Cuatro

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El timbre para el receso sonó y todos los alumnos se levantaron rápidamente de sus asientos, corriendo al exterior.

Cas levantó sus cosas y las guardó con calma en su bolso y caminó con la misma calma hacia la puerta.

-Eh, ¡Cas!- Sam lo llamó y el ángel giro despacio -me preguntaba si querías sentarte conmigo y con un amigo ahora... como eres nuevo-

Cas lo miró sorprendido. Él esperaba que la iniciativa de interacción por parte de Sam tomaría más tiempo.

El ángel asintió y siguió a Sam hasta una mesa en la cafetería que estaba ocupada por un chico asiático.

-hey Kevin- Sam saludó y se sentó frente a él - Él es Cas, es nuevo-

Cas siguió su ejemplo y se sentó a un lado de Sam.

-hola- Cas saludó tímidamente.

El chico saludó desde el otro extremo y se sumergió nuevamente en un libro de química a su lado.

-no sé porque está revisando el libro, sabe esas cosas al derecho y al revés- Sam murmuró apoyándose en la mesa.

-necesito recordar un par de detalles Sam, por cierto Cas, si alguna vez necesitas ayuda con alguna materia no dudes en preguntarnos- el chico dijo bajando el libro por un momento.

Castiel asintió, si esta era una forma de demostrar confianza o generar un lazo, él estaría dispuesto a fingir que no comprendía. 

Luego de un rato sentados en un semi-silencio la campana sonó. 

-Cas, ¿qué te toca ahora?- Sam estaba tomando su mochila y colgándola en su hombro.

-eh, creo que matemáticas- Cas sacudió su cabello un poco, acomodándolo.

-Auch, te toca con la peor persona del universo- Kevin murmuró guardando su libro- pero, estás conmigo en esa clase, espero que compartas el resto con alguno de nosotros-

Cas y Kevin se despidieron de Sam y fueron hacia en salón que les correspondía.

Kevin se sentó en la tercera fila y Cas se sentó junto a él. Pronto la profesora estaba entrando un una pila de papeles.

-chicos, hoy les traigo una guía de trabajo sobre la materia que estamos viendo, tendrán esta clase y la siguiente para terminarla... trabajen en silencio-

A medida que recibían la guía todos comenzaron a trabajar.

Cas miraba su papel con algo parecido al desconcierto. Si es cierto que los ejercicios eran simples en su mayoría, no había forma de que todos terminaran los 45 ejercicios en dos clases.

Kevin lo miró, y luego a la guía.

-¿entiendes?-

-eh, sí, pero no creo que terminemos en dos clases-

Kevin rió ocultando su rostro en la mesa.

-es lo que Sam me dijo hace un año cuando compartimos esta clase-

Cas sonrió, otra cosa que añadir a su lista de cosas en común. Solo habían pasado 20 minutos cuando una sensación extraña se asentó en su estómago, era como si hubiera comido rocas en el desayuno.

Pronto notó que lo que sentía eran nervios, ¿pero nervios de qué? si todo le estaba funcionando perfectamente.

Podía ser su instinto de ángel, advirtiéndole de algo... Cas solo se encogió de hombros y sacó una bolsa de galletitas de su bolso. Las comió tranquilamente mientras trabajaba en su guía.

Las siguientes clases las compartía con Sam por lo que no pudo estar más feliz. En ese tiempo se enteró de bastantes cosas sobre Sam.

Como que tenía un hermano mayor, le gustaba el deporte, que era parte del club de debate -aunque solo iban 5 personas- y ayudaba en la biblioteca.

Sam se quejaba de que los libros que tenían eran muy simples y algunos bastante malos.

-¿¡Puedes creerlo Cas!? Tienen la saga de Crepúsculo pero no tienen ningún ejemplar de El Rey Lear-

Cas asentía reconociendo el error de la secundaria. Sabía gracias a Gabriel que la saga sobre vampiros no era tan apreciada entre los lectores y que Shakespeare era un gran y reconocido dramaturgo.

A la salida se despidió de Sam y caminó a paso rápido hasta perderse de vista, en ese instante, desapareció de una calle aledaña a la escuela, para reaparecer en la casa abandonada.

Era hora de hacer este destartalado lugar en uno agradable.

Learn to Fly [Sastiel fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora