"Un vaso medio vacío de vino es también uno medio lleno, pero una mentiras a medias, de ningún modo es una media verdad." - Jean Cocteau.
♢Si algo que he aprendido en estos últimos cinco siglos es que las mentiras pueden ayudar a cuidar a los que má...
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A la mañana siguiente, todos los jóvenes tenían que entrar preparatoria, como Matt Donovan quien colocaba carteles del Mystic Grill anunciando que en el restaurante se presentaría una banda y tocarían toda la noche. Caroline Forbes apareció en su campo de visión, mostrando una bonita sonrisa al joven de ojos azules.
—Hola Matt. —La rubia a pesar de estar nerviosa, esta decidida a hablar con él.
—Hola.
—¿Banda en vivo? —preguntó señalando al cartel en frente de ellos.
—El negocio no anda bien, el Grill trata de seguir a flote —explicó caminando por el pasillo, Caroline le siguió el paso.
—¿No es lo que tratamos todos?
—¿Has oído de Tyler? —esta vez el joven intentó cambiar de tema cambiar de tema.
—No para nada, ¿Tú?
—No desde que vino a hablar... y le he dejado mensajes.
—¿Él fue a verte? —preguntó interesada por aquello— ¿Qué te dijo?
—No mucho, de veras. Es decir... creo que vino a decir adiós sin decirlo y yo no lo noté.
—¿Y eso es todo lo que te dijo?
—No, no dijo nada más ¿Por qué? ¿Hay algo que debas decirme?
—Si, yo... es decir —empezó a tartamudear sin saber qué decir exactamente— No, yo... es que no es tan sencillo.
—No entiendo, ¿Desde cuándo yo puedo expresarme y tú no tienes palabras?
—No, tienes razón y lo siento.
—Sabes lo que siento, ahora te toca a ti, solo toma una decisión... o déjame, Caroline.
Matt caminó en dirección a sus clases, dejando a una triste Caroline en su lugar, quien no tenía ni idea qué hacer con su "relación". Algunos alumnos empezaron a murmurar cuando una joven, la cual jamás vieron su rostro por la ciudad, caminaba tranquilamente por el pasillo.
—Hola —la rubia miró a la castaña quien estaba al frente de ella— De casualidad ¿Conoces a Bonnie Bennett?
—Si, soy su mejor amiga, me llamo Caroline. —Dijo alzando su cabeza con orgullo.
—Genial, yo soy Alessandra —sonrió amablemente, la rubia imitó su acción.— ¿Sabes dónde puedo encontrarla?
—Su casillero está de aquí a la vuelta, a dos aulas— señaló la dirección a donde debía seguir.
—Muchas gracias.
Mientras tanto Stefan ya había llegado a la escuela junto a Elena, el vampiro dejó a su enamorada en su casilla y fue a buscar a Bonnie, hasta que la vio hablar en su casillero con el hermano de Elena. Después de saludarlos, el menor de los Salvatore les explicó lo que había pasado en la mañana en su casa, desde que Katherine Pierce se hizo pasar por Elena hasta cómo se pusieron de acuerdo para que ella les ayudará.
