Emily Thompson (EN PROCESO)

CAPITULO 2

NARRA EMILY:

Tomé el arma que siempre guardo debajo de la mesa y la puse en la parte trasera de mis jeans, solo por las dudas, aún no sé cuales son sus intenciones.

—Pidele el bolso y ve que tiene en el sótano, y por supuesto dile que entre -la chica obedece mis órdenes y a los pocos segundos Harry hace presencia en la sala.

—Primero que nada, vengo en son de paz, solo llevo conmigo lo que me haz pedido -lo miro de pies a cabeza mientras que me pongo de pie.

—Quitate la chaqueta y brazos a los costados, rápido -realiza cada uno de los movimientos que le solicito y comienzo a tocar cada parte de su cuerpo, solo para asegurarme de que no traiga ningún tipo de arma encima —Ya puedes vestirte Harry.

—¿Ya me puedo retirar? -lo miro lentamente con seriedad —Es que ya he traido lo que querias... -un grito se escucha por toda la maldita mansión, era lo que me esperaba.

—Ven, acompáñame Diego -lo miro de mala manera mientras lo tomo del hombro y lo guio por el camino hacia el sótano, abro la puerta y me encuentro a la misma chica que había mandado a revisar el maldito bolso, sentada en el suelo.

—¿Estás bien? -le pregunto preocupada. La veo y sé perfectamente que no está bien, aparenta estar pérdida, como si la hubieran drogado de alguna manera.

—Todo me da vueltas señorita... -suelta un susurro lo suficiente audible para que pueda escucharla.

—¿Qué había en el bolso? -le pregunté a Harry, a lo que él solo se ríe —Dime que es lo gracioso -lo miro demasiado alterada —¡Cuéntanos el puto chiste y dame una maldita razón para no matarte en este momento! -saqué mí arma y le apunte en la cabeza.

—Emily tranquilizate, todo esto fue un plan -dice mi padre tranquilamente mientras me hace bajar el arma.

—¿Un plan? -río — ¿Fue parte de un maldito plan intoxicar a esta pobre chica? -pregunté confundida.

—Necesitaba saber si eras capaz de manejar estás cosas hija, el mundo en el que estás entrando no es nada fácil.

—Asi que ella esta agonizando por mi maldita culpa -dije un tanto enojada —¿Es qué no piensas bien las cosas papá? Ahora como tendremos confianza con las demás personas que trabajan aqui, con mí nona, ¿Cómo le garantizo seguridad? ¡Si es que para ti ninguna persona que no sea de los tuyos es importante!

—¿Qué pasaria si en lugar de qué ella estuviera muerta lo estés tú? Tienes que tener en mente que los que verdaderamente importan son los tuyos Emily. La gente que está ahí afuera no pensará en si eres un alma buena o mala, afuera no dudan en matarte, solo quiero que lo entiendas -muy en el fondo de mí sabía que lo que mí padre decía era verdad, y lo tenía claro, solo me costaba aceptarlo.

—Pues tienes suerte de que el demás personal de limpieza solo venga de tarde. Buscaré a otra persona que esté interesada en el trabajo -suspiro —Solo quiero saber una cosa, ¿Qué rayos le dieron para qué esté en ese estado?

—Un gas llamado Monóxido de carbono -responde Harry —produce mareos y náuseas, después somnolencia, la persona entra en coma y luego muere sin ningún dolor. En unos dos minutos la chica estará muerta -escucho cada palabra que sale de su maldita boca y solo asiento con la cabeza, no podía hacer más nada, todavía no podía creer que una persona muera solo porque quiero ayudar a mí padre.

—Papá, no te olvides de mandar algo de dinero a su familia y garantízarle un buen velorio, es lo mínimos que puedes hacer -y sin más subi a mí habitación.

———

Son las 6:30 am. Hora de levantarme para ir al colegio, pero ¿Quién mierda tiene ganas de levantarse a esta hora? Absolutamente nadie, pero como soy buena alumna, aún que no lo crean tengo buenas notas por no decir las mejores de la clase, solo por eso decido levantarme e ir al baño hacer mis necesidades. Tomo una ducha rápida de aproximadamente quince minutos y comienzo a vestir el uniforme del colegio; una falda azul obscuro con una camisa blanca y un saco del mismo color que la falda, la corbata roja y mis zapatos favoritos con las medias blancas.