Si Twice estuviera en el supermercado

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—Bien, sólo no se separen, Jihyo se preocupará si tardamos más de lo debido.— habló Nayeon mientras leía una lista arrugada.

—¿Puedo ir a ver los juguetes unnie?— preguntó Sana, tomando su brazo.

—Si nos separamos tardaremos más.— sonrió dulcemente.

—¡Mira muestras gratis!— gritó Momo mientras corría hacia la chica que tenía un plato con comida en palillos.

—¡¿Qué acabo de decir?!

Las chicas de Twice se encontraban en un supermercado, haciendo compras que debieron de haber hecho hace más de una semana; pero aprendieron a subsistir a base de comida rápida y usar la misma ropa casi todos los días.

La líder lastimosamente había enfermado, y le correspondía a las demás hacer las compras por esta ocasión.

—¿Para qué se ocupa el suavizante de ropa?— preguntó Chaeyoung, estaba sentada en la parte delantera del carrito.

—Pues supongo que para que sea más suave, ¿no?— Dahyun iba empujando el carrito, iban siguiendo a las demás pero en vez de dar vuelta en el pasillo del papel de baño se siguieron topandose con el pasillo de herramientas.

El foco parpadeaba y el aire acondicionado era más potente ahí. No había nadie, parecía que todos se habían esfumado ante sus ojos.

Frente a ellas, unas grandes tijeras de podador estaban colgadas.

—¿Conocen la historia del chico que murió aquí mismo?— dijo Tzuyu apareciendo detrás de ellas.

—¿C-cuál historia?— preguntaron las dos con inseguridad.

—Ah pues una vez, un chico se quedó hasta tarde organizando las herramientas de este mismo pasillo, pero de repente, las luces se apagaron y ¡bum! El chico apareció degollado con unas tijeras similares a estas al día siguiente.— su semblante se había tornado macabro.

Chaeyoung se aferraba a las barras del carrito, mientras que Dahyun se cubría los ojos.

—¡Tzuyu! ¡Deja de asustarlas!— gritó Nayeon apareciendo nuevamente en el pasillo.

—¿Qué? Estoy haciendo este día un poco menos aburrido.— respondió encogiéndose de hombros.

—¿Ves Chae? No hay de qué preocuparnos.— después de eso, las tijeras inexplicablemente cayeron al suelo, resonando por los pasillos.

—¡Arranca! ¡Arranca!

Mientras, en el pasillo de detergentes, Jeongyeon y Mina tenían una misión especial: buscar el detergente marca Patito.

—¿Qué tiene de especial?— preguntó Jeongyeon a si misma, bastante frustrada de no encontrarlo.  —Teniendo tantas opciones y sólo quiere ese.

—Jihyo unnie dice que ese es muy barato y no arruina las uñas.— habló Mina desde atrás.

—¿Y a mi qué? Hay que decir que no habían y llevemos otro.

—No Jeong, estoy segura de que aquí hay.

Mientras tanto, Sana y Momo jugaban en los refrigeradores del área de lácteos. Dibujaban en las puertas y se metían.

En la lista faltaban muchas cosas, así que Nayeon decidió que ellas se encargaran de la leche y yogur.

—¡Te atrapé!— exclamó Sana abrazando a Momo, ambas estaban adentro del refrigerador de los helados.

—¡Eso fue trampa!— Momo hizo un puchero.

—Está bien, vamos a jugar otra vez.

Intentaron abrir la puerta, pero al parecer, esta se había atascado.

Si Twice...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora