CAPÍTULO 38

1.1K 73 6
                                    

-¿entonces todo mal?

-comienzo a creer que lo peor que pudimos hacer fue casarnos Alexa, cada vez lo creo mas -dije enredando mi dedo en él cable del teléfono.

Me encontraba en la Cocina hablando con Alexa sobre como va mi vida de casada, si casada.

-¿tan mal van las cosas Maddy? -preguntó.

-Si, es un buen papa y me lo ah demostrado en estos meses -dije antes de soltar un suspiro enorme- pero entre él y yo nada es bueno, todo va muy mal, lo quiero pero él jamas me perdonara que intentara ocultarle al bebe.

-no lo supera -dijo completando lo que estaba diciendo.

-exacto...

Me detuve al escuchar que Ryan bajaba las escaleras.

-Alexa, Ryan esta bajando, te marco mas tarde -dije antes de colgar.

Camine hasta encontrar a Ryan al pie de la escalera.

-¿a donde vas? -pregunte alarmada cuando mire a Ryan con una mochila en la espalda y al bebé en Brazos.

-¿no lo adivinas? -pregunto alzando una ceja- Me voy de casa.

-Dame al bebé -dije extendiendo los brazos con los ojos bien abiertos.

Ryan y yo discutimos meses peor que todo lo que lo habíamos hecho durante el resto del embarazo y los dos mes que tiene el Mounstrito de nacido.
Camino hacia atrás y negó con la cabeza.

-No -dijo simplemente.

-¿no? -incline la cabeza- Ryan, ¡Dame Al Bebe!

Negó con la cabeza y se acercó a la puerta. Corrí hacia ella y pegue mi espalda a ella.

-¿te quieres ir? ¡Hazlo! -grite- pero al bebe no te lo llevas -dije mirándolo con odio, si ese mismo odio de casi siempre.

-El bebé se va conmigo Maddy ¿y sabes por qué? -escupió acercándose a centímetros de mi cara- por qué eres una maldita perra que no lo merece, aún qué la verdadera razón -se acercó aun mas, tanto que podía sentir su aliento en mi cara- es por haberme ocultado que llegaría ¡Tambien Es Mío! ¿lo entiendes? -dijo y se alejó un par de centímetros- el se va conmigo y nunca lo volverás a ver.

-No te lo vas a llevar -dije intentando quitarle al bebé.

Forcejear con el fue inútil, con una mano pudo deshacerse de mi y con la otra sostener al niño, tenía tan buen brazo que logró tumbarme al piso, se acercó a la puerta y la abrió, las lágrimas habían comenzado a mojar mi cara, estaba aterrada de que se pudiera llevar al niño.
Me arrastre hacia el intentando detenerlo.

-¡No te lo vas a llevar! -grite intentando levantarme y acercarme a el.

Sonrió y con una patada en el rostro me tumbo de nuevo y me rompió la nariz.

-Ruegale a Dios que un día se me ablande el corazón y te deje verlo, te advierto que le diré la verdad, que eres una maldita perra -dijo saliendo de casa.

-¡Dame a mi hijo! -grite mientras salía de la casa corriendo.

Ryan me enseñó el dedo de en medio después de cerrar la puerta donde había dejado al bebé en su portabebés.
Subió a al auto y lo encendió al momento que llegaba e intentaba abrir la puerta en que estaba mi hijo.

-¡Abre la puerta Ryan! -grite golpeando su ventana.

El solo sonrió.

-¡Ryan dame a mi hijo! -grite sin dejar de llorar- ¡Ryan por favor! ¡No me hagas esto!

¡FUI YO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora