10. Welcome to the dark side

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Una de las fechas más esperada del año para todos los niños estaba por llegar y la emoción se había adueñado del lugar: Halloween.

Las vibras otoñales inundaban las calles, y por supuesto, de todo lo se hablaba era sobre que disfraz se pondrían para salir a las calles a pedir dulces y cuan asombroso sería.
Si bien aun faltaban unos cuantos días para el gran evento, ya se podía sentir el olor a dulces en el aire.

Aquella noche, Maura y Bobby Horan acudieron a una fiesta de Halloween de unos viejos amigos, junto al matrimonio Storme para que conocieran a más gente y tuvieran a más conocidos en la ciudad, por lo que Greg y Leah estaban completamente solos en casa.

Las cosas no estaban nada mal, habían pedido pizza y alitas a domicilio con el dinero que les habían dejado sus padres para cenar; tenían un maratón de películas en el cuarto de televisión y simplemente se encontraban tumbados en un sillón comiendo y viendo películas. ¿Qué mas podían pedir?

Ya más entrada la noche, Leah pudo escuchar unos cuantos sonidos en el exterior de la casa que le parecieron muy peculiares puesto que sus padres prácticamente se acababan de ir rumbo a aquella fiesta y no se suponían que llegarían hasta dentro de unas horas más.

—Greg, hay alguien afuera.— comentó Leah dejando una de sus alitas a medio morder en el plato para observar a su hermano. —¿Tan rápido llegaron mamá y papá?—

El chico pausó la película para escuchar detenidamente lo que estaba pasando. En efecto podía escuchar claramente lo que parecía ser una discusión entre dos personas seguidos de varios forcejeos en la cerradura de la puerta principal, tal y como si alguien intentara meterse en la casa. 

—No, mamá y papá no deberían de llegar hasta mucho más tarde. — respondió Greg dejando su pizza a medio morder y decidió levantarse del sillón e ir a investigar que era lo que estaba pasando.

El rubio caminó hacia su habitación para ir a tomar el bate de beisbol que tenía debajo de su cama como defensa propia. Después de lo ocurrido con en Londres con Caroline Flack pensó que sería una buena idea de tener un objeto con el que al menos pudiera defenderse y ganar un poco de tiempo para salir corriendo en caso de que algo por el estilo pasara.

—Vuelvo en un rato.— murmuró caminando hacia las escaleras.

—¡Yo quiero ir a investigar contigo!— se quejó Leah parándose del sillón.

—No, quédate aquí arriba.— ordenó Greg un poco molesto por la actitud de su hermana.

Después de unos momentos de discusión el mayor terminó cediendo sin mucho entusiasmo al respecto.

—¡Yo también quiero un arma!— reclamó de nuevo la niña al ver que su hermano llevaba un bate y ella también quería algo así.
El rubio terminó soltando un gruñido de frustración y terminó dandole una baqueta solamente para que se callara.

Greg hizo que su hermana fuese delante de el porque era más fácil mantenerla en su vista que detrás de él.

—Voy detrás de ti, bebé.— murmuró Greg antes de darle un pequeño toque en la espalda con el dorso de su mano para indicarle que ella avanzara primero.

—Claro y que el asesino vaya por mi primero.— murmuró Leah sarcásticamente al ir caminando por las escaleras y escuchando claramente como las personas que estaban fuera de la casa, caminaban en dirección a la entrada al jardín.

—Yo te protegeré, por eso tengo el bate.— aseguró el rubio alentando a su hermana para seguir caminando.

—¿Y entonces para qué tengo una baqueta?— preguntó la niña un tanto confundida por la elección de arma de su hermano mayor.

Big brother & little sister 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora