Una a una

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Enamorarse una vez más, sentir que estas en las nubes gracias a esa persona que te hace volar hacia ellas. Sentir que todo se arreglará, que todo será mejor ahora y que no habrá más sufrimiento para ti. Que ingenuidad, ¿cierto?

Que el amor dura para siempre, que las personas que más te aman son las que nunca te harán daño. No son más que burdas mentiras. El amor no dura para siempre, tarde o temprano uno de los dos se va. Las personas que se supone que más te aman son las que te hacen más daño.

A veces me sorprender lo idiotas que pueden ser las personas al creer que nadie más les hará daño porque ya alguien los protege, porque ahora alguien los quiere, porque ahora tienen un escudo que se supone nunca los abandonará. Me causan mucha risa, porque yo ya pasé por eso. Porque son cosas sobre las que tengo un amplio conocimiento.

Jamás estaré libre de eso, el castigo que se me ha asignado es ese y tendré que vivir con el por el resto de mis días. Se la pasan hiriendome una y otra vez, más personas que más amo van desapareciendo una a una por propia voluntad, no porque yo lo alejo.

Se despiden diciéndome "Perdón" y lo finalizan con un "Adios". ¿Alguna vez me liberarán de estas cadenas que tengo amarradas a cada extremidad? ¿Alguna vez seré feliz? ¿Alguna vez?...

Siento que todos se llevan un pedazo de mi corazón con ellos. Nunca me lo devolvieron. Ahora estoy incompleta. ¿Qué tengo que hacer para que no me abandonen? ¿Qué es lo que mi les gusta de mi? ¿Mi forma de ser? ¿Mi manera de expresarme? ¿Qué es? No logró entenderlo.

Me estoy quedando sin fuerzas, sin aliento. No sé cómo seguiré mi camino sin desvanecer. No sé si lograré llegar hasta el final.

Es increíble, a penas soy una personas de 15 años de edad y no es posible que haya derramado más lágrimas que un adulto. Mi vida debería basarse en felicidad, diversión, estudios y nada más que eso.

Necesito una vida normal, necesito ser feliz, necesito que no me abandonen más, no lo soporto más...
Espero algún día poder acostumbrarme y no seguir siendo la misma idiota que cae en el juego de la gente y que luego de haberse aprovechado de ella, la dejen de lado.

Una a una las personas que más amo van desapareciendo. Supongo que el final de mi rumbo es la soledad, como siempre lo he sospechado.

Lo Maravilloso de la MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora