-¿entonces todo mal?
-comienzo a creer que lo peor que pudimos hacer fue casarnos Alexa, cada vez lo creo mas -dije enredando mi dedo en él cable del teléfono.
Me encontraba en la Cocina hablando con Alexa sobre como va mi vida de casada, si casada.
-¿tan mal van las cosas Maddy? -preguntó.
-Si, es un buen papa y me lo ah demostrado en estos meses -dije antes de soltar un suspiro enorme- pero entre él y yo nada es bueno, todo va muy mal, lo quiero pero él jamas me perdonara que intentara ocultarle al bebe.
-no lo supera -dijo completando lo que estaba diciendo.
-exacto...
Me detuve al escuchar que Ryan bajaba las escaleras.
-Alexa, Ryan esta bajando, te marco mas tarde -dije antes de colgar.
Camine hasta encontrar a Ryan al pie de la escalera.
-¿a donde vas? -pregunte alarmada cuando mire a Ryan con una mochila en la espalda y al bebé en Brazos.
-¿no lo adivinas? -pregunto alzando una ceja- Me voy de casa.
-Dame al bebé -dije extendiendo los brazos con los ojos bien abiertos.
Ryan y yo discutimos meses peor que todo lo que lo habíamos hecho durante el resto del embarazo y los dos mes que tiene el Mounstrito de nacido.
Camino hacia atrás y negó con la cabeza.-No -dijo simplemente.
-¿no? -incline la cabeza- Ryan, ¡Dame Al Bebe!
Negó con la cabeza y se acercó a la puerta. Corrí hacia ella y pegue mi espalda a ella.
-¿te quieres ir? ¡Hazlo! -grite- pero al bebe no te lo llevas -dije mirándolo con odio, si ese mismo odio de casi siempre.
-El bebé se va conmigo Maddy ¿y sabes por qué? -escupió acercándose a centímetros de mi cara- por qué eres una maldita perra que no lo merece, aún qué la verdadera razón -se acercó aun mas, tanto que podía sentir su aliento en mi cara- es por haberme ocultado que llegaría ¡Tambien Es Mío! ¿lo entiendes? -dijo y se alejó un par de centímetros- el se va conmigo y nunca lo volverás a ver.
-No te lo vas a llevar -dije intentando quitarle al bebé.
Forcejear con el fue inútil, con una mano pudo deshacerse de mi y con la otra sostener al niño, tenía tan buen brazo que logró tumbarme al piso, se acercó a la puerta y la abrió, las lágrimas habían comenzado a mojar mi cara, estaba aterrada de que se pudiera llevar al niño.
Me arrastre hacia el intentando detenerlo.-¡No te lo vas a llevar! -grite intentando levantarme y acercarme a el.
Sonrió y con una patada en el rostro me tumbo de nuevo y me rompió la nariz.
-Ruegale a Dios que un día se me ablande el corazón y te deje verlo, te advierto que le diré la verdad, que eres una maldita perra -dijo saliendo de casa.
-¡Dame a mi hijo! -grite mientras salía de la casa corriendo.
Ryan me enseñó el dedo de en medio después de cerrar la puerta donde había dejado al bebé en su portabebés.
Subió a al auto y lo encendió al momento que llegaba e intentaba abrir la puerta en que estaba mi hijo.-¡Abre la puerta Ryan! -grite golpeando su ventana.
El solo sonrió.
-¡Ryan dame a mi hijo! -grite sin dejar de llorar- ¡Ryan por favor! ¡No me hagas esto!
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¡FUI YO!
RomanceDespués de unas cuantas decepciones, unas mas grandes que las otras, Maddy se comenzó a hacer unas cuantas preguntas: ¿quien dijo que las mujeres no podemos divertirnos con los hombres? ¿que solo ellos pueden tener aventuras de una noche? ¿solo ell...