Capítulo 6: Luna llena

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-Liam, estoy de regreso - entré en la habitación avisando.

Pensé que estaba aquí, pero me equivoqué.

Salí de la habitación para dirigirme a buscarlo. Lo que había notado es que cuando llegamos del mercado, los chicos estaban algo agitados, andaban de un lado a otro.

Cuando le pregunté a Monica, ella solo me sonrió y dijo que no pasaba nada.

Fui a la biblioteca, a la cocina, busque en el patio pero no lo encontraba. Ya me había resignado, tal vez había salido a hacer algunas cosas aprovechando que yo no estaba.

Decidí ir por libros, leería un poco para esperar la llegada de Liam.

Entré a la biblioteca y recorrí los largos estanteres, tenia de todo un poco. Recuerdo que a veces solía pasar a la biblioteca pública de mi casa, al salir del trabajo. Suspire, recordar eso me lastimaba un poco y me bajaba el ánimo.

Extrañaba a mis padres, pero sabía que no podía vivir lejos de Liam, se que había sido una mala hija al desaparecer de esa manera tan fea, los hice sufrir mucho, y me arrepiento de que ellos pasen eso. Pero se que así estarán seguros.

Agité mi cabeza, tenia que dejar de pensar en cosas tristes. Solo haría preocupar a Liam.

Me decidí por agarrar tres libros, Hamlet, de William Shakespeare. Lágrimas de ángel y Salomón. Los tres eran buenos libros.

Me dirigí a la salida, tome el pomo en mi mano derecha y lo gire, al abrir la puerta me llevé tremendo susto.

-Por dios, Jaques, me matarás de un infarto - respiré agitada y sonreí nerviosa.

- Perdona, no era mi intención - sonrió pero no tenia la misma chispa de siempre.

-¿Has visto a Liam?  Lo busque por todos lados pero...- salí de la biblioteca y empecé a caminar.

-Ah, sí, dijo que no lo esperes, que te quedaras en tu habitación y no salieras de la casa hoy, si necesitas algo puedes ir con Monica o Sarah -

Me detuve y lo mire a los ojos. Estaba frunciendo el ceño. Era extraño que Liam me dijera eso, prácticamente me estaba encerrando en la habitación, aunque por algo lo decía.

-Está bien, tenia pensado leer estos libros- le mostré mis libros en la mano.

- Me parece bien, bueno, me tengo que ir, casi anoche y tengo cosas... por hacer- sonrió un poco y revolvió mi cabello.

Vi como daba media vuelta y se iba, me encogí de hombros y me marché de regreso a mi habitación.

Cuando entré me senté en la cama, dejé los libros en la mesita que estaba a un lado de la cama. En frente de la cama había una cómoda de color blanco con un espejo, en el cual me reflejaba, a cada lado de esta cómoda había una puerta, la de la derecha era el baño, y la de la izquierda era el clset. Era enorme, ahí Liam y yo guardábamos nuestras ropas y zapatos.

A un lado, de lado derecho, había una ventana grande, bueno, era más bien un balcón, así que tenia puertas corredizas, las cortinas eran de toques blancos y beige, uno que otro toque café más oscuro.

La habitación era preciosa, espaciosa y tranquila, puse un poco de música en mi teléfono. Liam me había comprado uno nuevo, ya que el que tenía había quedado inservible, mis padres podrían llamar y por equivocación mía podría contestar.

Solo me dejó mi memoria, donde tenía fotos con ellos. Era algo que él quería que yo guardara.

Escogí el libro de Salomón, contaba la vida del gran sabio de Israel. Era interesante, pues en muchos libros o historias decían que Salomón había tenido contacto con demonios.

Lazos de sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora