Crack, crack...
Siempre el mismo sonido.
Crack, crack...
Desde hace unos años solo escucho este sonido, mientras veo la tele, hablo con mi mujer o mientras duermo.
Crack, crack...
Ahora mismo, mirando a la gente que está en la calle a mi alrededor, también lo escucho.
Pero ya no lo escuchare mas.
No se ni como empezó exactamente. Fue un día como cualquier otro, salvo porque fue mi cumpleaños. Desde ese día, escucho a alguien comiendo. Fui al médico y tras muchas pruebas, radiografías, electros y demás cosas, me dijeron que tenia unos insectos en el oído interno, y que habían anidado. Los sonidos que escucho a todas horas son los mismos insectos, comiendo, comiéndose mi oído. Comiéndose mi cerebro.
El médico dice que no corre peligro mi vida, ya que al paso que van y en la posición que están no llegarán a causarme traumas en el cerebro.
Crack, crack...
No pueden operarme, ya que hay un alto riesgo de quedarme inválido para siempre, ningún médico se quiere arriesgar. No me importan las consecuencias. Solo quiero que pare este ruido infernal.
Crack crack...
No saben nada estos matasanos. No sabe lo que es no poder dormir tranquilamente. No sabe nada de cómo lo estoy pasando. Los tranquilizantes que me ha recetado no me sirven de nada. Los remedios que me han dicho no funcionan, ni la música, ni el agua para ahogarlos. Nada funciona contra estos insectos.
Crack, crack...
La última vez que le vi fue cuando me corté las orejas hace unos meses. La falta de sueño, el cansancio y los eternos mordiscos hicieron mella en mi. No pude soportarlo más, y me las corté.. ¡Que bien me sentí cuando lo hice! A causa del dolor me desmayé y pude dormir 5 maravillosas horas.
Crack, crack...
Al salir del hospital pude ver que el dolor me ayudaba a dormir, por lo que empecé a romperme los dedos de la mano, de los pies, la nariz y los parpados. Cuando me acostumbré al dolor de la rotura de huesos, empecé a meterme clavos entre las uñas, para que así rompieran mas cantidad de huesos. Solo me sirvió durante tres meses.
Crack, crack...
El dolor que sentía no era suficiente para poder dormir. Lo mas que pude dormir fueron 3 horas seguidas. Siempre me despertaban los mordiscos. Intenté que los gritos de los demás ahogaran los mordiscos. Drogue a mi mujer y la metí en una bañera hirviendo.
Sus gritos desconsolados me dejaron dormir 4 horas, pero cuando quise sacarla ya fue demasiado tarde, había muerto. Esto ocurrió hace dos meses. Desde entonces no he vuelto a dormir.
Crack, crack...
Me arrepiento de lo que le hice a mi mujer, pero se que lo volvería a hacer, si solo calmara un poco mas los mordiscos.
Crack, crack...
Pero nada me preocupa ya. Me he tirado desde la azotea del edificio. La gente se agolpa a mi alrededor y veo a una mujer llorando.
Crack, crack...
Pronto estaré muerto, y podré descansar... para siempre...
Crack...
Ya estoy muerto, veo como cubren mi cadáver con una sabana metálica. Y por fin no oigo nada... ya me he curado.
Crack,crack....
Mierda...
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Leyendas Urbanas 2
HorreurSi tuviste unos cuantos sustos con la primera parte, estoy segura de que no te vas a querer perder la segunda. Porque hay que admitirlo: ¡Nos encanta el terror! Podes estar cagando ladrillos de lo asustado que estas pero vas a querer más y más... ...