Adiós, Amor... l AA1 l

Fase 4: Reorganización

23 de Octubre de 1930.

Caso 00281
Envenenamiento provocado.
Víctima: Karol Sevilla Cisneros.

La presente investigación llevada a cabo en Inglaterra, Londres, el 4 de Julio de 1930, nos lleva al análisis de un par de huellas digitales, las cuáles son pertenecientes a:

- Mauricio Sevilla Cisneros.
- Elizabeth Haller Collins.

Fueron halladas en la biblioteca, más precisamente en el hogar de la fallecida.

Dr. William Baker.
Investigador privado.

(...)

- ¡Su HERMANO, fue su HERMANO!

Lloraba sin control alguno.
Agustín simplemente, se quedó helado después de leer el papel y volverlo a leer otras dos veces más.

El detective estaba llamando a la policía, para hacer el arresto de una vez por todas.

Cuando levanté la mirada me encontré con esos ojos esmeralda que tanto amaba, ella estaba ahí, en la esquina de la oficina, lloraba al igual que yo.

Me levanté, fui directo con ella, tomé sus manos y las besé.
Agustín y Tobías nos miraban pálidos.

- Amor, los encontramos.

Ella sonrió débilmente.
Yo la abracé con delicadeza.
Cuando nos separamos, limpió mis lágrimas y yo las de ella, después que me besó dijo susurrando...

- Cuida a mi madre.

Sólo asentí, después ella desapareció.

(...)

- ¡Mauricio, dime que no es cierto!

Decía gritando Carolina de Sevilla llorando desesperada.
Mauricio quien estaba siendo llevado por los oficiales, miró a su madre, pero después desvío la mirada avergonzado.

- ¡Ruggero, esto no puede ser cierto!

Dijo Carolina ahora dirigiéndose a mi, sin poder creer que su propio hijo matara a su hermana.
Simplemente abracé a aquella ahora débil alma, que estaba destrozada.

- Gracias Ruggero.

Dijo ahora en un susurro apenas entendible por el llanto.

(...)

Después fuimos a la mansión, llevé a la Señora Sevilla conmigo, pues ahora cuidaría de ella.

Una vez ahí, Elizabeth se resistió, pero finalmente se entregó resignada.

- ¡Todo esto lo hice por que te amaba Ruggero!

Gritó Elizabeth una vez que pasó frente a mi.
La miré con desprecio y desvíe la mirada.

- Después le llegará el citatorio para el juicio Señora Sevilla.

Dijo el detective Mendoza, Carolina sólo asintió.

- Hasta luego Ruggero.

- Hasta luego Tobías y gracias, Karol está infinitamente agradecida con usted.

Tobías sólo sonrió y se despidió.

(...)

Después del juicio, ambos fueron sentenciados a 30 años en prisión.

Confesaron que habían puesto el veneno en los libros, la máquina de escribir y por si fuera poco en el té que pidió Karol cuando empezó a sentir los síntomas.

¿El porqué?

Mauricio, quería toda la fortuna de sus padres.
Elizabeth, porque estaba enamorada de mi.

Nunca llegaron a ser razones válidas para asesinar a Karol.
Algo que ni Carolina ni yo les perdonaríamos jamás.

(...)

El fin de un año de dolor se acercaba.

Malena me había felicitado, pues finalmente había superado la muerte de Karol, igualmente le agradecí por todo su apoyo.

Carolina de Sevilla se encontraba ahora viviendo en la mansión, pues Karol me había encargado a su madre.

Karol, ahora casi ya no se aparecía por la mansión, supuse que finalmente había ido a descansar eternamente.

En cuanto a mí...

Ahora vivía tranquilo, trabajaba como de costumbre y a veces llevaba a Carolina al teatro o al parque.

Se había convertido en mi segunda madre.

Todo marchaba nuevamente bien.

(...)

Ahora me encontraba en mi lugar favorito.

La biblioteca.

Ahí podía estar horas, pues además de leer, sentía la cercanía de Karol.
No podía encontrar un mejor lugar.

Entonces el ambiente se llenó de su perfume...
Oí sus tacones acercándose...
Levanté la mirada y ella venía saliendo por detrás de un librero.

Me levanté de golpe y caminé hasta ella, tomé sus manos y la besé.

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Sara
Destiny Under Wheels ❤