Para Ten lo increíble de salir junto a Taeyong era sentirse él mismo, tomar su mano y poder pelear juntos contra el mundo. Sus citas eran espontaneas pues nunca tenían un plan ya decidido. Por ejemplo hoy que había salido el tema del miedo a las alturas de Tennie estaban en camino a la torre Namnsan. La sensación de orinarse se fue en cuanto TY tomó su mano y pudo relajarse casi por completo.
—Oye Tae...—
—No Chitttaphon— Lee Taeyong interrumpió cuando Ten comenzó a hablar.
—No me interrumpas— a pesar de ir tomados de la mano se hizo a un lado marcando una distancia más grande.
—Pero ya sé que es lo que vas a hacer— un atisbo de sonrisa apareció en los labios del mayor –Oye Tae... ¿Y si mejor?— imitó los gestos de su novio –No Tennie, vamos a ir a Namnsan y te voy a sostener como si estuviéramos en el Titanic.
Ten apenas pudo contener una carcajada –Sí que eres un idiota— dijo queriéndose soltar de la mano, pero le fue impedido por Taeyong que lo jaló y lo acomodó de tal manera que abrazó a Chittaphon por la espalda –Siempre me encantó Jack, tú serás Rose—
Siguieron su camino entre risas, juegos y besos, ante la mirada de todos se presumían el uno al otro porque lo mejor de ese momento eran ellos.
—Te quiero mucho Ten— Lee Taeyong se acercó a su novio y le susurro en su oreja.
—Yo también lo hago— Chittaphon sabía lo que tenía y amaba la sensación de estar con él, la seguridad, el amor, la paciencia, comunicación, la tolerancia y sobre todo el respeto. Lee Taeyong le dio la estabilidad que nunca busco y que tanto ama.
Ten detuvo u andar para abrazar a TY track. En este tiempo con él había descubierto que un abrazo era lo que más disfrutaba de Taeyong. Levantó un poco la cabeza para quedar frente a su novio y se estiró para depositar un beso en los labios del mayor. Una sonrisa apareció en los labios de ambos y sin duda alguna Lee Taeyong cada día amaba más y más la sonrisa de Ten.
—Mami, mira— escucharon la pequeña voz de un niño que pasaba por donde ellos junto a su madre. Ambos se giraron hacia el pequeño y descubrieron que el niño se estaba refiriendo a ellos.
—Si mi amor— La mirada que les dedicó había sido tan humillante, tan despreciativa, tan hipócrita que después pudo voltear hacia su hijo y sonreírle. –Vamos, tus tías nos están esperando— Y jaló a su hijo para alejarlo de Ten y Taeyong como si fueran a pegarles una enfermedad con la mirada.
A veces quería ignorar a todos, ignorar sus palabras, sus miradas. ¿Cómo podía hacerlo si había gente a si por todos lados? Aprendió a sentirse orgulloso de sí mismo y a no temer mostrarse tal cual es. Y Lee Taeyong era esa parte de su vida en la que había descubierto una nueva forma de verse, respetarse y sobre todo amarse.
Antes estado con la mirada puesta en un chico en su ciudad natal, en Bangkok Tailandia, pero fue más grande su sufrimiento pues sus sentimientos jamás fueron aceptados y más que otra cosa fue acosado e insultado.
Su llegada a Corea no fue solo por recreación o estudio, lloro un más para que sus padres accedieran a dejarlo ir. Su vida ya era muy desgargante y su madre quedaba destrozada al ver a su único hijo implorar por ayuda; se armó de valor y sobre la autoridad de su esposo llevó lejos a Ten. A fin de cuentas toda su familia le dio el apoyo que por tanto tiempo necesitó y junto a ellos y su hermana buscaron la oportunidad de volver a empezar y que ese tormentoso pasado solo quedara como un mal sueño.
Para Taeyong tampoco fue fácil, pero tuvo muchas personas que lo ayudaron. S mamá se desvivía por él. Lo que ocurrió fue una fuerte crisis de identidad al conocer a Sicheng un chico que conoció en China y que con sus acciones, con su actitud, con su seguridad hizo a TY track tambalearse. Pero era Kim Jenny, su novia, quien lo hacía poner los pies en la tierra, o en la tierra de lo cotidiano. Desde que era niño sus abuelos lo trataban diferente, desde ahí sabía que su vida no iba a ser normal y salía con Jenny porque sus padres así estaban tranquilos.
Le habría encantado que Ten fuera esa persona detonante en su vida, que durante su crisis hubiera llegado a su vida, lo hubiera visto pasar fuera de su salón y como un envío divino iluminara el pasillo y sabría que él sería el indicado, que con su sonrisa, sus ojos mejorarían aquella crisis.
—Juntos contra el mundo— Taeyong susurró en el oído de Chittaphon. El menor asintió con la cabeza y una sonrisa bien plantada en el rostro.
—Contra el universo si es necesario— Y depositó un beso en los labios de su novio.
Volvieron a tomarse de las manos y caminaron hacia la entrada de la torre. Ten no se quitaba el miedo de encima, pero como Taeyong había dicho: Juntos contra el mundo. Y a lo mejor el miedo de Ten se reducía un poco.
—Enserio TY, mejor vamos a comer— Era un cobarde y Taeyong sonrió por eso.
—Después de esto vamos a comer— Apretó el agarre de sus manos por si al tailandés se le cruzaba por la cabeza salir corriendo. –Vamos Tennie— jaló de él y lo obligó a entrar al ascensor.
Un espacio reducido donde solo iban ellos, frente a ellos las puertas de metal y detrás se encontraba un espejo que abarcaba toda la pared.
—Mira Chittaphon, mi cabello ya está creciendo— Señaló las puntas que estaban apenas cayendo sobre sus ojos.
—Se te ve bien así largo— Ten recargó su barbilla sobre el hombro de Tae aun sin despegar los ojos de su pareja.
—Me gusta cómo nos vemos— El más alto rompió el silencio y Ten fijo su vista en el teléfono de Taeyong quien estaba tomando una foto de ellos. –Me gustas mucho— Giró la cabeza y deposito un beso en la mejilla de Ten y capturando la foto, todo perfecto y al mismo tiempo.
Ambos soltaron en risas y como si estas lo hubieran activado el elevador se detuvo y abrió sus puertas para un hombre mayor, los miró raro pero aun así subió junto a ellos. Y a la pareja no le importó, Ten envolvió sus brazos en la cintura de su novio y siguieron con su sesión de fotos, un beso por aquí y otro por allá, llenando la memoria del teléfono de Tae por memorias que jamás olvidarían.
—Sintieron el elevador detenerse una vez más y se dieron cuenta que el señor que había subido con ellos iba saliendo a paso firme, se quedó frente a ellos y las puertas se cerraron dejándolo a fuera.
Y giraron a seguir con lo suyo, porque no estaban solos contra el mundo, estaban juntos contra todos.
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Little Little ; TaeTen
Short Story✓El viento sopla por mis mejillas y mi corazón se agita por ti, se mantiene suavemente soplando. Sacudes mi mundo Este sentimiento es probablemente amor