Capitulo 19

1.7K 96 2
                                    

¿jamás les ha pasado que cuando están solos recuerdan cada momento triste de su vida? Bueno, en el momento en que subí al avión fui directo al baño y comencé a llorar por cada estúpido recuerdo que llego a mi mente, solo había ido al baño con intenciones de arreglar el desastre que tenía en el cabello y termine recordando cuando Joshua lo acariciaba mientras yo dormía, cuando el pensaba que yo dormía.

Para intentar despejarme me lave la cara y sali del baño. Resulta que al lado mío se sentó una niña de unos diez años bastante simpática, durante las cinco horas de viaje no hubo un segundo en el que se quedo callada, me conto su vida desde que ella tenía consciencia y en parte eso me distrajo bastante. Nunca había viajado en la clase normal de un avión, la primera vez que viaje en uno fue en primera clase y siempre era así, las veces que me toco viajar sola era aburrido, las personas que van en primera clase son serios y la mayoría engreídos, por lo que una charla con esas personas era bastante desagradable, ahora que tenía la oportunidad de viajar como yo era, con personas que eran como mi hermano, se sentía bien, a pesar de que tenía el alma herida y el corazón destruido, se sentía bien volver a vivir pequeñas cosas, cosas simples que me hacían feliz.

La azafata hablo por el micrófono informando que el avión aterrizaría en menos de cinco minutos, con la niña nos pusimos nuestros respectivos cinturones de seguridad y esperamos el aterrizaje. Una vez en la tierra nos dispusimos a bajar, cuando estaba a fuera y con mi maleta me despedí de aquella niña tan simpática.
Camine un poco pero antes de llegar a la puerta un fuerte mareo me vino a la cabeza, todo se volvio borroso y una gran puntada en la parte de mi frente termino con segarme completamente, escuchaba a Erik gritar mi nombre pero yo ya no estaba, andaba perdida, y me desmaye.

*

Sentí un frio en la frente y una pequeña gota de agua que corria desde mi cabeza hasta aterrizar en mi cuello, me queje y abrí en forma lenta mis ojos, mi vista al haberse acostumbrado a la tenue luz me dio una vista de un dormitorio grande de paredes color celestes, muebles de color blanco, me senté a horcajadas y vi que estaba acostada en una cama con sabanas de cohetes. Mire hacia la puerta al escuchar que esta misma se abría .

-Erik- susurre con un hilo de voz antes de que mis lágrimas comenzaran a correr por mis mejillas sin parar.

-oh vamos señorita del drama- me regalo una sonrisa y se aserco a darme un dulce abrazo, sonreí y me hundí en su cuello para que me entregara aquello que tanto necesitaba, preocupación y afecto. - te has desmayado en el aeropuerto- dice alejándose un poco y dando a ver una mirada amenazadora.- no has comida bien Ashely- me mordí el labio. - ¿has comido algo en las últimas díez horas siquiera? - yo negué - bien hecho - zanja parándose y acercándose al teléfono- hola buenas noches, quiero pedir la cena a la habitación por favor... Si claro... Que sean dos... Perfecto- y corta la llamada, me da una mirada llena de enojo.

-lo siento.... - susurre y resfriegue mis ojos.

-¿cuando fue la última vez que comiste? - pregunta sentándose a mi lado otra vez.

-dos días - el volvio a negar y fue a abrir la puerta cuando la tocaron. Una chica castaña se encontraba con nuestra comida, me miro sorprendida y luego le dio una mirada a Erik, este mismo le regalo una sonrisa dulce haciendo que la chica asintiera y cerrara despacio.

-¿ya te la has cogido? - pregunte intentando sonar divertida.

-no nos desviaremos Ashely... Comerás y mientras lo haces me contaras todo- asentí - con todo, me refiero a todo, desde el principio.

-¿te estas dando cuenta que quieres que te cuente toda mi vida,  a ti, que eres hijo el enemigo de mi marido? - él se rio un poco.

-vamos Ashely- yo asentí y le conté todo, sin detalles ya que se me apretaba el corazon cada vez que recordaba aquello.

Sadomasoquista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora