Llevábamos unas cuatro horas caminando, según lo que escuche que le dijo mi mamá a la mamá de Louis.
Ernest, el hermano menor de Louis, ya se había desmayado, y yo sentía que estaba a punto de hacerlo.
A pesar de estar aburrido no hablaba con Louis, ni con mi mamá, solo estaba mirando el suelo con tristeza.
Para distraerme un poco miraba el sol de vez en cuando, pero éste ya se había escondido tras una montaña.
Mi ropa estaba llena de polvo y suciedad, me parecía bastante a esos niños a los que mi familia les da comida en la calle.
¿Me acababa de convertir en uno de esos niños?
Después de que mi casa explotará, escuché más explosiones, y por más que caminaramos, se seguían escuchando, aunque cada vez más alejadas.
En esos momentos ya no se escuchaban más, pero se sentía como si en cualquier momento una bomba fuera a explotar a mi lado y todas las personas que me acompañaran volarian en mil pedazos.
Cualquier pequeño sonido me hacía temblar, cada vez que nos quedábamos en silencio por demasiado tiempo me ponía nervioso. Estaba muy paranoico.
Miré a mi mamá, pesando que no me podría sentir más cansado de lo que estaba.
Mis oídos aún pitaban, pero ahora podía escuchar lo que las demás personas me decían, no como hace unas horas atrás, cuando solo escuchaba ese molesto sonido y ya.
Junté un poco mis energías para poder hablar- Mamá, quiero agua, quiero pastel- pedí con la garganta seca.
Normalmente a mi familia, como somos tres personas nada más, en cada cumpleaños nos sobraba pastel para una semana, y solo había pasado un día de mi cumpleaños.
Normalmente me regalan cosas por toda una semana, pero ésto no parece un regalo agradable.
Mi mamá me acarició la cabeza, sin dejar de caminar- Pronto llegaremos, Hazz- me prometió.
Tenía ganas de llorar, pero no quería ser un niño malcriado y hacer que mi mamá se estresara todavía más.
Porque podía sentirla tensa, asustada y nerviosa, a pesar de que ella quisiera demostrar lo contrario.
-¿Podemos parar para ir al baño?- le pidió Louis a Jay, su mamá.
Ella seguía con los ojos llorosos, y tenía a Ernest en sus brazos. Sentí mucha lástima por ella.
-Anne, querida, ¿podemos parar un momento para que Louis vaya al baño? Ahí hay un arbusto, es suficiente.
Mi mamá asintió, parando de caminar, y yo me quise tirar al suelo en ese momento, pero el ojiazul me agarró de la muñeca y me guió hasta aquel arbusto junto a él.
Fingió que se desabrochaba el pantalón, pero me estaba pasando su botella de agua.
-Toma agua- dijo.
-Pero-
-Solo deja un poco para mi mamá, por favor- me pidió y siguió fingiendo que estaba orinando.
Me sonroje y tomé un poco de agua, lo suficiente para poder hidratarme un poco, pero también para dejarle a toda la familia de Louis.
Se la devolví- Gracias, Louis- murmuré.
Él no dijo nada, y volvimos junto con los demás para seguir caminando.
Yo estaba desconcertado, ¿por qué me había dado agua en vez de guardarla toda para su familia?
Aunque eso me hizo sentir un poco mejor, y creo que solo Louis pudo lograr eso en esos momentos.
Ahora tenía una pequeña sonrisa en mis labios, y mis pensamientos eran acerca de otras cosas.
∆∆∆
Luego de una hora más, y de que Fizzy también se desmayará, nuestras madres decidieron parar debajo de un puente, y ya nos encontrábamos tan lejos de nuestra casa que ese lugar estaba en perfectas condiciones, sin ninguna señal de que ahí hubiera explotado algo.
-Bueno, mis amores, pasaremos la noche aquí y mañana seguiremos caminando- avisó Jay, intentando encontrar un cartón que fuera lo suficientemente grueso como para servir de cobijo.
-¿A dónde estamos yendo?- preguntó Lottie, que parecía que en cualquier momento solo cerraría sus ojos y dormiría por semanas.
Me acosté sobre el suelo, frunciendo el ceño porque eso no se parecía en nada a mi suave cama en mi casa.
El viento azotaba el cuerpo de todos nosotros, los cartones no daban calor y después de un rato salían volando... Nunca pensé que los señores que vivían en la calle pasaban por cosas así.
-A un lugar donde nos ayudarán- respondió Jay.
Todos permanecimos en silencio, y por más que habíamos estado deseando poder descansar por fin, eso no parecía un descanso.
-Mami, ¿qué pasó con nuestra casa?- cuestioné en voz baja, por si alguien se había dormido.
Me apegó más a su cuerpo, dejándome sentir un poco de calidez.
-Todo estará bien- aseguró.
Era la segunda vez que mi mamá me mentía.
∆×∆×∆×∆
Me dí cuenta de que los capítulos van a ser cortos, ahre
Pásense por mis otras fics sí
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no more bombs, please
Short Story"-Tus ojos están brillando, ¡incluso cuando están llorando! ¿Son estrellas, o algo así, Louis? ¿Son las estrellas que debo seguir para no perderme en esta oscuridad?" Louis y Harry son dos pequeños mejores amigos de Yemen, un país árabe del oeste de...