>> Eleanor.
Me levanté tallandome mis ojos. Tenía que ir a trabajar, le había ganado esta vez a la alarma. Me levanté de la cama y fui hasta la sala, el lugar estaba vacío, el sofa donde se había quedado a dormir estaba solo y solo unas mantas estaban encima.
Tal vez se fue antes del amanecer. Su ropa ya no estaba en las sillas donde se los había puesto, no había quedado evidencia de que ayer por la noche había ayudado a alguien.
Suspiré, me apresuré a regresar a mi habitación. Tenia que bañarme y salir a trabajar.
Creo que solo quedaría como un sueño.
>> Liam.
Los Angeles. 7:35 a.m.
Ella sonriéndome. Ella mirándome con sus largas pestañas. Ella acariciándome. Ella, todo ella la miraba por completo, haciendo que mi corazón latiera como loco.
Un sonido molesto me hizo fruncir el ceño, abrí los ojos, molesto.
-Maldición- murmure hacia ese terrible sonido que taladraba mis oídos.
Era el tono de mi teléfono.
- ¿Quién habla? - conteste medio dormido.
Quien sea que me despertó lo pagaría caro, había soñado de nuevo con ella, no la podía olvidar, me dirán loco por quedarme enamorado, si así lo querían llamar, de una chica la cual solo vi una vez.
-Al fin contestas, te marque más de tres veces y apenas tomas ese maldito teléfono- la voz molesta de él me hizo gruñir por lo bajo.
-Jaques, ¿Qué quieres? Necesito una buena razón para no colgarte de la torre Eiffel- me levante de la cama quedando sentado en la orilla de esta.
-Es sobre aquellos colmilludos, encontramos un grupo grande, dijiste que te avisara cuando encontráramos algo-
Suspire y peine mi cabello enredado, había despertado ahora si del todo.
-Dime que al fin acabaron con toda esa maldita plaga- di un largo bostezo.
-Ya quisiera darte esas buenas noticias 'jefe', pero se nos ha escapado uno de ellos, tomo rumbo por lo desconocido, Raziel y su hermano, Adze, fueron tras su pista, llamarán para avisarnos, pero creo que tomo un rumbo oliendo tu rastro-
Me quede pensando a los lugares que había visitado anteriormente, mi olor duraba cerca de una semana en desaparecer, así que descartaba ciertos lugares, solo había dos lugares los cuales había visitado en esta última semana, uno de ellos, es donde ahora me encuentro, pero es el más reciente, queda descartado, ¿Cuál era el anterior? Me quede pensando.
- ¡Mierda! -- musite cuando me di cuenta del lugar. – Jaques, me encargare de eso, se a dónde se dirige, llama a Raziel y su hermano, diles que se queden quietos hasta nuevo aviso-
-Bien- después se escuchó la línea vacía del otro lado, ya había colgado.
Me levante y me cambie, salí de la habitación del hotel como alma que lleva el diablo.
Si tenía razón, ese maldito colmilludo se dirigía hacia ese lugar, donde estaba ella.
>>Eleanor.
-Que tenga buen día- despedí al cliente.
Suspire algo cansada, hoy había sido un día algo ajetreado. Mucho trabajo, pero eso quería decir que habría más propinas, estaba juntando algo de dinero para comprarme mi cámara profesional, me encantaba tomar fotos en los días soleados, al igual que en los lluviosos.
-Puedes irte ya, yo me encargo de lo demás, Eleanor-
- Gracias, entonces me voy ya-
Me quite mi delantal y lo deje colgado en el perchero. Fui hasta el cuarto de empleados a recoger mi bolso y mis demás cosas.
Salí de ahi dirigiéndome a casa, hoy me sentía cansada, me había levantado más temprano de lo normal para ayudar a mi madre, la cual estaba haciendo uno de sus pasteles para vender. Mi padre se había ido a trabajar también muy temprano, creo que llegaría y dormiría hasta mañana por la tarde. Gracias a dios no tenia trabajo mañana ni pasado mañana.
-Señorita, ¿tiene algo para comer?- me sobresalte al escuchar la voz de un hombre a mi lado.
Estaba muy distraida.
-Lo siento señor, no tengo nada conmigo, pero puedo ir a comprarle algo a la tienda que está en la esquina- ofrecí.
Mis padres siempre me habían dicho que un vaso de agua así como un plato de comida, jamás se le niega a nadie.
-Se equivoca señorita, usted tiene algo de comida, y se ve delicioso- me miro sonriendo y relamiendose los labios.
-¿Cómo?- lo mire confundida. Estaba segura que no tenia nada conmigo que desprendiera olor a comida.
-Tu sangre- me dio un escalofrío cuando soltó esas palabras.
Se fue acercándose hasta mi poco a poco, por cada paso que daba hacia mí yo retrocedía.
-Señor, me está dando miedo-
-No de vería tenerlo, seré rapido, tanto que no sabrá que paso-
El señor me empezó asustar, mi corazón latía rapidamente. Salí corriendo de ahí, mi casa no quedaba muy lejos, con suerte tal vez mi padre esté en casa y llame a la policía.
Tropecé con mis píes cayendo así al suelo, sentí como algunos pedazos de piel quedaban en el asfalto.
-Está vez no te dejare ir, serás mi comida- gire la cabeza asustada.
Ese hombre estaba detrás de mí.
Tal vez fue por la sorpresa y el susto, pero mi conciencia quedó en negro. Me había desmayado. Había quedado idefenza.
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Lazos de sangre.
WerewolfEleanor Rigby, una chica tranquila y educada, que siempre da lo mejor de sí misma para ayudar a los demas. Un día de regreso a casa encuentra algo extraño, ¿qué es? eso le cambiará su vida por completo. [Creación: 12 de octubre al 17 de noviembre de...