Cinco

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Castiel trabajó durante toda la tarde y parte de la noche para dejar la casa en perfectas condiciones.

Arregló algunos muebles y quitó el polvo con sus poderes angelicales, también pintando el interior con esta ayuda.

Ahora la casa no estaba tan vacía y parte de un estante y una mesa de centro en la sala de estar y una mesa con dos sillas en el comedor todo el resto de los muebles se veían en perfecto estado. Oh, si, no tenía sofás.

El ángel se había tirado en una de las sillas del comedor cuando Gabe decidió aparecer.

-Hola hermanito, veo que esto sigue siendo un chiquero... te ayudaré- y con un click de sus dedos la cocina entera pasó de ser antigua a moderna, la mesa en la que Cas estaba sentado y las sillas cambiaron por un juego completamente nuevo - las 4 sillas aquí, seis en el comedor, todo está perfectamente amueblado y es moderno pero acogedor, me tomé la molestia de seleccionar una habitación para ti y una para mi... no me pongas esa cara-

Castiel estaba mirando a Gabe como si fuera posible matarlo de esa forma.

-¿Como rayos planeas explicarle a tus amistades que tu solito pagas esta casa si no trabajas y ningún trabajo de medio tiempo da tanto dinero?-

Cas suspiró, Gabe tenía razón.

-¿cuál es tu plan entonces?-

Gabriel sonrió maliciosamente.

-Como no pueden buscarnos por internet... aunque nos cree cuentas de Facebook y puse un par de fotos nuestras en supuestos viajes, yo voy a tener una empresa medianamente exitosa y tu vas a ser mi hermanito menor que vive conmigo porque nuestros padres murieron hace unos años y voilá tienes una historia-

Cas asintió, era un buen plan. La historia creada por Gabe parecía bastante creíble.

Gabe sonrió como si su felicidad fuese tan grande que no pudiera entrar totalmente en su 1.70 de altura aproximadamente y con otro chasquido de sus dedos una pizza apareció en la mesa.

-espero que te guste el peperonni-

~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~

Sam entró en la cocina con Charlie trotando a su lado. Abrió el refrigerador y sacó mermelada.

Estaba hambriento y la mejor solución era un sándwich, no quería arriesgarse a quemar la casa.

Charlie apoyada con sus patas delanteras en el mesón, daba saltitos intentando subirse.

-No, ¡Charlie! ¡abajo!- Sam ordenó mientras untaba una pieza de pan con su mermelada de mora favorita.

La cachorra mientras, sentada en un rincón aullaba tristemente. Sam estaba seguro que lo volvería loco, era tercera vez en el día.

-Okay, okay, me como esto e iremos a dar un paseo- Sam suspiró, succionando un poco de mermelada de sus dedos.

Al terminar su sándwich, se puso una sudadera y tomó la correa de Charlie, colocando con cuidado el arnés en el torso de la perrita. Quien alegremente salió corriendo el momento en que Sam abrió la puerta.

Algo resignado avanzó con el brazo extendido, luchando un poco con la fuerza del animal. Con la mano libre Sam sacó su teléfono del bolsillo y escribió un rápido mensaje para Dean.

Salí a pasear con Charlie, volveré pronto

-Sam

Al enviarse el mensaje Sam recordó que debía quitar la opción de "firma" que hacia que todos sus mensajes tuvieran su nombre al final. Aunque no tenia para que si los mensajes de texto los ocupaba cada vez que no tenía una conexión a internet, y en su casa usaba whatsapp para hablar con sus amigos. Sam agradecía a su trabajo de medio tiempo en una librería de un centro comercial cercano o de otro modo no tendría ese internet.

Sam caminó distraídamente por dos cuadras hasta que chocó con alguien. Y ese alguien era Cas.

-¡Hey Cas!- Sam saludó sonriente -¿qué te trae por aquí? ¿o vives aquí?-

Cas sonrió tímidamente.

-vivo en esa casa de ahí- se giró señalando una bonita casa con la fachada morada y en tonos tierra -vivo con mi hermano Gabriel, tenemos pizza pero no tenemos soda... ¿sabes donde podría comprar? aún no se donde están las cosas- Cas rió algo nervioso.

-Si, ven conmigo-

-oh, no quiero molestar- el chico miro el suelo algo sonrojado.

Sam sonrió, Dios, es tan tierno

-No hay problema Cas-

Learn to Fly [Sastiel fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora