Me gustaría señalar que creas que esto es una historia real o no, que este comentario es un cliché o no, realmente esto me paso. Estoy volviendolo a contar lo mejor que puedo tal como solo se lo he contado a tres personas desde que me pasó.
Si crees que esta historia es una historia más, bueno... tú no estuviste allí.
Durante mi primer año vivía a solo dos o tres manzanas de mi instituto, justo al lado de una de las calles mas concurridas de la ciudad. La carretera era peligrosas por el día pero en la noche todo se quedaba vacío y tranquilo, quizás por uno o dos coches por hora. Especialmente cuando se acercaba la media noche, después la calle se iba llenando a cada hora hasta que se formaba un atasco en el semáforo de la escuela a las seis o siete de la mañana.
Las noches eran muy tranquilas, las estrellas tenían la costumbre de llamarme para que caminara bajo ellas desde mi segundo año en un vecindario diferente. Descubrí que al caminar, me calmaba, y siempre me daba tiempo a pensar sobre lo que fuera que pasara en mi vida. Normalmente volvía a casa con una nueva idea de una nueva historia o un nuevo dibujo. A veces incluso era suficiente para ayudarme a dormir.
Una noche, sin embargo, terminó produciendome pesadillas. Me pareció una noche normal cuando se puso el sol, había terminado de cenar y mi madre trabajaba hasta muy tarde cosa que hacía cada dos noches como presentadora de un karaoke en los bares.
Me puse mi abrigo, tomé las llaves de casa, me aseguré de no olvidar mi móvil y mi tuberia de pvc que usaba en caso de tener que defenderme. Dejé las luces encendidas ya que no estaría mucho tiempo fuera, salí al recibidor y cerré la puerta. Como solía hacer, opté por salir por el patio en lugar de por el garage. Era el camino más directo y me ahorraba pasar cerca de más coches que no eran necesarios.
Tan solo había llegado a mitad del camino del césped cuando vi un coche negro deteniéndose delante de mi, haciendome parar y vacilar. ¿Quién era este tipo? ¿Por qué ha parado? pensé sintiendome angustiado. El hombre parecía estar en los treinta y miraba hacia abajo a algo que tuviera en la mano. No parecía que me hubiera visto. Supuse que estaría mirando algo que hubiera escrito o alguna direccón en su móvil así que esperé pacientemente. Cuando empezó a ponerse en marcha, retomé mi camino. Y a la vez que alcancé la acera, él había hecho un giro completo y volvía a estar en frente mío.
En este momento el tiempo parecía ir más despacio, cuando el hombre, quien de repente aparentaba tener diez años menos, se giró y me miró directamente a los ojos. Su boca se abrió por completo y el hombre, que en ese momento no parecía un hombre en lo absoluto sino un mounstro, lanzó el chillido más inhumano que había oído nunca.
Me quedé ahí parado en shock mientras él se iba conduciendo. Intentando comprender lo que había pasado, aún no entiendo porque, quizá para sacarme del shock le grité al coche cuando pasó el semáforo unas calles más allá:
"¡Bicho raro!"
No creí que el conductor me oyera, pero de alguna forma lo hizo y me respondió con otro chillido. Esto fue suficiente para que volviera adentro y cerrara de un portazo, estaba demasiado asustado para volver a salir en esa semana.
Desde ese entonces, se me revuelve el estómago y me asusto sin razón cuando veo un coche negro por la noche, sobre todo si estoy solo o cuando va despacio frenando cerca de donde estoy...
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Perdón por no subir hoy a la tarde es que tenía mucha tarea T_T
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Leyendas Urbanas 2
HorrorSi tuviste unos cuantos sustos con la primera parte, estoy segura de que no te vas a querer perder la segunda. Porque hay que admitirlo: ¡Nos encanta el terror! Podes estar cagando ladrillos de lo asustado que estas pero vas a querer más y más... ...