Capítulo nueve.

110 15 4
                                    

Cuando pasamos por la puerta del restaurante, agarré la mano de Ashley aún más fuerte y salimos corriendo hacia la playa, que estaba a unos pocos metros cuestabajo. El poco trayecto se basó en risas por parte de ambos, pero Ashley no lograba alcanzar mis pasos debido a mis grandes zancadas, así que la cargué al estilo nupcial hasta la orilla, donde la dejé caer, colocándome encima suya, con cada brazo a un lado de su cabeza y mis piernas a los lados de su cadera.

Ella literalmente no podía dejar de reír.

-¿Qué graciosa estás hoy no?- Ella hizo el mero intento de quitarme de encima, mas no pudo.- ¿Te molesto aquí encima? Yo estoy muy cómodo.

-Harry, quítate de encima, me aplastas.

-¿Me estás llamando gordo?- dije haciéndome el ofendido.

-Básicamente.

Dejé caer todo mi cuerpo sobre él de ella, haciendo que con la poca fuerza que tenía no poder moverme ni un centímetro por más que ella lo intentase. estaba disfrutando bastante esta situación. Cuando había disfrutado suficiente, rodé hacia la izquierda, quedando tumbado a su lado.

Ambos nos quedamos en un cómodo silencio, observando las estrellas que se encontraban arriba nuestra.

-¿Te gusta lo que ves?- le pregunté girando mi cabeza para poder verla.

-Bueno, tu cara no es mi cosa favorita en el mundo, pero...

-No, me refería al cielo.- la interrumpí riendo.- Las estrellas están preciosas.

-Yo las veo a todas iguales. No sé, son estrellas.

-¿Ves esa?- le señalé a una gran estrella, la más brillante de todas las que había ahí.- La voy a llamar Ashley.

-Oh.- se llevó una mano al pecho haciéndose la ofendida.- ¿Por qué es grande y gorda? Muy bonito Styles.

Me levanté de la arena y le ofrecí una mano, levantándola a ella también.

-Yo soy tú y me sacaba el móvil y la cartera del bolsillo.- dije mientras sacaba los míos de mis respectivos bolsillos, y me quitaba las botas que llevaba en los pies.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Tú solo hazme caso.

Ella empezó a sacarse las cosas de los bolsillos, y cuando se lo hubo sacado, me arrodillé ante ella y le saqué los zapatos. Ella me miraba confundida. Entonces la cargué de nuevo sobre mis brazos al estilo nupcial.

-Styles, te estás empezando a acostumbrar a eso de cogerme de esta manera.

-Tengo que empezar a acostumbrarme para el día de nuestra boda.- le guiñé un ojo.

Entonces, con Ash en mis brazos, salí corriendo y me adentré en el mar, mientras que ella pataleaba y decía "no, no, no". Cuando estuvimos lo suficientemente adentrados, la dejé caer, haciendo una pequeña ola al caer. La cabeza de Ashley asomó sobre el agua mientras me dedicaba una mirada asesina. Definitivamente, si las miradas mataran, yo ya estaría ahogado aquí mismo.

-Te odio, te odio muchísimo.- dijo.

En ese momento, Ash se abalanzó sobre mí, haciéndome una pequña ahogadilla. Cuando saqué mi cuerpo del agua, empecé a salpicarla, y ella a mí, durante un buen rato, hasta que ella se acercó peligrosamente hacia mi, para lo que suponía, hacerme una ahogadadilla, así que la elevé agarrándola de las muñecas, haciendo que ella enredase sus piernas alrededor mía para evitar caerse. Me empecé a reír.

-Sea lo que sea de lo que te estés riendo, no tiene gracia.

-Que se te transparenten los pezones con esa camiseta sí tiene gracia.

Ella intentó soltarse del agarre que le estaba haciendo en las muñecas para cubrirse el pecho pero se lo impedí riendo.

-Tus tetas son demasiado bonitas como para cubriras.

Ambos involuntariamente acercamos nuestros rostros, sonriendo como dos tontos. Ella bajó su mirada desde mis ojos a mis labios. Bingo.

Y justo en ese momento, comenzó a sonar "Going to hell" de The Pretty Reckless. Antes de que pudiera darme cuenta, ella se soltó de mi agarre y se fue nadando hacia la orilla, y yo siguiéndola por detrás.

-¡Es mi teléfono!- gritó ella.

-¿Tan importante es como para tener que dejar ese maravilloso momento que estabamos apunto de vivir?- dije intentando quitar la mueca de decepción que se me había quedado, mas no lo conseguí.

-Sí, es mi madre. Hablar con ella es como mandarte al infierno.- soltó una pequeña risa incómoda.- De todas maneras, no suele llamarme, y si lo hace es para asuntos importantes.

Cogió el teléfono y le dio a altavoz, colocándolo en la arena para poder ir escurriéndose el pelo y la ropa mientras hablaba con su madre.

-¡Ashley Margarita Evans! ¡¿Dónde se supone que estás?! ¡Te he mandado milones de mensajes!- vociferó la bestia.

-Mamá, relájate.- dijo mientras se escurría el pelo.- Sólo estaba dando un paseo por la playa.

-¡Son casi la una de la mañana! En la playa a estas horas, ¿estás drogándote, hija?

-Definitivamente mi intelecto lo he sacado de papá.- dijo entre dientes.- Ya voy para allá.

Ashley colgó dejando a su madre con las palabras en la boca.

-Styles, ¿me das un aventón a mi casa?

-Claro, no hay problema.

El trayecto se basó en nosotros cantando las canciones mierda que había en la radio, hasta que finalmente llegamos a su casa. Ashley se desabrochó el cinturón y me dio un beso en la comisura de la boca.

-Gracias Styles, me lo he pasado genial esta noche.

Y dicho esto, salió por la puerta, adentrándose en su casa.

Supuse que desde esa noche, todo entre nosotros iba a ser diferente.

---------------------------------------------------------------------------------------

SIENTO NO HABER SUBIDO! HE ESTADO MUY LIADA CON LOS EXAMENES, Y HAN TARDADO MUCHÍSIMO EN ARREGLARME EL ORDENADOR, PERO AQUÍ ESTOY, SUBO UN CAPÍTULO PORQUE ES MI CUMPLEAÑOS! 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 27, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

DemolitionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora