repeat | kookv [RESUBIENDO]

『10』

Jungkook bostezó un poco, fregándose un ojo con el dorso de su mano mientras escuchaba a Jimin reír por algo que Yoongi había dicho.

El sueño había invadido su cuerpo desde hacía rato, pero su novio, quien había vuelto del estudio de Yoongi hacía ya un par de minutos, parecía dispuesto a seguir con la velada.

Sus ojos se posaron en Taehyung, quien estaba acurrucado al lado de Yoongi, el brazo del mayor alrededor del cuerpo del castaño de forma protectora, por no decir posesiva.

Apretó los labios con disgusto, aprovechando que Jimin había dejado de hablar con Yoongi para decir: —Jiminnie, ya es tarde, ¿quieres que vayamos a casa?

El chico lo miró algo perdido, como si no entendiera lo que decía, hasta que su cara brilló en comprensión y un poco de diversión. —¿Hm? Oh, no, no, Yoongi dijo que podemos quedarnos a dormir en la habitación de huéspedes, ¿cierto?

El rubio asintió, sonriendo hacia Jungkook —Sí, ya es muy tarde y han bebido mucho, no podemos dejarlos ir así.

El pelinegro lo miró extrañado, observando la sonrisa amistosa que no se parecía en nada a la actitud que el rubio había tenido con él toda la noche. Parecía mucho más calmado.

Tal vez tenía que ver con la forma en que Taehyung se abrazaba a él, o la sonrisa brillante que este le regalo al rubio cuando Yoongi susurró algo en su oído.

Una sensación desagradable se asentó en su pecho, recordando también la forma en la que Yoongi besó a Taehyung cuando volvieron de su estudio hace un rato, sosteniéndolo como si le perteneciera, besándolo y tomando todo de él como si fuera suyo. Odiaba esa posesividad tóxica con la que tocaba a Taehyung, pero Jungkook solo podía callar. No había mucho que él pudiera hacer.

Jimin se sentó junto a él y rodó su cuello con sus brazos antes de besar su mejilla castamente. —¿Tienes sueño, mi amor?

Jungkook asintió escuetamente, dirigiéndole una leve sonrisa a Taehyung cuando hicieron contacto visual.

Separándose del agarre de Yoongi, Taehyung se puso de pie y le sonrió a Jimin.

—Vengan, les mostraré la habitación para que puedan acomodarse.

Yoongi lo siguió con la mirada cuando se adelantó, con Jimin siguiéndolo emocionado. Jungkook, quien recién ahora se disponía a levantarse del sillón, ignoró la mirada de advertencia que le lanzó el rubio antes de seguir a Taehyung y a Jimin por las escaleras.

—Yoongi podría prestarte algo de ropa —escuchó que le decía el castaño a Jimin —ustedes tienen casi la misma altura y una complexión física parecida.

—Sí, ¿tú podrías prestarle algo a Jungkook? No creo que la ropa de Yoongi le entre. Una vez le presté uno de mis pantalones y casi los rompe. Esos muslos son una amenaza —comentó Jimin, riendo alegremente sin prestar atención a la risa incómoda de Taehyung.