El chico rizado paseaba con su mochila en el hombro por los pasillos, sus clases habían terminado y ahora iría en busca de su mejor amiga. Aunque deseaba con todas sus fuerzas ver al chico de ojos celestes y sonrisa encantadora. Saludo a algunas personas durante el trayecto, era considerado amigable por la mayoría de los estudiantes aunque eso no lo mantenía lejano a las burlas de algunos debido a sus preferencias sexuales.

Recordaba alguna vez que le escribieron la palabra “marica de mierda” en su casillero, o cuando le golpearon al salir del colegio cuando apenas comenzaba la secundaria. Ahora afrontaba mejor los insultos que muchos le lanzaban cuando decidía usar un suéter con el estampado arcoíris, a veces incluso les deseaba un buen día. Harry sabía que apoyar a su comunidad muchas veces era un acto que muchos veían como “un intento de encajar”, sin embargo, él lo veía como una lucha para ayudarse así mismo y los demás.

Louis tenía un entrenamiento para el próximo partido, ser el capitán del equipo de soccer no era agradable la mayoría del tiempo, tenía muchas presiones pero, por algún extraño motivo, hoy se sentía felíz. Quizá era por el sobre que había recibido este día, el segundo. Había pasado apenas un par de días desde que el primer misterioso sobre apareció sobre su pupitre, ahora estaba resguardado en su casillero.

El chico de ojos celestes se sentía emocionado por leer la carta que está vez había encontrado en su casillero, no había tenido oportunidad de leerla pero estaba ansioso por hacerlo. Se quebró la cabeza pensando quien era el dueño de las iniciales “H. S.” pero no tenía éxito al encontrarlo.

Aun agitado y sudado por el caluroso entrenamiento decidió leer las palabras que se encontraban en el papel; no podía esperar más.

“Hola, Louis.

No estoy seguro de si recibiste la otra carta, de no ser así... No quiero imaginar que alguien más leyó aquello. Me atrevo a pensar que no te has molestado por mi atrevimiento, he de decir que mis manos están sudando en este momento, me encuentro nervioso de escribirte estas simples líneas.

No tengo algo claro que quiera contarte, tampoco es como si pudiese hacerte un resumen sobre algo. Solo te escribo esto para acercarme a ti de alguna manera, estúpido, lo sé. Soy un chico extrovertido, ¿sabes? Me gusta hablar con las personas pero al parecer tu eres algo más que una simple persona, simplemente me quedo mudo cada vez que intento cruzar alguna palabra contigo. Supongo que eres una especie de ángel caído, un perfecto ser.

Atentamente tu admirador secreto:

H. S.”

Louis sonreía luego de leer aquello.

Cartas Al Chico De Ojos Celestes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora