esperando un para siempre. {stylinson}

¿Qué me estás haciendo?

Las palabras de  mi madre fueron claras y precisas: poner 100% de mi atención en mis estudios.

Obviamente eso es imposible, mucho más ahora que Louis anda revoloteando por mis alrededores y nos estamos haciendo cercanos. ¿En serio creen que yo podré concentrarme solamente en los estudios? Que cómico.

Conocí una pequeña parte de Louis que pensé nunca vería y ahora siento que veo todo de otra manera y mejor. Sigo sin estar seguro de sentir algo por el, o tal vez siento mil cosas pero no quiero descubrir ni una; de cualquier forma me siento bien conmigo mismo. Supongo que si logré que se abra conmigo, algo hice bien.

Me encuentro en el baño del Instituto intentando limpiar mis manos. Como es costumbre, la suerte siempre me acompaña; por eso mi bolígrafo explotó y su tinta bañó mis manos haciéndome ver como un completo inútil.

Refriego mis dedos con fuerza y prisa, ya que en unos minutos debo ingresar a mi próxima clase y no me conviene, para nada, llegar tarde.

  —Deberías usar jabón.

Una voz aguda me desconcentra.

Pero claro no es cualquier voz.

  —Tengo dos hermanos pequeños, les pasa ésto todo el tiempo.

Louis termina aquella frase y ríe fuerte. Su risa llena todo el perímetro y me saca del estrés que me poseía hace solo unos segundos.

 —Pues... todo tiene una explicación.—le digo intentando no quedar como un idiota frente a el también, pero simplemente no tengo excusa. Éste tipo de cosas solo me pasa a mi.

 —Soy todo oídos—me dice posando su mano en su oreja derecha, haciendo referencia a prestarme atención, mientras me regala una sonrisa burlona. Estoy empezando a odiar la frescura y naturalidad con la que vive. Yo también quiero.

 —La verdad no tengo nada que decir. Simplemente el bendito bolígrafo estalló, no es mi culpa.

Cuando termino de hablar, él suelta una carcajada y lo encuentro totalmente adorable. Rayos.

El timbre que anuncia la próxima clase suena y comienzo a incomodarme, mientras que Louis se encuentra totalmente despreocupado y acomoda su cabello frente al gran espejo. Recuerdo las palabras de mi madre y un escalofrío recorre mi espalda; no quiero sonar como un cerebrito, o algo parecido, pero tengo que ir a clase. Tampoco quiero despedirme ni alejarme de el. Vaya dilema.

 —¿Que...? — comienzo, intentando sonar casual—¿Qué clase te toca?

 —No se, Geografía, creo. ¿y tu?— me responde aún arreglando su cabello frente al espejo.

 —Estoy casi seguro que tengo Historia —le digo mientras noto que sigue ocupado peinandose y, muy a mi pesar, doy pequeños pasos hacia la puerta para dirigirme a la clase.

Louis sigue en el espejo, ésta vez moja su cabello para poder peinarlo mejor. Se ve bastante concentrado, así que supongo que ni siquiera notará si me voy. Aquello baja un poco mi estado de ánimo.

Ya sin disimular me dirijo a la salida del baño, dispuesto a ir a clase. 

 —¿Vamos al gimnasio?