Sus miradas se encontraron por segundos, incluso menos, pero fue un momento que rompió todo; rompió el alma de Louis y creo una nueva en un solo instante, también rompió y creo todo lo que Harry representaba.
Ese momento se rompió cuando el balón llegó a los pies de Louis. El chico con la playera que tenía estampado el número 28 estaba listo para cumplir su promesa y lucirse frente al chico que estaba observándolo desde las gradas. Tomó el balón y paseo con el entre los jugadores rivales, logró con éxito quitar a tres tipos de su camino y enfrentar al portero que protegía las redes.
Louis miró por un instante al chico rizado: él tenía una sonrisa completa incluso con hoyuelos. Eso le basto a Louis para saber que debía meter ese gol sí o sí. Tomó un pequeño impulso y con su pierna derecha disparo con toda su fuerza contra el portero.
Gritos, chillidos e incluso algunas lágrimas se vieron entre la multitud que veía el partido. Su equipo estaba ganando uno cero y recién terminaba la primera mitad del tiempo.
Louis dirigió su mirada al chico de los hoyuelos mientras sus compañeros le felicitaban. El rizado que estaba mirando al chico con adoración. Ninguno podía esperar para hablar, para por fin estar uno frente al otro y cruzar palabras pero...
¿Qué se iban a decir? Esa pregunta rondo la cabeza de Harry.
H entró nuevamente en pánico, no sabía como lograría siquiera articular una palabra frente al chico de sus sueños. Quizá ver esas esferas celestes con unas grandes pestañas lo haría desmayarse en el piso al ser vistas de cerca. ¡¿Qué haría si le sonreía?! Eso lo mataría.
Cara vio al menor comenzar a respirar fuertemente, estaba entrando en pánico y eso ni era bueno. Intento calmarlo nuevamente, tomo al chico de las manos y lo sacudió un poco para que le prestara atención, lo cual por suerte logró.
—Él prácticamente babeo cuando te reconoció, Harry, no me digas que no te diste cuenta.
Las palabras de la pelinegra parecieron hacer algo en el rizado. Miró por uno segundo al chico de ojos celestes, él también lo observaba. Ambos sonrieron.
—Cara... —susurro el rizado— voy a hablar con el chico de ojos celestes.
Su mejor amiga lo vio con ternura y también con emoción. Ella sabía cuan difícil era para el menor intentar conocer chicos, era muy tímido en ese aspecto.
El segundo tiempo trajo consigo dos goles del equipo contrario y dos más del equipo local, Louis había anotado un tanto de dos y el otro fue cortesía de su amigo, Niall. Louis no sabía si saltar a las gradas en cuanto escucho el silbato o esperar para que el lugar se despejará, pero tenía claro que deseaba hablar con él chico con hoyuelos. Lo anhelaba.
Las personas comenzaron a felicitar a Louis conforme se iban del campo, el chico de ojos celestes mantenía su mirada fija en H pero no fue posible hacerlo por mucho tiempo pues todos se levantaron y bloquearon su visión. Para cuando enfocó su vista en el lugar del rizado, no se encontraba ahí.
Un suspiro se escucho detrás de él, seguido de una voz ronca y lenta que logró erizar su piel con dos palabras:
—Hola, Louis.
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Cartas Al Chico De Ojos Celestes
Short Story"Hola, Louis. Quizá esto te desconcierte y te haga preguntarte ¿qué sucede? Bien, pues soy un especie de admirador secreto, si quieres llamarlo de esa manera. He estado observandote desde la distancia, haciendo que mis sentimientos por ti comenzarán...