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Algunos pensaran que mi padre simplemente nos abandonó por alguien más como sucede muchas veces cuando se separan los padres, pero no fue así, él para mis pocos años de vida era el mejor padre que se podría tener, jugaba conmigo, me ayudaba en mis tareas de la escuela, respondía cualquier cosa que le preguntara por más aburrida que sea y yo la verdad preguntaba demasiado, era muy curioso y aun lo sigo siendo, siempre podía contar con él para lo que sea. Aunque a veces trabajaba demasiado sus tiempos libres los trataba de dedicar a mí y a mi madre y muchas otras cosas más que no recuerdo mucho ahora. Por esa razón me parecía extraño que se fuera así de la nada, como si la tierra se lo hubiese tragado y más sospechoso aún es que nadie me dijera que le pasó. Tocó descubrirlo por mi cuenta.

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En la tienda del señor Efren...
-¡Madre santa! Esto es lo que hemos estado buscando por tanto tiempo Francisco, y al fin lo encontramos en este pueblo.
-Por fin, valió la pena pena seguirlo señor, ¿Pero no cree que el niño se asustará si le decimos la realidad?
-Tienes mucha razón, hay que buscar una manera de que siga con esto, lo engañaremos hasta que logremos nuestros objetivos, pero no debemos poner su vida en peligro o perderemos nuestra única oportunidad de cumplir con nuestros planes.
-Está bien, no me siento comodo haciendo esto pero no tenemos otra alternativa, esperemos un día más y contactemoslo.

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En casa...
-Un intento más y listo, quiero saber-no, necesito saber que es lo que pasa, que son esos dibujos, quien me persigue y lo más importante, quien está en la cama.
Pero por más que lo hiciera una y otra vez no lograba pasar de allí, simplemente me despertaba. Habían pasado cinco días desde que el señor Efren me dijo que me llamaría pero no tenía señales de él.
Beep-Beep
Pero ese sonido fue música para mis oídos

Cuando quieras ven a verme, ya descifre los dibujos y puedo darte una idea de que es lo que te persigue en ese sueño, ya sabes donde encontrarme. Atte. Efren

No tarde ni un segundo en agarrar mi mochila para ir allí, pero antes tenía que pasar una cosa, a mi madre.
-¿A donde vas? Ya estas escapandote de nuevo.
-Mamá no me estoy escapando.
-¿Entonces por qué no me dijiste nada de que te estabas yendo?
-Porque te estaba buscando.
-Afuera seguro no me encuentras.
-Mira mamá, tengo que hacer algo y en nada vuelvo a la casa.
-Está bien, ve, pero la próxima vez me avisas cuando salgas.
-Bueno, vuelvo enseguida, adiós.
A mi madre le costaba decirme que no a algo y no me sentía bien aprovechandome de ello pero necesitaba ir a ver a Efren y que me diga lo que sea que me iba a decir.

Unos minutos después me hallaba frente a la tienda, me sentía muy emocionado porque al fin obtendría respuestas pero también estaba nervioso por que no sabía que me diría, si era bueno o malo, pero al final entré.
-Hola, el señor Efren me dijo que viniera.
-Claro, pasa que te está esperando.
Pasé a la otra habitación, el estaba allí y se le veía muy emocionado, mucho más de lo que podía estar yo.
-¿Quieres tomar algo o quieres que vayamos al grano?
-Directo por favor.
-Muy bien, los dibujos no ayudaron mucho pero el mensaje que ocultan es uno solo.
-¿Cuál es ese mensaje entonces?
-Tranquilo muchacho, lo sabrás de igual forma, el mensaje dice "Sigues tú".
-¿Nada más?¿Eso es todo lo que tiene para decirme? Y ¿En que cosa sigo yo?
-Eso me temo que solo puedes descifrarlo tú, yo solo puedo ayudarte a ver, pero antes necesito una autorización de tus padres ya que lo que te voy a dar es algo fuerte y no me voy a hacer responsable si algo te pasa sin que lo sepan.
-Ok, deme la autorización y veré como hago para que la firme mi madre.
-Si necesita hablar conmigo dile que la espero con gusto aquí en mi tienda, toma el tiempo que necesites.

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