CAPITULO 3

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NARRA EMILY:

Eran las cinco y media de la tarde, estaba por dormir una pequeña siesta y justo cuando cierro mis ojos, el timbre suena. Recuerdo que ya no tenemos personal que se encargue de recibir a las personas, así que me veo obligada a bajar yo.

Me pongo las pantuflas que estaban a un costado de mí cama y salgo de mí habitación, bajo las escaleras mientras veo como mí Nona tiene intenciones de ir y abrir la puerta.

—Ya voy Nona, tranquila -le sonrio y sigo caminando hacia la puerta. Miro por el pequeño aparato que nos permite ver quién está tras la puerta y veo a Leo Hider. Abro la puerta extrañada y justo se me escapa un bostezo

—¿Interrumpo la siesta? -pregunta sonriendo.

—Si -respondo cortante.

—Entonces lo haré rápido. Traje conmigo a unas cuantas personas interesadas en el puesto de trabajo que me comentaste -hace una seña detrás de él y cinco señoras y señoritas se acercan hacía él —Ellas son de mí confianza y como ya te dije, están interesadas en la vacante libre.

—Bien, pasen que las entrevistaré a todas ahora mismo -me senté en mí sillón e invité a qué todas hagan lo mismo —Bueno, soy Emily Thompson la dueña de está casa...

—Mansión -me corrige una de las chicas, la más joven de las cinco presentes.

—Te puedes retirar, ya no hay vacante libre para ti -veo como ella se retira lentamente con la mirada en el suelo, sé que es algo insignificante lo que acaba de pasar, pero necesito a alguien que solo trabaje y no me dirija la palabra —Bien, necesito que tengan más de diez años de experiencia y las mejores recomendaciones de los lugares en los que han trabajado, en lugar de no ser así, pueden retirarse -tres de las cuatro personas que estaban aquí se levantan de su lugar y se van —Solo quedas tú, préstame tu currículum.

—Lo siento, no lo he traído -se ve avergonzada.

—¿Cómo que no has traído tu currículum a una entrevista de trabajo, dónde tienes la cabeza? -suspiro enfadada —Puedes irte -veo como Leo va detrás de ella con una mirada avergonzada y me alegra verlo asi, solo vino hasta mí casa para hacerme perder mí tiempo con unas personas desconocidas para mí, que además no cumplen con los requisitos para trabajar aquí.

—Fue más rápido de lo que pensé -dijo saliendo de mí casa.

—Soy muy exigente -le sonrío —No quiero que cualquier persona trabaje con mí Nona y mucho menos quiero tener a un desconocido en mí casa.

—Entiendo, pero puedo asegurarte que todas ellas pasaron por mí casa, no me hubiera atrevido a traerlas si no fueran de mí confianza.

—Gracias, pero no tengo interes en ninguna de ellas -le sonrío amablemente —Supongo que nos veremos en el colegio -veo como se aleja lentamente. No había prestado atención a su apariencia, pero su enorme espalda era el mayor atractivo —¡Oye! -hago movimientos con mi muñeca para que se acerque —Aprecio realmente que te molestes en cumplir mi petición, pero simplemente pudiste ignorarme...

—Solo quiero conocerte mejor Emily -dijo alejándose de la puerta, vi como subía a su camioneta, todas las señoras que vinieron a mí casa estaban ahí. De repente sentí culpa, él se había tomado el tiempo de buscarlas una por una y yo las rechacé en menos de tres minutos.

Puedo ser muy idiota algunas veces, pero también tenía la opción de no molestarse en hacer lo que le digo.

———

La semana había pasado en un abrir y cerrar de ojos, ya era sábado y todo el mundo sabe que los sábados se sale de fiesta.

Johann y Edwin se encontraban en mí habitación mirando una película de terror en Netflix, no es uno de los géneros que más me guste así que me dispongo a ducharme, en unas horas iríamos a una discoteca muy famosa en la ciudad, allí nos encontraríamos con algunos amigos de mis amigos.

Emily Thompson (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora