Capitulo 31

1.3K 76 2
                                    

Mire directamente a sus ojos buscando que de alguna forma pudiera ayudarme, pero no la había, yo venía a su rescate y termine estando igual e incluso peor que él, baje la mirada y tragué saliva.

Piensa Ashely piensa.

Me dije a mi misma en un intento de darme ánimos, pero era imposible, ¿como podía darme ánimos sola? ¿cómo si me tenían sentada y amarrada justo frente al hombre que amo? Nos tenían secuestrados, a ambos, los dos estábamos metidos hasta el fondo, todo por mi culpa.

Debí pensar mejor antes de matar al desgraciado de Kenedy, si no lo hubiera hecho Erik no estaría odiandome por lo que no estaríamos en esta situación, y si yo hubiera pensado antes de actuar como una loca enamorada, podría haber salvado nuestros culos informando a la policía, aun que de todas formas los Kenedy tenían tanto o más poder que Joshua, todas las salidas en las que pensaba había una traba que no nos dejaba seguír.

Cerre mis ojos con fuerza por la rabia, la impotencia de pensar en todo lo que ambos hemos tenido que pasar en nuestras vidas, es verdad que yo no sabía las cosas que Joshua paso, pero creo motivo suficiente el culparse desde su adolecencia de una muerte, pensar que por su culpa su prima se suicidó, no era una justificación pero ahora que él por fin estaba cambiando, que tenía intenciones de ser feliz... A mi lado. Era injusto, era realmente injusto que cuando iba a tener mi final felíz pase todo esto, me partía el alma pensar que mi vida no estaba hecha para la felicidad.

-no... No llores amor- su voz era tan débil. Levante la vista que seguía un poco nublada por las lágrimas, sus hermosos ojos verdes me miraban con dolor, ese mismo dolor que yo sentía en el corazón.

-es injusto- susurre con tristeza.

-lo se cariño... - con cada palabra había un pequeño quejido por sus heridas- pero debemos luchar, podremos lograrlo ¿si? - negué.

-no estoy destinada a ser felíz, cada vez que lo estoy logrando la maldita nube negra aparece y me destruye otra vez- él niega y me mira con profundidad.

-¿por qué viniste? - preguntá de forma fría, tragué saliva.

-por tí, quería venir por ti... Leí la carta...

-¿querías ser valiente para mi? - asentí, sintiendo unas cuantas lágrimas resvalar por mis mejillas- demuéstralo mi amor... Estoy aquí por que no voy a permitir que nadie te haga daño, y ahora que estas tu aquí, arriesgando tu vida por mi tanto como yo por la tuya... Te pido que luchemos juntos, para siempre- una pequeña lágrima se asomo por sus preciosos ojos y quise correr a sus brazos para acurrucarme en ellos.

-te amo- dije con tono dulce para que supiera que de verdad lo hacía - voy a luchar contigo todo lo que sea necesario, por nosotros- una pequeña sonrisa se asomo en su rostro, pero desapareció al instante al escuchar unos aplausos.

-¡que hermoso y romántico! - gritó como una loca Sofia mientras entraba con la sonrisa más diabólica que alguna vez ví. - ¿no es romántico? - pregunto con tono burlesco a su hermano quien era el dueño de los aplausos, él solo se limitó a asentir.

Sofia se acerco de forma seductora a Joshua sentándose justo en sus piernas -aprete los puños- provocando que su vestido color salmón se levantara un poco dejando ver más que su muslo, le dio una sonrisa satisfactoria a Joshua mientras acariciaba su cabello. Sentía celos, y no solo eso, más bien rabia por el hecho de que él no le diga nada, estaba frustrada. Demasiado enojada y frustrada.

-es mio ahora- dice fuerte para que logre escucharla, la mire directamente a los ojos con asco, provocando que ella suelte una carcajada y mire a Joshua- te extraño... Creo que podría convenser a Erik para poder cuidarte en mi habitación - le dice alzando la voz para que yo y Erik la oyeramos.

Sadomasoquista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora