Si Twice...

Si Twice fuera al doctor.

—Hey, esperen un momento, Jihyo dijo que iríamos por helados—Momo miró con confusión la calle por la que las nueve chicas caminaban. Habían pasado el establecimiento donde vendían los helados.

—Es cierto— continuó Chaeyoung, desacelerando su paso junto a Momo, Sana y Tzuyu.—¿A dónde vamos realmente?

—Ay, que bebés son—suspiró Jeongyeon junto a una suave risa.

—Jeong, no te burles, no es tan fácil para ellas como lo es para ti el venir aquí— Mina soltó un golpe en el hombro de la mayor.

—¿Venir a dónde?—preguntó Sana, ladeando su cabeza como un cachorrito curioso.

—No me digas que...ay no—Tzuyu cubrió su cara, escondiéndose en ella misma. Se estaba preparando mentalmente para lo que venía, mientras que el resto tardaba en entenderlo.

—Nayeon unnie...—el labio inferior de Dahyun temblaba al igual que sus manos, sus ojos llorosos reflejaban miedo.—T-Tú...¿Tú sabías sobre esto?—no respondía, el viento helado agitaba el cabello de las nueve chicas, aumentando el dramatismo al ambiente Jihyo y Jeongyeon miraron extrañadas entre ellas mismas.—¡¿Acaso sabías sobre esto?! ¡Responde!

La miembro más grande no se atrevía a mirarla a la cara, estaba de espaldas con la cabeza agachada.—Lo siento tanto—murmuró.

—¡Lo sabías! ¡Siempre lo supiste y jamás pensaste en advertirnos! ¡¿Quién se supone que eres?! ¡¿Hay algo más que nos estés ocultando?!

Dahyun se soltó a llorar desgarradoramente en el suelo, apretando sus ojos, aferrándose sus puños al pavimento, Sana corrió a abrazarla mientras sobaba su espalda.—Dubu, tranquila, por favor, ella no quería lastimarnos.

—¿Por qué... por qué hacen esto?—los ojos de Chaeyoung eran cristalinos, con una mano cubriendo su pecho por si su corazón quería escapar, se acercó a Nayeon.

—Porque nos tocaba consulta—respondió una aburrida Mina.

—Todo este tiempo fuimos parte de una mentira—susurró Momo, mirando hacia el horizonte.

—¡Ah, ya por favor! No es para tanto, ni que fueran a donar un riñón, sólo es una consulta general, ¿pueden entrar de una vez? —exclamó Jihyo con exasperación.

Todas caminaron en fila, bajo la atenta mirada de la líder. Mina, Jeongyeon y Nayeon caminaban sin humor alguno, Sana, Momo y Chaeyoung iban asustadas, como niñas pequeñas acercándose a un payaso al cual no quieren abrazar para la foto de cumple, detrás de todas ellas iba Tzuyu, que antes de entrar al consultorio, se acercó a la líder y susurró en su oído.—Para la próxima donaré tu riñón si nos vuelven a engañar.

—¡Hey! ¡A mí no trates de amenazar y mete tu no vacunado trasero ahí!—Tzuyu corrió a alcanzar a sus mayores después de la reprimenda de su líder, Jihyo, un poco cansada de tener que arriar a sus miembros, caminó detrás de ellas.

—Vean después de quien vamos, iré por un agua a la tienda de al lado—habló Park, Sana corrió junto a ella, no quería nada pero seguro se le antojaría algo cuando llegaran a los "abarrotes lulú"

Las siete miembros restantes miraron el lugar, primero estaba la farmacia Semejantes, que siempre tenía en frente a la botarga del Dr. Meme bailando desde cumbia, canciones incluso de Twice o incluso un clásico perreo. Al lado estaban los consultorios, varias sillas azules pegadas a las tres paredes que habían, una estaba totalmente abierta para que la gente entrara, y una puerta con los precios de las consultas, dentro estaba el doctor.

Sólo habían cinco sillas disponibles, dos juntas y las otras separadas, se miraron entre ellas, ¿quién sería la que preguntaría después que quien sería su turno? La gente estaba aburrida y cansada de esperar, fastidiada por sus malestares, perdidos en sus propios pensamientos, y mocos tal vez.