Lazos de sangre.

Capítulo 7: Cuando todo va bien, algo termina mal.

>>Liam.

El día amanecía lentamente, y en mis brazos estaba la persona más importante de mi vida.

Ella dormía plácidamente, era tan hermosa no había palabra alguna que la describiera a la perfección. Su respiración era lenta, ella tenía una mano en mi pecho y la otra bajo su mejilla.

La observé mejor, sus pequeñas pecas en las mejillas, sus pestañas cortas pero muy bie  povladas. Sus labios carnosos y el suave rubor que tenia, era como ver un ángel.

Lentamente acaricié su mejilla con mi mano, me fue imposible no tocar su piel.

Aun recordaba el susto que me había dado hace unos dias, era temeraria, pero ese dia, más que nunca  me quitó veinte años de mi vida, a este paso sería un viejo.

Lo peor de todo esto, es que de ahora en adelante, cada que me transforme, mi lobo la buscaría, sea como sea, yo la encontraría.

Era algo que yo no podía controlar. No tenía control en mi, así como tampoco los chicos, después de todo, si yo no conseguía el controlar mi transformación, ellos tampoco.

Un movimiento en mis brazos me saco de mis pensamientos. Ella se removía un poco, lentamente fue abriendo sus ojos.

-Buenos dias- le sonreí.

Acomodé un mechón de cabello detrás de su oreja.

-Hum- parecía aún un poco adormilada, sonreí.

Se acurrucó más en mi pecho.

-¿Quieres seguir durmiendo?-

Ella negó, guardo silencio por unos segundos y después habló.

-Sólo un poco más así, estoy cómoda -

-Cariño, sabes que siempre te daré lo que pidas y quieras, pero tenemos que levantarnos, enserio lo lamento, aunque puedes dormir un poco más- ella levantó un poco la vista para mirarme.

-¿Trabajo? -

Asentí, y suspiré.

- Las chicas me  invitaron de nuevo para ir al centro de la ciudad, al parecer quieren ir a ver algo de ropa, ¿puedo ir? - comentó titubeante.

Besé su frente, esta chica enserio que me encantaba.

-Claro que puedes, sólo hasles caso y no te separes de ellas, quisiera ir pero...-

Ella negó.

-Tienes mucho trabajo, lo entiendo-

Suspiré de nuevo.

-Quiero estar más tiempo contigo, siento que te he descuido mucho desde que llegamos-

Ella se enderezó y se acomodó encima de mí, me beso tiernamente.

Acaricié cada lado de su cintura, su beso era lleno de amor me sabía a gloria. Su cabello me hacía cosquillas en las mejillas, ella se apretó un poco más a mi cuerpo. Empezaba a perder la cordura. No podía dejar que eso pasará.

Con un movimiento rápido cambiamos de posición, ella estaba debajo de mí. No habíamos dejado de besarnos, sostuve sus manos por encima de su cabeza.

Me separé lentamente, acerqué mis labios a su oreja.

-Aún no es tiempo... hoy no- hablé entrecortadamente.

- Yo quiero, Liam -

Suspiré, carraspee un poco, tratando de aclarar mi garganta y hablar.

-Créeme cielo, yo también quiero, pero aun no, no quiero destruir tu vida marcandote -