarme chica nueva? Me llamo Ashley, no chica nueva, ni Alexandra, ni mierdas. De todos modos me acerqué a él.

-¿Cómo te llamas?- esbozó una sonrisa.

-Ashley.- hice el mismo gesto.

-Yo me llamo Niall.- él no quitaba la sonrisa, la tenía preciosa.- Y este es mi amigo Louis.- señaló a un chico castaño que estaba a su lado. Tenía el pelo alborotado y unos preciosos ojos azules.

-Hola.- dijimos al unísono.

Louis me ofreció un sitio y me senté a su lado. Mientras comíamos empezamos a hablar un poco de nuestras vidas y de lo difícil que iba a ser este curso, ya que iba a ser el último año. En ese momento, Louis cambió de tema.

-Ashley, realmente me gustaría enseñarte un poco de lo que va este instituto y todos los gilipollas que hay por aquí, es un verdadero asco.- ambos reímos, pero asentí.

Cuando los tres terminamos de comer, salimos por la puerta de la cafetería y empezamos a andar por los pasillos. Ellos, a cada persona que veían le ponían una pega; nada físico, solo pequeñas cosas que hacían que cada persona que pasaba, pareciera más gilipollas que la anterior.

Niall señaló a una chica de pelo rosa encrespado y me contó que en una borrachera ella se había liado con su hermano; luego a un chico alto y musculoso y bastante atractivo al decir verdad, que al parecer estaba enamorado del entrenador. Esas eran dos de las muchas historias que me habían contado acerca de este apestoso instituto.

A decir verdad, Louis y Niall me estaban cayendo realmente bien, quizás podía conseguir hacerme su amiga.

En ese momento Louis se paró en seco y señaló disimuladamente a un chico que estaba hablando con la chica rubia que me contestó bordemente hace un rato. Reconocí inmediatamente esos rizos.

-¿Ves a ese tío?- preguntó él.

-Por desgracia…-el rió hacia mi comentario.

-Yo te recomendaría que no te acerques a él, suele ligar con todas las chicas guapas que ve e intenta llevárselas a la cama, siempre con éxito, así que no me extrañaría que te quisiera como próxima víctima.- una sonrisa tímida salió de su boca.- Solo hay que mirarte, eres preciosa.

Me hizo sonrojar, no solía recibir ese tipo de comentarios.

-Gracias.- apenas logré decir.

-Pero ahora en serio, no te acerques a Harry.- advirtió Niall. Era increíble como nunca lograba quitar la sonrisa de su cara.- Puede llegar a ser muy hijo de puta.

Como si Harry hubiese notado que hablábamos de él, se acercó a nosotros, haciendo que Louis se fuera y Niall tras él, dejándome a mí sola. Genial.

-Hombre, Anna, justo a quién quería yo ver.- odio que cuando se burlaba de mí no podía quitar esa sonrisa engreída de la cara.

-Vale que mi nombre no te guste, pero por cambiármelo no va a dejar de ser mi nombre.

-Lo que tú digas Angelina.- resoplé.- ¿Por qué vas con esos gilipollas por ahí?

- Tengo una duda, ¿por qué todo el mundo es gilipollas para ti? ¿Acaso no te das cuenta de que tú por hacer eso también lo pareces o qué?- sus ojos se abrieron. No pienso que lo que haya dicho sea muy insultante, pero creo que está sorprendido de que una chica le responda de esa manera en vez de caer en sus “encantos”.

-Wow, eres una chica dura, ¿no es cierto?- dijo con su habitual sonrisa orgullosa que tanto detestaba.

Le enseñé mi dedo del medio y me fui andando por los pasillos a paso rápido hacia mi próxima clase, pero aún podía escuchar su risa.            

DemolitionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora