CAPITULO 5

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El hombre se cubrió lo mas rápido que pudo al igual que mi mama.
De pronto mi enojo no era el mismo si no ahora sentía pena y vergüenza por haberlos interrumpido.

-lo siento, perdón -dije caminando hacia atrás- terminen, se siente horrible un orgasmo interrumpido -dije ahogando una risa.

Cerré la puerta y corrí hacia mi cuarto y cerré la puerta con llave.

Nunca me imagine a mi madre haciendo algo así, pero dios, supongo que ella también necesita de un orgasmo de vez en cuando.
Quien será ese hombre? Serán pareja? O sera un simple acoston? No, mi madre nunca aria eso o si? Bah, que mas da.
Tome mi celular y me coloque los audífonos y puse un lista de reproducción con mi mejor musica.

Desperté al día siguiente con un espantoso dolor de cuello, supongo que fue por haber dormido con los audífonos puestos y la cabeza semi levantada.
Me di cuenta que dormí sin pijama, seguramente por que ni siquiera me di cuenta cuando me quede dormida.
Un momento.
Ayer encontré a mi madre en la cama con un hombre al que jamas había visto en mi entera vida.
Salí de la cama y me di un merecido baño, sigo sin poder dejar de pensar en quien sería ese hombre, mi madre jamás había traído a alguien a la casa, esta vez sera diferente? O habrá algo mucho mas serio entre ellos?
Ya lista, baje lentamente las escaleras y me di cuenta de que se escuchaban ruidos en la cosina.
El hombre ese seguirá aquí?

Entre a la cosina y encontré mi madre de espaldas frente a la estufa preparando algo que huele delicioso, del hombre ni rastros, mucho mejor así.

-hola mama -dije tomando un pedaso de pan.

Mi mama volteo a mirarme y luego me dio una media sonrisa, bajo la cabeza y luego siguió cosinando.
No dijo ni una sola palabra, seguramente se moría de pena, claro, si mi hija me atrapara teniendo una aventura quizá yo reaccionaria igual, o quizá no, no lose, pero a mi madre creó que si le incomoda lo que ha pasado.

Ella siguió cosinando con la cabeza baja, cuando puso un plato de huevos revueltos con tocino en frente de mi, mi estómago gruño en protesta para que comiera y ha si lo he hecho, estaban deliciosos!

Mi madre se sentó enfrente de mi y comenzó a comer sin decir ni una palabra.

-te comió la lengua el gato? -dije rompiendo el silencio- siempre hablas mientras desayunamos -continue

Ella al fin alzo la cabeza y por fin me miro a los ojos, probó un bocado mas y al fin dijo

-siento mucho lo de ayer -dijo y bajo la cabeza de nuevo.

-sientes mucho lo de ayer? -pregunte con una risita nerviosa- te dejó adolorida o que? -pregunte esta ves con gracia y estallando en risas.

Mi madre alzó la cabeza bruscamente antes de gritar.

-Maddy! -grito reprimiendome.

Solté una risita nerviosa y ella igual, pero seguía con na cabeza baja.

-vamos mama, alza la cabeza -dije riendo- no eres una colegiala, así que no te avergüences -dije para que alzara la cabeza.

Finalmente la alzo.

-es que yo jamas había traído a alguien a la casa -dijo mordiéndose el labio nerviosa.

-lose -conteste.

-pero es que Sam en serio me importa y creí que tu no vendría hasta tarde -dijo jugando con el tenedor y su comida.

Oh si, había olvidado que me dejo en la pizzeria con el idiota de Ryan.

-mama, sabes que no soporto a Ryan, lógicamente no iba a tardar -dije con una sonrisa y poniendo los ojos en blanco.

Ella iso la misma exprecion que yo y seguimos comiendo.

¡FUI YO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora