FF Eragon

Eiden

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Después de una semana de la partida de Eragon
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   Era una mañana nublada y se podia ver como las nubes cubrían todas las montañas. Me levanté temprano para poder i a la aldea y recoger las piezas del molino de agua que mi padre había encargado al herrero. Tenía que levantarme temprano porque la aldea estaba muy lejos de mi casa. La aldea era medianamente grande y la tienda del herrero estaba junto a la de la herbolaria, en la plaza.

   -Hola, vengo a por las piezas que encargó mi padre el otro día- le dije al herrero.

   -Claro que sí muchacho, aquí tienes y recuérdale a tu hermana que tiene que venir a arreglar las mantas de mi mujer, porque ella no puede- me dijo el herrero.

   Cuando estaba saliendo de la herrería, vi como la guardia imperial portaba un cofre dos veces el tamaño de un yunque. La caja era dorada con remate de diamante en cada esquina del cofre, llevaba dibujos en oro de árboles y cada hoja era una esmeralda muy bien tallada, era preciosa. Llevaban el cofre hacia la tienda de la herbolaria , uno de los soldados que acompañaban al cofre se detuvo y empezó a leer en voz alta un pergamino que sacó de su zurrón.

   -En orden de la reina Nasuada, se hace sabe que, cualquier ciudadano de esta aldea que quiera presentarse como jinete para la nueva generación de dragones, debe inscribirse en esta lista y pagar 5 monedas de plata por su inscripción, no se le asegura a nadie que valla a ser jinete, la edad mínima para presentarse es de 12 años- dijo el soldado.

   Una vez terminó de leer, entraron todos los soldados con el cofre en la tienda de la herbolaria. La gente estaba entusiasmada por poder ser los elegidos, pasaron dos días y seguía sin salir el dragón ante ninguno que se presentase ante él. Mi familia no era pobre, pero a mi padre le parecía una perdida de tiempo y dinero pagar por lo del huevo.

   Una noche fuimos a cenar al pueblo a casa de un amigo de mi padre, mi hermana se iba a casar con el hijo del amigo de mi padre. La cena fue con normalidad, mi padre hablaba con su amigo de los diversos negocios que llevaban cada uno y como les iba y mi madre con la mujer. Mi hermana se fue con su futuro prometido a dar un paseo y yo me quedé solo sin hablar con nadie, me aburría, así que no se podía salir a qué me diese un poco el aire, mis padres accedieron y yo bajé a la plaza. En la plaza había una gran fuente de la que manaba agua con la que se daba de beber a todos los ganados del pueblo. La plaza estaba cubierta de adoquines y estaba rodeada por diversas tiendas como la del herrero, la herboristería y la panadería. También están las diversas casas de los comerciantes más importantes del pueblo.

Me senté en  uno de los bancos la plaza, la cual estaba iluminada por sendas antorchas colocadas estratégicamente para alumbrar lo más posible la plaza. Estaba apunto de quedarme dormido cuando una voz invadió mi cuerpo.

   Dentro del cofre encontrarás tu futuro al que no puedes escapar, armate de valor y enfrentate a tus miedos, el te ayudará a superar las adversidades que encuentras en el camino. Contigo se podrá dar comienzo a una nueva era, tú puedes ayudarnos.

Me levanté sobresaltado del banco pues era la primera vez que me pasaba aquello y estaba asustado. Había oído hablar de esas cosas y sólo lo odian hacer magos. Fui corriendo de vuelta con mis padres, alguien me había hablado mentalmente significaba que había un mago y podría estar en peligro. Cuando llegué, mis padres ya estaban preparados para volver a casa, subimos al carro una vez que mi hermana vivió del paseo.

Aquella noche soñé que una figura enmascarada y cubierta por una capa púrpura, me perseguía y yo no podía escapar, corría y corría todo lo que podía pero no lograba escapar.